domingo, 9 de marzo de 2014

Desigualdad, productividad y WhatsApp. Robert Reich

Desigualdad, productividad y WhatsApp
Robert Reich · · · · ·
 
09/03/14
 

Si por ventura se preguntan ustedes por las causas que generan el enorme aumento de la desigualdad en Norteamérica, piensen en la reciente adquisición de la empresa de mensajes con telefonía móvil por Facebook.

De acuerdo con las informaciones periodísticas, Facebook ha acordado la compra de WhatsApp por 19 mil millones de dólares.

Es el mayor precio pagado en la historia por una empresa incipiente. Son 3 mil millones más que lo recogido por Facebook cuando salió al mercado, y más del doble de lo que Microsoft pagó por Skype. (Para ser precisos, 12 mil millones de esos 19 mil millones de dólares son a cuenta de acciones en Facebook, otros 4 mil millones en efectivo y 3 mil millones en forma de acciones restringidas para el personal de WhatsApp a cuatro años.)

Dado este importe gargatuesco, podría pensar que WhatsApp es una gran empresa. Pues no. Tiene 55 empleados, incluidos los dos jóvenes fundadores, Jan Koum y Brian Acton.

El valor de Whatsapp no viene de que fabrique nada. No necesita una gran organización para para distribuir sus servicios o desarrollar su estrategia.

Su valor procede de dos cosas que precisan sólo de un puñado de personas. Primero, su tecnología: un app simple y potente que permite a los usuarios enviar y recibir mensajes de texto, imagen, audio y video a través de Internet. En segundo lugar, su efecto de red. Cuanta más gente lo usa, más gente quiere y necesita usarla para poder conectarse. En esa medida, lo mismo que Facebook, está impulsado por la conectividad.

 El uso Whatsapp a escala mundial se ha más que doblado en los últimos 9 meses, llegando a 450 millones de personas: y sigue creciendo en cerca de un millón de usuarios por día. El 31 de diciembre de 2013 manejó 54 mil millones de mensajes (hacienda que su servicio fuera más popular que Twitter, ahora valorado en cerca de 30 mil millones de dólares).

¿Cómo ganan dinero? El primer año de uso es gratis. Luego, los usuarios pagan una pequeña cantidad. A la escala ya alcanzada, incluso una ínfima cantidad genera enormes volúmenes de dólares. Y si entra la publicidad comercial, sus anuncios podrían ser vistos más que a través de cualquier otro medio en la historia. Ya dispone de una base de datos que podría explotarse para sacre de ella ingentes cantidades de información sobre un porcentaje significativo de la población mundial.

Los ganadores aquí son desde luego ganadores a lo grande. Los 55 empleados de WhatsApp son ahora enormemente ricos. Sus dos fundadores son ahora milmillonarios. Y los socios de la empresa de capital riesgo que los financió ha cosechado una fortuna.

¿Y nosotros, todos los demás? Somos ganadores, en el sentido de que disponemos de un modo todavía más eficiente de conectarnos.
Pero no tenemos más puestos de trabajo.

En la economía que está surgiendo no hay ya correlación entre las dimensiones de la base de consumidores y el número de empleados necesario para prestarles un servicio. Lo cierto es que la combinación tecnologías digitales y enormes efectos de red reduce drásticamente –a niveles sin ejemplo histórico— la proporción de empleados en relación con los consumidores (los 55 empleados de WhatsApp es todo lo que necesitan los 450 millones de usuarios).
Entretanto, desaparecen a ojos vistas los trabajadores de correos, los operadores de llamadas, los instaladores telefónicos, los operarios y servidores de cables, así como millones de trabajadores de a comunicación. Lo mismo que los vendedores al por menor desaparecen con Amazon, los oficinistas y las secretarias con Microsoft y los libreros y los editores de enciclopedias con Google.
La productividad sigue subiendo, como los beneficios empresariales. Pero los puestos de trabajo y los salarios no crecen. A menos que descubramos la forma de realiearlos –o de distribuir más ampliamente la ganancias—, nuestra economía no conseguirá generar suficiente demanda para sostenerse a sí misma. Y nuestra sociedad no podrá conservarse lo bastante cohesionada como para que vivamos juntos y en paz.

Robert Reich fue secretario de Trabajo de EEUU bajo la Administración Clinton. Es catedrático de Políticas Públicas en la Universidad de Berkeley. Autor de ‘Aftershock’.

Traducción para www.sinpermiso.info: Casiopea Altisench

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domingo, 9 de febrero de 2014

La calle y su propiedad. Jordi Borja.

La calle y su propiedad
Jordi Borja · · · · ·
 Sin permiso.
09/02/14
 

¿De quién es la calle? ¿Quién hace la calle, quién la usa, para qué sirve? Un ministro del Interior español ante la convocatoria de manifestaciones aulló “la calle es mía”[1]y reprimió violentamente a una concentración pacífica. La respuesta fue que al domingo siguiente la ciudadanía de las principales ciudades españolas ocupó las calles para afirmar que la “calle es nuestra, es de todos”[2].

¿Qué es un puente?,  se preguntaba Julio Cortázar?[3] Una persona caminando por un puente. La calle solo realiza su “ser calle” en la medida que es usada por la gente. La calle es a la vez  una realidad concreta y una metáfora de la ciudad. La ciudad concebida como espacio público, ámbito de la ciudadanía, donde ésta se expresa como colectividad humana. La ciudad es “la gente en la calle”.

El poder político, sea cual sea, teme a la gente en la calle. Su vocación es el “control”. En unos casos de una manera explícita, amenazadora, violenta.[4] En otros casos de forma indirecta priorizando la circulación, el diseño de espacios públicos que no permitieran las concentraciones —mediante zonas ajardinadas, por ejemplo—, permisividad ante la privatización de las calles por parte de los propietarios u ocupantes de los inmuebles adyacentes, supresión de elementos de mobiliario urbano que permiten la convivencia y el diálogo entre personas (por ejemplo, los bancos), etc. Lo cual se completa con normativas de carácter represivo en aquéllas zonas más sensibles para el poder político. La gente en la calle es un potencial contrapoder. El Zócalo de Ciudad de México, la plaza emblemática que simboliza el alzamiento por la independencia, fue hasta los años 90 el espacio del poder establecido en el que estaban prohibidas las concentraciones ciudadanas. El diseño urbano en muchos casos tiene en cuenta esta voluntad represiva sobre la ciudadanía. Un caso muy evidente es el plan de Haussmann para el París  de la segunda mitad del siglo XIX: las grandes avenidas facilitaban el uso de los carros militares y hacían poco eficaces las barricadas.

El espacio público es objeto de interés por parte de los intereses económicos. No nos referimos ahora al uso de la calle para actividades privadas lucrativas: terrazas, ambulantaje,  publicidad,  etc. Se trata de usos que si son limitados pueden ser compatibles con los diversas formas de utilizar el espacio público. Nos referimos al interés de los inversores y especuladores urbanos que pretenden apropiarse de espacios de vocación pública para aumentar un suelo valorizado, lo supresión de aquello que consideran desvalorización del entorno (como la presencia de población de ingresos bajos o de colectivos sociales que no complacen a los sectores altos) o la privatización de facto de espacios públicos reservados a los propietarios del entorno construido. Uno de los argumentos que “legitiman” estas operaciones es la “ideología del miedo”, la obsesión securitaria, que justifica eliminar la presencia pública de las “clases peligrosas”, como los jóvenes, los inmigrantes o los pobres.[5]

En España recientemente se han multiplicado las ocupaciones del espacio público como expresión de malestar social y la protesta contra las políticas gubernamentales. Los  “trenes de la libertad” que salieron de las principales ciudades españolas llevaron a Madrid decenas de miles de mujeres (principalmente) que junto con la ciudadanía madrileña ocuparon el sábado 1 de febrero todo el centro de la capital. Unos días antes la “marea blanca” de los trabajadores de la sanidad que habían multiplicado su presencia en las calles consiguieron que el gobierno hiciera marcha atrás en su intento de privatizar los hospitales públicos. Y recientemente en Burgos los habitantes de un barrio periférico, Gamonal, ocuparon la calle principal que les comunicaba con la ciudad. En este caso la motivación popular parece contradecir la argumentación anterior sobre el espacio público como ámbito de convivencia y cohesión de la ciudadanía. Aparentemente el proyecto municipal suponía una mejora de la calidad de vida de la población residente pues creaba un espacio pacífico y convivencial. Se convirtió en un espacio de confrontación. Es también una forma de cohesión social.

La calle-carretera se substituía por un bulevar ajardinado según un proyecto de unos arquitectos considerados de la “élite divina”. Herzog y De Meuron. Autores de proyectos exitosos y costosos como la Tate Modern Gallery de Londres y el Estadio Nacional de Pekín para los Juegos Olimpicos  así como del fracasado Edificio Fórum de Barcelona, enorme caja azul destinada a grandes eventos y más propia para una megadiscoteca de los años 60.  Una de sus obras más recientes es El Punto, Mega Centro Comunitario-Religioso en Ciudad Juárez. El Gamonal es un barrio con altas cifras de desocupación, con desahucios, equipamientos escasos y viviendas de baja calidad. El proyecto del alcalde no era para ellos. No solamente tenían otras urgencias. Eran conscientes que los beneficiados serían otros. Una operación ostentosa y despilfarradora de los gobernantes, una revalorización del entorno sobre el que se intervenía que generaba plusvalías privadas, unas más que probables comisiones de unos y otros. No se había contado con ellos, el alcalde les demostró su desinterés y menosprecio. Ocuparon la calle, fueron reprimidos violentamente, decenas de detenidos, resistieron y vencieron.

El caso del Gamonal es una muestra de que no basta con la calle. La calle se conquista como instrumento para otras conquistas y como bien necesario para la calidad de vida. En la ciudad todo es interdependiente. El espacio público cualificado produce un entorno  de bienes y servicios para la población, pero solamente si se tienen medios para usarlos, trabajo, ingresos suficientes, vivienda y  transportes. Hace 20 años estuve en Porto Alegre con el que era su “prefeito” (alcalde), Tarso Genro, promotor del presupuesto participativo y el Foro Social.[6], Entonces comenté la importancia del espacio público como factor de conexión y visibilidad  desde la ciudad formal del barrio  marginal en el que estábamos  y generador de bienestar colectivo. Pero él mostró su acuerdo y añadió: “Ciertamente el espacio público es necesario, pero primero hay que garantizar un ingreso básico, trabajo, vivienda, agua, lo más indispensable”.

Notas:
[1] El ministro era Fraga Iribarne, el fundador del PP, el partido de la derecha española. Ocurrió en 1976 cuando se inició la “transición hacia la democracia”.
[2] Esta frase fue el título de una  Exposición celebrada en Paris (2007) y promovida por el Instituto de la Ciudad en Movimiento. En los años siguientes, adaptada al entorno,  recorrió diversas capitales europeas, chinas y latinoamericanas. Ver los  catálogos de las exposiciones de Paris, Bogotá y Buenos Aires.
 [3] Esta frase se la debo al arquitecto de Curitiba Jaime Lerner
[4] Propio de los gobiernos autoritarios. En tiempos del franquismo en España cualquier un grupo de más de 3 podía ser disuelto por las fuezas policiales. La revista Ejército (1972)  publicó una serie de artículos sobre Urbanismo y seguridad en que  proponía concentrar a los sectores populares en guetos separados de la ciudad formal y que fueran fácilmente controlados y ocupados por las “fuerzas del orden”.
[5] Un clásico sobre este tema  es la obra del historiador social Louis Chevalier “Clases trabajadoras, clases peligrosas” (Paris, 1958).
[6] Posteriormente Tarso Genro  fue ministro destacado de Lula y actualmente es gobernador de Rio Grande do SulHa escrito diversas obras políticas y literarias, algunas traducidas al castellano.


Jordi Borja es miembro del consejo editorial de Sin Permiso

jueves, 6 de febrero de 2014

Alba.

Aún no salía el sol.
Dos, tres, cuatro viajes con la misma proporción de carga.
 Suficiente para no rebasar su tamaño.

Los pájaros saludan en invierno.
Sonido fino.


viernes, 5 de julio de 2013

Europa debe proteger a Edward Snowden

Que la UE abandone al 'denunciante' supone renunciar a sus principios



El 12 de octubre de 2012 la Unión Europea recibió el Premio Nobel de la Paz por “su contribución a la promoción de la paz, la reconciliación, la democracia y los derechos humanos en Europa”. Así, Europa debe estar a la altura y demostrar su voluntad de defender la libertad de información, cualesquiera que sean los temores a las presiones políticas de su mejor aliado, Estados Unidos. Ahora que Edward Snowden, el joven estadounidense que reveló la existencia del programa de vigilancia mundial PRISM, pidió asilo a una veintena de países, los Estados de la Unión, principalmente Francia y Alemania, deben darle la mejor acogida, bajo cualquier estatus. Pues si Estados Unidos sigue siendo uno de los países del mundo que ponen en lo más alto el ideal de la libertad de expresión, la actitud que adopta respecto a los “informantes” mancilla claramente la Primera Enmienda de su Constitución.

Desde 2004 el relator especial de las Naciones Unidas para la Libertad de Opinión y Expresión, el representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) para la Libertad de los Medios de Comunicación y el relator especial de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la Libertad de Expresión hacían un llamamiento conjunto a los Gobiernos para proteger a los “denunciantes” (whistleblowers) frente a “sanciones legales, administrativas o laborales siempre que hayan actuado de ‘buena fe”. Se definía a los denunciantes como “aquellos individuos que dan a conocer información confidencial o secreta, a pesar de que tienen la obligación oficial, o de otra índole, de mantener la confidencialidad o el secreto”. En 2010 la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa sostuvo: “La definición de revelaciones protegidas debe incluir todas las advertencias de buena fe contra diversos tipos de actos ilícitos”. La resolución 1729 pedía que las leyes cubrieran “a los denunciantes de los sectores público y privado, incluidos los miembros de las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia”.

El perfil del informático es el de los informantes a los que amparan las leyes y normas internacionales. Con excepción de los aficionados a la caza del hombre que lo acusan de ser un traidor a la patria y de los sofistas que enredan el debate en argucias jurídicas, ¿quién puede cuestionar seriamente la calidad de denunciante de Edward Snowden? El exinformático permitió que la prensa internacional —The Washington Post, The Guardian y Spiegel— diera a conocer un programa de vigilancia de decenas de millones de ciudadanos, especialmente europeos. Blanco de un dispositivo que atenta a la vez contra su soberanía y sus principios, los países de la Unión Europea le deben a Snowden sus revelaciones, claramente de interés público. El joven no puede ser abandonado en una zona internacional del aeropuerto de Moscú sin que esto signifique para los países europeos un abandono de sus principios y de una parte de la razón de ser de la Unión Europea. Sería inconsecuente poner el grito en el cielo a niveles diplomáticos y abandonar al autor de estas revelaciones.

Más allá de la necesaria protección de los denunciantes, la protección de la vida privada corresponde claramente al interés público, en especial tratándose de la libertad de información. En un informe del 3 de junio pasado, Frank LaRue, relator especial de las Naciones Unidas sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión, consideraba que “la protección de la vida privada es un corolario necesario para la libertad de expresión y de opinión”. El carácter confidencial de los intercambios entre los periodistas y sus fuentes es una condición necesaria para el ejercicio de la libertad de información. Cuando las fuentes de los periodistas se ven afectadas —como sucedió con las de la agencia Associated Press—, cuando Estados Unidos abusa de la espionage act (ley de espionaje) —desde su adopción, que data de 1917, la ley se ha empleado en nueve ocasiones contra “informantes”, seis de ellas bajo el mandato de Barack Obama—, cuando Wikileaks es amordazado por un bloqueo financiero, cuando los colaboradores y amigos de Julian Assange no pueden franquear la frontera estadounidense sin sufrir un registro integral, cuando el fundador y los colaboradores de este sitio web corren el riesgo de afrontar procesos legales en territorio estadounidense, no es solo la democracia estadounidense lo que está en peligro, es el ejemplo democrático de Thomas Jefferson y Benjamin Franklin lo que pierde su esencia.

De las nueve veces que se ha perseguido a los que revelan secretos, seis son bajo mandato de Obama ¿En nombre de qué Estados Unidos estaría exonerado de respetar los principios que exige se apliquen en otros países? En enero de 2010, en un discurso histórico, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, hizo de la libertad de expresión en línea una piedra angular de la diplomacia estadounidense. Una posición reafirmada en febrero de 2011: la misma Hillary Clinton recordaba entonces que sobre la cuestión de la libertad en Internet se ponía del lado de la apertura. Bellas palabras, tan alentadoras para los resistentes en Teherán, Pekín, La Habana, Asmara, Asjabad, Moscú y tantas otras capitales. Pero, ¿cómo ocultar la decepción cuando la skyline de los rascacielos de la vigilancia estadounidense parece competir con la Gran Muralla tecnológica de China o la Internet nacional del régimen del mulá? El mensaje de democracia y promoción de los derechos humanos de la Casa Blanca y del Departamento de Estado han perdido mucho crédito. Signo del pánico general, el sitio web de Amazon registró en Estados Unidos un aumento de 6.000% de las ventas del best seller de George Orwell 1984.

Big Brother (Gran Hermano) nos observa desde las afueras, en Washington. Las instituciones que garantizan la democracia estadounidense deben ejercer su papel de contrapoder frente al Ejecutivo y sus abusos. El sistema de controles y contrapesos no es solo un eslogan para los fervientes lectores de Tocqueville y Montesquieu. Los miembros del Congreso deben encausar lo más rápido posible los terribles desvíos securitarios de la patriot act reconociendo la legitimidad de esos hombres y mujeres que hacen sonar la alarma. La Whistleblower Protection Act (ley de protección de los denunciantes) debe ser enmendada y ampliada para garantizar una protección eficaz de los denunciantes que actúan bajo un legítimo interés público, que no tiene nada que ver con los intereses nacionales inmediatos interpretados por los servicios de inteligencia.

Julian Assange es fundador de Wikileaks y Christophe Deloire es secretario General de Reporteros sin Fronteras

jueves, 27 de junio de 2013

Brasil. La gran oportunidad. BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS*

Texto original. Público.es
 
Brasil. La gran oportunidad.
BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS*
 
La historia enseña y la actualidad confirma que no es en los periodos de crisis más aguda o privación cuando los ciudadanos se revuelven contra un estado injusto obligando a las instituciones y al poder político a realizar cambios decisivos en el Gobierno. Siendo siempre complicadas las comparaciones, sería de esperar que los jóvenes griegos, portugueses y españoles, gobernados por gobiernos conservadores que les están secuestrando el futuro, tanto en el empleo como en lo que a salud y educación se refiere, se revolvieran en las calles más intensamente que los jóvenes brasileños, gobernados por un gobierno progresista que ha promovido políticas de inclusión social, aunque minado por la corrupción y, a veces, equivocado con respecto a la prioridad relativa del poder económico sobre los derechos de ciudadanía. Siendo ésta la realidad, sería igualmente de esperar que las fuerzas de izquierda de Brasil no se hubiesen dejado sorprender por la explosión de un malestar que se ha venido acumulando, y que sus congéneres del sur de Europa se estuviesen preparando para los tiempos de contestación que pueden surgir en cualquier momento. Infelizmente, no ha sido así antes, ni lo es ahora. Por un lado, hay una izquierda en el Gobierno fascinada por la ostentación internacional y por el boom de los recurso naturales; por otro, una izquierda acéfala en la oposición, paralizada entre entre el centrismo maloliente de un Partido Socialista ávido de poder a cualquier precio y el inmovilismo embalsamado del Partido Comunista. El Bloco de Esquerda (Bloque de Izquierda) es el único interesado en buscar soluciones integrales, pero sabe que solo no conseguirá nada.
 
Pero la semejanza entre las izquierdas de los dos lados del Atlántico termina aquí. La de Brasil está en condiciones de transformar su fracaso en una gran oportunidad. Si la aprovechará o no es una pregunta aún sin respuesta, pero las señales son esperanzadoras. He aquí, las principales:
 
Primero, la presidenta Dilma Rousseff reconoció la energía democrática proveniente de calles y plazas, prometió dar máxima atención a los manifestantes y, finalmente, se mostró dispuesta a reunirse con representantes de los movimientos y organizaciones sociales, algo que había rehusado hacer desde el inicio de su mandato. Falta por saber si en este reconocimiento se incluyen los movimientos indígenas que más directamente han salido perjudicados del modelo de desarrollo asentado en la extracción de recursos naturales a cualquier precio y han sido víctimas constantes de la violencia estatal y para-estatal y de groseras violaciones del derecho internacional (consulta previa, inviolabilidad de territorios, etc.).
 
Segundo, en muchas ciudades se anularon los aumentos de precio del transporte público y, en algunos casos, incluso se prometió la gratuitad de los mismos para los estudiantes. Una señal de justicia para las reivindicaciones del Movimento Passe Livre (MPL). Además, para enfrentar los problemas estructurales en este sector, la presidenta prometió un plan nacional de movilidad urbana. Tales problemas no serán resueltos sin una reforma política profunda, ya que las concesionarias de transportes son fuertes financiadoras de las campañas electorales. Aun así, la presidenta, consciente de ello y de los hilos que mueve la corrupción, se ha decidido a promover tal reforma, garantizando mayor participación y control ciudadano, y más transparencia y control a las instituciones. Y aquí está la tercera señal. Creo, no obstante, que la presidenta sólo se meterá en tal reforma bajo mucha presión. En vísperas de elecciones, y a lo largo de su mandato, convivió mejor con la bancada parlamentaria ruralista (con un poder político infinitamente superior al peso poblacional que representa) y con sus agendas del latifundio y de la agro-industria de la que comen los sectores en lucha contra los agrotóxicos y en defensa de la economía familiar, la reforma agraria, los territorios indígenas y quilombolas, etc. La reforma del sistema político tendrá que incluir un proceso constituyente, y en eso se deberán implicar a los sectores políticos de la izquierda institucional y los movimientos y organizaciones sociales más lúcidos.
 
La cuarta señal reside en la vehemencia con que los movimientos sociales que han estado luchando por la inclusión social y que han sido el ancla del Foro Social Mundial en Brasil se han distanciado de los grupos fascistoides y violentos infiltrados en las protestas y también de las fuerzas políticas conservadoras -que tienen a su servicio a los grandes medios de comunicación-, empeñadas en dividir a la clase popular. Volver a las clases populares contra el partido y los gobiernos que, en el balance general, más han hecho por la promoción social de las mismas, era la gran maniobra de la derecha. Pero parece que ha fracasado. A ello ayudó también la promesa de la presidenta de destinar el 100% de lo recaudado por los derechos de explotación del petróleo a educación (Angola y Mozambique, despierten mientras estén a tiempo) y sanidad (llevando a miles de médicos extranjeros para el Serviço Unificado de Saúde -el SUS, similar al Sistema Nacional de Salud portugués y español-).  
 
En estas señales reside la gran oportunidad de las fuerzas progresistas en el gobierno y en la oposición para aprovechar el momento extrainstitucional que vive el país y hacer de él el motor de la profundización democrática del nuevo ciclo político que se aproxima. Si no lo hacen, la derecha hará todo cuanto sea posible para que el nuevo ciclo sea tan excluyente como los viejos ciclos que durante tantas décadas protagonizó.  Y no olvidemos que tendrá a su lado al big brother ("gran hermano") del Norte, a quien no le conviene un gobierno de izquierda estable en ninguna parte del mundo, y mucho menos uno de los trozos de tierra que aún considera suyo.
 
* BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS es doctor en Sociología del Derecho por la Universidad de Yale y catedrático de Sociología en la Universidad de Coímbra. 

domingo, 19 de agosto de 2012

Por el derecho de asilo de Julian Assange


La libertad de información ha tenido a uno de sus mayores defensores en Julian Assange, hoy perseguido por mostrar al mundo los reales y bajos fondos de las relaciones internacionales. Develar la verdadera cara de los juegos de poder le ha valido a Assange la imputación de cargos absurdos, a la vez que desata la dinámica de una sorprendente violación al derecho y los códigos de comportamiento internacional con la amenaza de Gran Bretaña de intervenir en territorio ecuatoriano (embajada, autos oficiales, etcétera) para impedir que se consume el derecho de asilo de Assange.
Assange es un defensor de la democracia y defenderemos su derecho a permanecer libre, así como el de la república soberana de Ecuador a otorgarle el asilo.

Por la libertad de información, expresión y pensamiento

Pablo González Casanova, Silvio Rodríguez, Armand Mattelart, Marta Harnecker, Joao Pedro Stedile, Miguel Concha, John Saxe Fernández, Aurelio Alonso, Ana Esther Ceceña, Mike Assange, Michael Lowy, Carlos Fazio, John Holloway, Gilberto López y Rivas, Enrique Semo, Frida Modak, Javier Diez Canseco, José Steinsleger, Beatriz Stolowicz, Raúl Zibechi, Antonio Elías, Ricardo Melgar Bao, Ana María Aragonés, Red En Defensa de la Humanidad, Héctor Díaz Polanco, Pedro Pablo Rodriguez, Angel Guerra, Javad Butah, Jeronimo Rajchenberg y muchas firmas mas

domingo, 29 de julio de 2012

“Hasta del más humilde hogar puede surgir un artista”: Eduardo Díaz

El pintor taxqueño, de 29 años, imparte clases de pintura a jóvenes y niños de Tecpan, como una forma de promover la cultura

“Hasta del más humilde hogar puede surgir un artista”: Eduardo Díaz

RODOLFO VALADEZ LUVIANO (Corresponsal) 

Tecpan, 28 julio. Cuando salió de su natal Taxco, el pintor Eduardo Díaz Salgado lo hizo convencido de que la cultura no sólo debe promoverse en los sitios que, como en la ciudad platera, representan una actividad que genera ingresos económicos para la población. Su idea es que ésta se puede promover en cualquier pueblo, sólo basta con despertar el interés de la población y saber explotar el talento de cada persona.

El joven de 29 años pinta desde que tenía 8. Sus obras, cuando inició sus estudios en la Casa de la Cultura José Guadalupe Posada de Taxco, se resumían en dibujos a lápiz o pincelín, o pinturas a acuarela, en las cuales se aprecia la calidad del artista, por lo que ha sido reconocido desde su llegada a esta ciudad, de donde es originaria su esposa.

Su padre, Román Díaz Velázquez, consagrado artista taxqueño que este año cumple 50 de dedicarse a la pintura, es autor de obras reconocidas como las 14 estaciones de la iglesia de San Martín de Porres o la virgen de La Azul en la iglesia del mismo nombre en Taxco. Su madre, Linda Salgado Landeros, ha dedicado 51 años de su vida también a la pintura. Los dos, asegura el artista en entrevista para La Jornada Guerrero, son sus mejores maestros.

A pesar de venir de una ciudad donde la cultura y el arte son aspectos comunes entre la gente, Eduardo Díaz manifiesta sentirse atraído por las tradiciones y costumbres de Tecpan. Asegura que esta ciudad es la mejor muestra de que la cultura se puede promover en cualquier parte aprovechando y explotando el talento de la gente, “quizá por eso –dice– es que me animé a desarrollar mi trabajo artístico en este lugar”.

En su pequeño taller, ubicado en el barrio de El Fortín en esta cabecera municipal y donde además vive con su familia, imparte clases de pintura a jóvenes y niños, de entre los cuales hay varios que comienzan a dar muestras de poseer un talento para las expresiones artísticas.

Actualmente, el artista incursiona en el óleo. Las pocas obras que ha hecho han llamado la atención de la gente de la ciudad que incluso, según cuenta, ha comenzado a pedirle trabajos especiales, como el bodegón que pinta actualmente y que hace con calma, “porque aprovecho los momentos en que me invade la inspiración”, dice.

Sin embargo, manifiesta que para él la cultura, si bien puede ser una fuente de ingresos económicos, lo principal debe ser el gusto por realizarla en cualquiera de sus expresiones, por eso es que, después de más de 20 años de dedicarse a pintar, expresa que continuará promoviendo las expresiones culturales en esta ciudad convencido de que en el más humilde hogar de Tecpan puede surgir un artista de gran calidad.

 

jueves, 26 de julio de 2012

domingo, 22 de julio de 2012

La derrota de las ilusiones. Sergio Ramírez

La derrota de las ilusiones
Sergio Ramírez
 
La descarnada metamorfosis de los revolucionarios que se alzan contra la opresión, en lucha por la libertad, y una vez en el poder terminan siendo lo que combatieron, es una vieja propuesta de la literatura desde La comedia humana de Balzac: los antiguos combatientes de las barricadas en la revolución francesa terminan convertidos en prósperos burgueses, dueños de la riqueza que con las armas arrebataron de otras manos. Es como si la ley de la historia fuera ésa, que los ideales sólo pudieran subsistir en tiempos de lucha, y empezaran fatalmente a revertirse, pervertidos por el ejercicio del poder que tiene sus propias reglas, la peor de ellas, convertir a los oprimidos en opresores.

Mandar no puede ser un acto temporal, limitado, sino para siempre; ni siquiera hasta la muerte, porque de por medio está la idea de la inmortalidad que obnubila al más cuerdo. Mejor caudillos ungidos por la mano divina que presidentes electos limpiamente por los ciudadanos. Una sola voluntad que lo rija todo, mejor que la voluntad de todos que termina por no regir nada. El fantasma de la anarquía que sólo puede ser disuelto por la mano firme desde el trono imperial, tentación que no fue ajena aun a Bolívar.

Es la manera en que Alejo Carpentier nos introduce en el mundo de sus novelas. Lo maravilloso, y lo desconcertante, lo que tiene capacidad de despertar sorpresa y asombro, es esa contradicción constante de la historia, la peor de sus dialécticas, que hace de los revolucionarios tiranos, todo resultado de la convivencia de un mundo rural, antiguo, anacrónico, ecos de esclavos y gritos de encomenderos, con las pretensiones del mundo moderno, el mundo legal que fracasa siempre bajo el peso del caudillo enlutado, o adornado de charreteras. La supervivencia de aquel mundo viejo, al que nunca se come la polilla, produce el asombro. El desajuste es lo maravilloso, y es maravilloso porque es real.

En las páginas de El siglo de las luces suena el clarín de una batalla, la batalla por los derechos del hombre que encandilará la imaginación de ese héroe confuso que es Víctor Huges. La revolución francesa viene a proclamar la abolición de todos los privilegios reales, y los de casta, a anunciar algo tan peligroso y disolvente como el fin de la esclavitud. Y Huges la abolirá en Cayena y Guadalupe bajo el directorio, agente fiel de Robespierre, y la restablecerá sin parpadeos bajo el consulado, agente fiel de la restauración. Más que un agente del cambio, será en adelante un agente del poder.

El ideal resulta en desilusión porque Huges, el héroe, ahora montea con perros a los esclavos que una vez liberó. Las revoluciones son hechos históricos que desbordan la suerte de los personajes. Un péndulo que va y viene, de la luz hacia la oscuridad, repitiendo el mismo viaje desde siempre. El poder, que se vuelve contra los ideales que lo engendraron. Las revoluciones terminan en fracasos éticos y devoran a sus propios hijos, como Saturno. Y las palabras hermosas que acompañaron el despertar de los ideales siguen siendo las mismas, pero ya no significan lo mismo y terminan cayendo en el vacío. No significan ya nada.

¿Es un proceso que tiene fin, o se trata de una repetición dialéctica hasta la eternidad, sin síntesis posible? ¿Son las utopías sueños imposibles porque están hechas por seres humanos imperfectos? ¿Puede surgir la perfección de la imperfección? Sí, las revoluciones son hechas por seres humanos y, por tanto, condenadas a la imperfección, es hasta ahora la única lectura posible. Los seres humanos que no pueden librarse del orgullo, la arrogancia, el sectarismo ideológico, la ambición capaz de llevarlos al crimen para mantenerse en la cima. Esa dialéctica fatal no puede dejar de repetirse en la historia, es la lección de esta novela. Las reglas del poder son milenarias y funcionan lo mismo bajo cualquier sistema como queda explícito en los dramas de Sófocles y en los de Shakespeare, bajo las tiranías griegas o bajo el feudalismo, bajo la revolución francesa o bajo la revolución cubana, o la fenecida revolución nicaragüense.

No libra Carpentier a las revoluciones de su sino trágico. Las revoluciones son deidades mudas, como la guillotina embozada que navega en las aguas del Caribe sobre la cubierta de un barco, en viaje desde las costas de Francia hacia las Antillas, traída por Huges. La guillotina es el símbolo del poder total, el instrumento de ajuste de cuentas para crear el orden nuevo que necesita librarse de estorbos: traidores, contrarrevolucionarios, espíritus dudosos, tibios, sin suficiente fe en la causa, que por eso mismo se convierten en un peligro. Nadie puede librar su cabeza de ese péndulo con filo de guillotina que es el destino.
Una revolución no se discute, se hace, proclama Víctor Huges, y eso es lo que hemos venido escuchando desde siempre. No hay revoluciones moderadas, porque entonces no serían revoluciones verdaderas. Las revoluciones son radicales por naturaleza, porque tienen que cortar todo de raíz. ¿Y después?

El siglo de las luces es una novela deslumbrante sobre el poder y sobre las mutaciones del individuo cuando el ideal se convierte en poder. Los juicios de Carpentier sobre la naturaleza de ese poder se vuelven intemporales y cubren el pasado lo mismo que el presente. Hay en ellas un principio ético, un espíritu de libertad, una dimensión crítica que no pueden ser soslayados. Es la literatura la que habla por él. Sus novelas son sus juicios. Y no puede haber excepciones.

No hay que olvidar lo que él mismo dijo acerca de ora novela suya, que también es un estudio sobre el poder, El reino de este mundo: Lo real maravilloso forma una perspectiva más de la historia, no es necesariamente una ficción. Es la historia transmutada en ficción. La realidad nunca miente, ni dentro de una novela. Y tanto la historia como la ficción funcionan para crear un arquetipo inmutable, y una gran alegoría del poder.

Carta a Andrés Manuel López Obrador. Carlos Jiménez Ramírez y familia

Carta a Andrés Manuel López Obrador

En esta hora aciaga, en la que pareciera que todo horizonte se ha perdido, cuando las esperanzas de más de 20 millones de mexicanos quedaron truncas, después del inadmisible fraude perpetrado nuevamente, pero con mayor cinismo y descaro, queremos expresar nuestra rabia y rebeldía, pero también nuestra completa solidaridad al hombre que ha hecho todo por sacudir las conciencias de los mexicanos.

Pasa por nuestra mente su labor magnífica en la presidencia del PRD, que dio como resultado las mejores cifras de aceptación que ha tenido ese partido. La calumnia de El Encino, que trajo como consecuencia el pretendido desafuero; su presentación en la Cámara y su discurso histórico; su recorrido por todo el país, en condiciones adversas durante más de seis años; la jauría de la prensa y televisión desatada en cuanto presentó su candidatura a la Presidencia de la República, de todo esto no se recuerda en los últimos tiempos a ningún personaje atacado tan ferozmente y de forma cotidiana como ha sido usted.

Por lo anterior, deseamos que ese trabajo no se pierda, que se canalice de alguna forma, que siga siendo usted el que nos marque el camino a seguir.

El mundo está lleno de cerdos, víboras y lobos, decía mi hermano mayor, pero también de seres humanos que han trascendido esa etapa evolutiva y son los que harán que este país sumido en la violencia, la corrupción y la impunidad salga adelante.

Carlos Jiménez Ramírez y familia

domingo, 15 de julio de 2012

Cómo ha cambiado el proceso electoral en semanas. Antonio Gershenson

Cómo ha cambiado el proceso electoral en semanas
Antonio Gershenson
 
¿Por qué se lanzó el PRI tan abiertamente a la entrega de tarjetas Soriana, otras tarjetas y, en general, a comprar votos? ¿Por qué actuó, en general, tan abiertamente, en presiones, regalos y otra formas ilegales para obtener votos?

Una razón es que estaban confiados, que se sentían en la impunidad por el apoyo de las diversas autoridades electorales, del apoyo de Televisa y la mayoría de los medios de difusión, del apoyo de las encuestadoras más conocidas, etcétera.

Así, en la primera etapa, digamos domingo primero y lunes 2, lograron una imagen de victoria, al punto de felicitaciones de algunos gobiernos. El Presidente de México felicitó con una gran sonrisa al supuesto ganador.

Todavía cuando se completó el recuento de votos formales, en el pleno del IFE, su presidente dio el resultado como si fuera un ya.

Pero los elementos de fraude y su difusión fueron aumentando cada vez más. Un ejemplo es una red de Internet que llegó a acumular las informaciones, parte de ellas con gráficas, de miles de irregularidades electorales.

Tumultos afuera de tiendas de Soriana, que salieron en fotos y videos en varios medios; aparición de miles de tarjetas de dicha tienda, no fueron lo único pero sí de lo más llamativo. Hasta el Presidente de México cambió y dijo que las autoridades electorales debían cambiar y revisar la compra de votos. Se fueron haciendo más conocidas las palabras como carrusel, se publicaron en estas páginas narraciones sobre el reparto, en Lerma, estado de México, de tarjetas de Soriana, a una verdadera multitud, en filas, a las que esperaban camiones.

También ha sido muy difundido el uso de tarjetas Monex, del que la compra inicial está oculta y la dirección oficialmente declarada resultó falsa. Puede ser, nos dice la información periodística, lavado de dinero, o el dinero de gobernadores como el que dieron en otras formas de apoyo ilegal a la campaña del PRI.

Se iba extendiendo la información sobre el fraude. Incluso se ha ido extendiendo al plano internacional. No puedo tener todo, pero menciono algunos ejemplos.

El 2 de julio se publicó un escrito, de la CNN estadunidense. Analistas: el voto mexicano deja más preguntas que respuestas. El escrito parte del PRI del pasado, al que da por fraudulento, y plantea que no está claro que haya cambiado.

El 8 de junio se publica en el conocido semanario alemán Der Spiegel un artículo titulado La rabia de los estafados. Hace una amplia historia de fraudes en México y su constancia. Una entrevista dice: “el PRI sería no sólo el que realizó el mayor fraude, sino el que utilizó los métodos más sofisticados. ‘Esta fue la primera vez que vimos el uso del sistema del monedero electrónico. En esta ocasión la compra del voto se hizo de una forma bien calculada y sofisticada’”.

Sigue el autor: Siempre que México elige, inevitablemente aparece el caos. La segunda economía de América Latina recuerda más a una república bananera latinoamericana que a un país emergente.
Algunos títulos del Financial Times, de Londres: El nuevo México regresa al antiguo México; Un dinosaurio ensuciando en México; y en la agencia Reuters se borda en torno al fraude electoral.

Entonces, el ambiente del principio, que daba por concluida la elección, está cambiando radicalmente. Se hace cada vez más difícil imponer al candidato del PRI. No es sólo la oposición de mucha gente de aquí. En la capital, la votación fue del orden de dos terceras partes por los candidatos de izquierda. Y lo demás todavía no fue sólo por el PRI, sino que una parte fue por el PAN.

Los movimientos estudiantil y académico 132 han jugado un papel muy importante, no sólo con la movilización y la defensa de sus banderas, sino con el uso de Internet, redes, sistemas de cómputo y procesamiento de las ilegalidades electorales. Y además, un ambiente externo que es muy diferente de las felicitaciones del exterior en los primeros días.

Hay que aclarar lo de los delitos. A los electorales les corresponde atacarlos a la Fepade (Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales), que se ha visto activa; pero hay que poner atención, porque depende de la Procuraduría General de al República, y ésta de la Presidencia.
Así que debemos estar atentos, debemos seguir activos y no debemos dejarnos llevar por una creencia derrotista, que es mucho lo que todavía está por adelante.

jueves, 12 de julio de 2012

Discurso íntegro de López Obrador 12 de julio 2012.

MÉXICO, D.F. Empiezo diciendo que la minoría que domina en el país, decidió de tiempo atrás, para mantener el régimen de corrupción que les beneficia, imponer a Enrique Peña Nieto como Presidente de México.

La estrategia que pusieron en práctica consistió en utilizar sus medios de comunicación y mediante la publicidad introducirlo al mercado para hacerlo figura nacional.

Televisa, Milenio y muchos otros, se dedicaron a proyectar una imagen de Peña Nieto que no corresponde a lo que es y representa.

Con esa fórmula, durante mucho tiempo, Peña Nieto mantuvo una gran popularidad, pero en la campaña las cosas empezaron a cambiar. Poco a poco, la gente se fue enterando por las redes sociales y por otros medios no convencionales, que se trataba de un engaño, de una farsa.

El 6 de mayo se celebró el primer debate y, aun cuando no se transmitió en los canales de mayor audiencia, millones de mexicanos se percataron de que Peña Nieto perdió el debate y quedó evidenciado como el candidato del grupo más corrupto de México.

Posteriormente, el 11 de mayo, Peña Nieto asistió a la Universidad Iberoamericana. Los estudiantes lo encararon y su torpe y autoritaria respuesta, secundada por los políticos que lo rodean, así como la distorsión de los hechos en los medios de comunicación, en particular de Televisa, dio lugar al movimiento #YoSoy132.

A partir de entonces, esta expresión estudiantil, con la demanda del derecho a la información y de no permitir la imposición de Peña Nieto, empezó a despertar a otros jóvenes en todo el país y a sacudir las conciencias de los ciudadanos, sobre todo, de las clases medias de México.

Después de este importante acontecimiento, empezó a crecer el rechazo hacia Peña Nieto y se precipitó su desplome en cuanto a las preferencias electorales. El jueves 31 de mayo, el periódico Reforma dio a conocer una encuesta en la cual la diferencia entre Enrique Peña Nieto y mi candidatura era de apenas 4 puntos. Días después, del 31 de mayo al 4 de junio, nuestro equipo técnico levantó otra y el resultado ya nos daba 2 puntos de ventaja.

Al percatarse sus patrocinadores que Peña Nieto se estaba cayendo, desesperados buscaron reforzar su estrategia mediática y consiguieron el apoyo del ex presidente Vicente Fox. Al mismo tiempo, iniciaron la guerra sucia en mi contra, en contubernio con los personajes que ejercen más influencia en el Partido Acción Nacional.

Sin embargo, lo más perverso e ilegal, fue la determinación de reclutar y alinear a los gobernadores del PRI para encargarles que se ocuparan de obtener votos a como diera lugar, sin escrúpulos morales de ninguna índole.

El 12 de junio, en Toluca, en la casa oficial del gobernador del Estado de México, se reunieron 16 gobernadores del PRI con Peña Nieto y su equipo de campaña. Ahí, se asignaron cuotas de votos por mandatario.

Por ejemplo, Eruviel Ávila, gobernador del Estado de México, se comprometió a conseguir 2 millones 900 mil votos que, casualmente, fue lo que obtuvo Peña Nieto en el Estado de México.

La confabulación de los gobernadores en el Estado de México se tradujo en utilizar recursos del presupuesto público de los estados para comprar millones de votos en todo el país.

Una prueba bien documentada de lo anterior fue el modo en que operó el gobernador de Zacatecas, Miguel Alonso Reyes, el cual asignó a sus principales colaboradores, por distrito y municipio, y está demostrado que manejar n chequeras con millones de pesos para la compra de votos.

En la práctica, en todo el país, el sufragio se adquirió con dinero en efectivo, con tarjetas para la obtención de mercancías, con despensas, materiales de construcción, fertilizantes y otras dádivas.

A los cuantiosos recursos económicos de procedencia ilícita que se ejercieron para la compra de los votos, habría que sumar miles de millones de pesos gastados en publicidad, en encuestas hechas a modo y en el pago a qui nes ejecutaron y apoyaron directa o indirectamente este vergonzoso plan. Todo ello, obviamente, rebasa con creces el tope de gastos de campaña establecido en la ley.

El operativo masivo de compra de votos se llevó a cabo antes y durante el día de la elección. Un caso emblemático es el de los monederos electrónicos de las tiendas Soriana, comercios que fueron vaciados por multitudes d l Estado de México, que canjearon tarjetas al día siguiente y en los días posteriores a la elección.

Aunque la compra del voto se dio prácticamente en todo el país, fue más acentuada en las zonas donde viven los más pobres de México, en especial en el medio rural. En estos lugares se registró el mayor nivel de participa ión ciudadana del país, contrario a lo sucedido en las anteriores elecciones presidenciales y superior a la media nacional registrada en los actuales comicios.

Por ejemplo, en los tres distritos con más población rural de Yucatán, se registró una participación promedio del 86 por ciento. En Chiapas, la participación ciudadana, con respecto al 2006, se incrementó en 118 por cien o y el PRI consiguió 506 mil votos de más.

Asimismo, en las casillas no urbanas, que son el 35 por ciento del total, Peña me gana, entre comillas, con 2 millones 801 mil 042 votos, lo que representa el 85 por ciento de su supuesta ventaja a nivel nacional.
No puede dejar de indignar y entristecer, el constatar, que los responsables de la desgracia de millones de mexicanos, encima de todo, utilicen a sus víctimas, en particular a los más pobres y desinformados, para sostene su funesto poder económico, político y mediático.

Además, fueron introducidas a las urnas ilegalmente infinidad de boletas marcadas a favor de Peña Nieto.
Las pruebas y testimonios que hasta ahora tenemos, nos permiten sostener que se compraron 5 millones de votos, aproximadamente. Tan solo en el Estado de México, Veracruz y Chiapas se adquirieron alrededor de 2 millones d votos.

En razón de lo anterior, y sin tomar en cuenta otras violaciones flagrantes a la Constitución y a las leyes en la materia, podemos resumir que en elecciones libres, la mayoría de estos ciudadanos no hubiesen votado por Peña Nieto.
Estamos ante un hecho completamente atípico. Baste decir que en las 902 casillas especiales que se instalaron en todo el país, donde sufragaron libremente los ciudadanos, el resultado fue completamente distinto: por Josefina Vázquez Mota 27.8%, por Enrique Peña Nieto 28.1%, por mi candidatura 41.0%, por Gabriel Quadri 1.6%, por candidatos no registrados 0.2% y los votos nulos 1.2%. En este tipo de casillas Peña solo gana en 4 estados de las 32 entidades de la República.

En suma, el sesgo que significó la compra y manipulación de millones de votos, no permite dar certeza a ningún resultado ni al proceso electoral en su conjunto.

En el terreno estrictamente legal, se violó el Artículo 41 de la Constitución, que establece que las elecciones deben de ser libres y auténticas.

En consecuencia, el día de hoy, en los términos que establece la ley, presentaremos el juicio de inconformidad para demandar la invalidez de la elección presidencial.

Llamo a todos los mexicanos a no permitir que se viole impunemente la Constitución y se cancele, en los hechos, la vía democrática.

Proceder de otra manera sería renunciar a nuestros derechos fundamentales y admitir la antidemocracia como forma de vida y como sistema de gobierno.

A mediados de la semana próxima, daremos a conocer el Plan Nacional para la Defensa de la Democracia y de la Dignidad de México.

Todo lo que hagamos será en estricto apego a nuestros derechos ciudadanos consagrados en la Constitución.

En especial, reitero que siempre actuaremos por la vía pacífica. No daremos ningún pretexto para que los violentos nos acusen de violentos.

No aceptemos que la corrupción domine por entero la vida nacional. Luchemos por el renacimiento moral de México.

Ciudad de México, 12 de julio de 2012

NO ACTA: Enterate de lo que esta pasando y va a pasar

lunes, 9 de julio de 2012

El México que no ha podido ser, será: carta a Andrés Manuel López Obrador. Arturo Romo Gutiérrez

El México que no ha podido ser, será: carta a Andrés Manuel López Obrador
Arturo Romo Gutiérrez
Texto original La Jornada
Esta vez no te llamo amigo sino hermano. El amigo se elige o abandona a voluntad. El hermano es para siempre. En nuestro caso, hasta triunfar o perecer. Es el destino de todo aquel que abraza una causa superior.

Nadie puede saber cuándo lograremos la victoria, pero ella inevitablemente llegará. No sé si la vida nos alcance para ver el cambio de la injusta realidad actual; si somos precursores o seremos conductores de la transformación social. Con o sin nosotros, el nuevo orden, que se encuentra en plena gestación, alumbrará.

Te has ganado un lugar de privilegio en la historia moderna del país. Nadie como tú ha luchado, con tanto tesón e inteligencia y siempre en las condiciones más adversas, contra este régimen de oprobio e ignominia que ya lleva treinta años de expoliar a México y su población trabajadora. Pero el poder neoliberal es aún avasallante, cínico, inclemente y amoral.

Hemos escogido la vía pacífica y democrática para combatirlo, derribarlo y hacer de México un país moderno y progresista, sustentado en una nueva sociedad, libre, justa e igualitaria. No sólo lo sugeriste, lo exigiste, y cada quien hizo lo propio antes y durante la contienda electoral.

Ciertamente, el pueblo mexicano es poseedor de altas calidades revolucionarias. Lo ha probado a lo largo de la historia, en lucha contra enemigos superiores en número y eficiencia militar. Mas, en esta lid, muchos de sus componentes fueron aplastados y humillados por la realidad de su pobreza.

Es preciso recordar: a finales del siglo XIX se llevaba a cabo la norteamericanización de México; los capitales estadunidenses obtenían jugosas utilidades de su asociación con la dictadura porfirista. El American Cordage Trust, filial de la Standard Oil, exterminaba a los indios mayas, a veces los compraba por lotes en 50 pesos –como en la antigua Grecia de Pericles–; se conservaban mientras duraban… En menos de tres meses enterramos a la mitad, confió a Turner un administrador norteamericano.

En marzo de 2009, cuando concluiste tu recorrido por los 2038 municipios de régimen de partido del país y poco después, en noviembre de ese mismo año, los 438 municipios indígenas del estado de Oaxaca, publicaste dos textos estremecedores: El país desde abajo: apuntes de mi gira por México, y Oaxaca, un viaje al corazón del México profundo, este último título inspirado por el gran antropólogo social Guillermo Bonfil Batalla. Parecía que describías los horrores padecidos por los pobres durante el régimen de Díaz, cien años atrás.

En aquel tiempo se cancelaron las libertades políticas de los mexicanos. Hoy ocurre lo mismo. Son coordenadas que se cruzan en la historia. En ambos periodos es la pobreza manipulada por el poder oligárquico lo que somete, agravia y obtura el porvenir.

El mismo régimen de antaño, con nombre diverso, ha vuelto a aparecer. Lo derrotamos con el voto en 1988 y en 2006. Los poderes constituidos burlaron la voluntad del pueblo expresada en las urnas. El fraude moderno ya no se verifica en la casilla, sino antes y durante el ejercicio eleccionario.

La victoria que dicen los árbitros venales alcanzó uno de los dos partidos apuntaladores de la oligarquía, ha sido como las de Pirro, rey de Epiro: caras, engañosas y ciertamente intrascendentes. Pasará con pena sin gloria para nadie.

No lo duden: llegará la hora del desquite. La poderosa red de intereses implicados no ha logrado cooptarte y menos aún aniquilarte, como tampoco al Movimiento Progresista. A pesar de sus pesares, constituimos una fuerza política y social, real e incontrastable, no sólo por su número, sino porque es conciencia organizada y decidida a proseguir la lucha en el marco de las nuevas circunstancias. Resistir para avanzar, defender el derecho del pueblo a la revolución pacífica, frenar la calamidad neoliberal, gobernar de modo diferente en donde la izquierda se ha hecho con el mando, servir obedeciendo como los zapatistas, es y será nuestra tarea.

Adelante, hermano y líder, a continuar con renovado ánimo, a contrapelo de los que se han acobardado, han caído en la desesperanza o se aprestan al acomodo dentro de la nueva situación política. Ten a la vista lo que decía Debray: Para un revolucionario el fracaso es un trampolín. Luego, las derrotas de los movimientos progresistas no son sino los prólogos de las grandes victorias de mañana. Hoy, como ayer, se levanta señera la voz de don Benito Juárez: El triunfo de la reacción es moralmente imposible. El México que no ha podido ser, será.