sábado, 8 de agosto de 2009

Son los hijos de Lempira y Morazán. Honduras


Hoy los he visto
van ungidos de verde electrizante
empuñando espigas de maíz,
el pecho abierto y como escudo,
el ardiente sol del mediodía.
¡Miradlos!,
van avanzando envueltos en neblina;
a su paso restallan chispas los pedernales,
tiembla la tierra, se abren las raíces, nacen nuevos ríos.
¡Son los hijos de Lempira y Morazán!,
¡escuchad su corazón!:
es tambor batiente en las entrañas de la selva,
es ritmo redoblante que marcha a la batalla.
He visto en los ojos del pueblo hondureño,
torrentes de agua y fuego desbordados.
¡Avanzad!,
rescatad la patria abrazando tu bandera,
curad sus heridas, llenadla de ternura.
¡Florezca la tierra! y sus frutos sean compartidos:
el tierno maíz, los frijoles, los dulces bananos...
¡Florezca la tierra! y se llene de escuelas
que los niños, como abejas, las colmen.
¡Florezca la tierra para los humildes!

Hoy los he visto incontenibles:
Son los hijos de Lempira y Morazán.

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