domingo, 28 de febrero de 2010

Ana Lilia Pérez presentó su nuevo libro CAMISAS AZULES, MANOS NEGRAS







CAMISAS AZULES, MANOS NEGRAS es el título del nuevo libro que presentó hoy Ana Lilia Pérez en la Feria del Libro del Palacio de Minería.

Acompañada por Miguel Badillo, director de la revista Contralínea y por el reconocido periodista Miguel Ángel Grandos Chapa, Ana Lilia agradeció su apoyo, ante las múltiples demandas que ha tenido que enfrentar por haber documentado y hecho públicos notorios casos de corrupción de los panistas, desde el presidente usurpador, Felipe Calderón, su secretario y hoy presidente de ese partido, César Nava, Juan Bueno Torio, Jorge Nordhausen, Diego Fernández de Cevallos, Jesús Reyes Heroles y Vicente Fox, entre otros.

La valiente periodista Ana Lilia Pérez resume en este libro los resultados de su investigación de nueve años, denuncia múltiples actos de corrupción y tráfico de influencias que realizaron los panistas al amparo del poder federal.

Ana Lilia ha sido amenazada y hostigada por los beneficiados de estos ilícitos negocios con PEMEX, quienes por cierto, no han podido desmentir ni una sola de las acusaciones que hace Ana Lilia Pérez.



Aquí los videos:

Ana Lilia Pérez




Miguel Ángel Granados Chapa



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sábado, 27 de febrero de 2010

Garzón, un juez cuestionado.

Garzón, un juez cuestionado
Adolfo Pérez Esquivel *
La Jornada

La representación clásica de la justicia es una mujer con los ojos vendados, una balanza en una mano y en la otra una espada. Nunca me gustó esa alegoría de la ceguera de la justicia y menos con la espada. Creo que la justicia tiene que mirar de frente, buscar el equilibrio de la verdad e impartir justicia; reparar el daño hecho a las personas y a la sociedad.

Siempre recuerdo a Henry Thoreau, quien decía que toda persona amante de la libertad debe ser respetuosa de la ley, respetarla y hacerla respetar; señalaba que no toda ley es justa, que las leyes injustas deben ser desobedecidas hasta su total nulidad. Así asumió su compromiso con la sociedad en los hechos concretos y proclamó la resistencia civil, no violenta, que lo llevó a la cárcel, negándose a pagar los impuestos para la guerra contra México. Esa misma decisión la asumieron Mahatma Gandhi en el movimiento de liberación de India, Luther King, Lanza del Vasto, el Dalai Lama, los movimientos indígenas, los campesinos sin tierras, los obreros y las luchas en defensa de los DD.HH. de Argentina y otros países latinoamericanos, los cuales tuvieron ese camino de inspiración y compromiso en la resistencia contra las dictaduras militares que asolaron la vida de nuestros pueblos.

Las FF.AA. buscaron la impunidad jurídica y negociaron con dirigentes políticos, sectores eclesiásticos y empresariales y utilizaron todos los medios para impedir el derecho de verdad y justicia de los pueblos. Esa situación de impunidad motivó a los organismos de DD.HH. a recurrir a instancias internacionales, abrir espacios a fin de alcanzar el derecho a la justicia que en nuestros países se nos negaba.

Recuerdo el primer encuentro con el juez Baltasar Garzón en Madrid, todavía no lo había autorizado la Audiencia Nacional para asumir el juicio en Argentina. En ese primer encuentro le entregué mi testimonio como sobreviviente de la dictadura militar; fue un manuscrito en varias hojas de cuaderno. El encuentro fue alentador, se abría una posibilidad y esperanza de poder juzgar a los responsables de crímenes de lesa humanidad en España a partir de ciudadanos y ciudadanas españoles.

En Argentina las leyes de Punto Final y Obediencia Debida, dictadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín, con la complicidad de dirigentes peronistas, radicales y los militares, buscaron la impunidad e imponer el olvido. Su discurso era: el pasado hay que dejarlo, hay que mirar hacia delante para retornar a la democracia. Negaron el derecho al pueblo y a los familiares de las víctimas a saber la verdad.

Frente a la impunidad jurídica en nuestro país, los organismos de DD.HH. recurrimos a otras instancias, como Francia, Alemania, Italia, Suecia y España, para lograr que la justicia asuma la responsabilidad con los ciudadanos de sus países, víctimas de la dictadura militar y que apliquen el derecho internacional.

El trabajo fue avanzando lento pero firme, el juez Baltasar Garzón asumió con responsabilidad esa tarea y tuvo que sortear muchas dificultades con coraje y voluntad de llevar adelante el juicio contra los represores argentinos y chilenos. La detención del dictador Augusto Pinochet en Londres provocó un fuerte detonante internacional de avanzar en superar la impunidad y someter a juicio a los represores.

El juez Garzón es incómodo para quienes pretenden ocultar la verdad y mantener la impunidad jurídica, y buscan destituirlo para evitar que investigue los crímenes de lesa humanidad provocados por el franquismo.

Mientras juzgaba crímenes en países como Argentina y Chile, le permitieron avanzar sin grandes cuestionamientos, pero cuando abre la causa sobre lo ocurrido en España el Tribunal Supremo español busca todos los caminos y artimañas para impedirlo y apartar al juez de sus funciones, acusándolo de prevaricar en la causa contra los responsables de crímenes cometidos durante el franquismo.

España, después de la muerte del generalísimo Franco, quien se proclamaba caudillo de España por la gracia de Dios buscó la complicidad del silencio y el olvido. Se impuso que la época vivida por el pueblo durante el franquismo quedaba en el pasado oscuro y de eso no se habla.

Sacrifican el derecho de verdad y justicia, en lo que consideraban el bien superior de retornar a la democracia, sin conflictos y no revolver heridas del pasado.

Los jueces cómplices de la impunidad buscan separarlo y suspenderlo mientras dure el proceso en su contra, a pedido de organizaciones de derecha franquistas que han iniciado la querella contra Garzón. Lamentablemente hay sectores que dicen ser progresistas que se han sumado a la campaña de lograr la destitución de Garzón.

Es necesario que los organismos de derechos humanos, movimientos sociales, magistrados, colegios de abogados, iglesias y sindicatos actúen en defensa del juez Garzón en España, América Latina y a escala internacional.

Hacemos un llamado al Tribunal Supremo Español para que actúe con ecuanimidad y le decimos que la justicia no es ciega: los pueblos tienen los ojos abiertos.

Juan Gelman dice: En Argentina habemos jueces que violan el derecho de gente, el derecho humanitario internacional, los derechos de los agredidos, la moral y la ética más corrientes, movidos tal vez por viejas complicidades. El juez Garzón no pertenece a esa tribu y que lo juzguen por hacer justicia no se entiende. No lo entendemos en América Latina. Tampoco en otras partes del mundo.

* Premio Nobel de la Paz

Chile terrible terremoto Piñeira da declaraciones lamenta los muertos.flv

TRIBULACIÓN / Gabriela Mistral.

TRIBULACIÓN / Gabriela Mistral.

En esta hora, amarga como un sorbo de mares,
Tú sosténme, Señor.
¡Todo se me ha llenado de sombras el camino
y el grito de pavor!
Amor iba en el viento como abeja de fuego,
y en las aguas ardía.
Me socarró la boca, me acibaró la trova,
y me aventó los días.

Tú viste que dormía al margen del sendero,
la frente de paz llena;
Tú viste que vinieron a tocar los cristales
de mi fuente serena.
Sabes cómo la triste temía abrir el párpado
a la visión terrible;
¡y sabes de qué modo maravilloso hacíase
el prodigio indecible!
Ahora que llego, huérfana, tu zona por señales
confusas rastreando,
Tú no esquives el rostro, Tú no apagues la lámpara,
¡Tú no sigas callando!

Tú no cierres la tienda, que crece la fatiga
y aumenta la amargura;
y es invierno, y hay nieve, y la noche se puebla
de muecas de locura.

¡Mira! De cuántos ojos veía abiertos sobre
mis sendas tempraneras,
sólo los tuyos quedan. Pero se van llenando,
de un cuajo de neveras...

Chile terrible terremoto 78 fallecidos por el sismo que sacudio Chile 27-2-2010.flv

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, declaró el estado de catástrofe en zonas afectadas por un sismo de 8,8 grados en la escala de Richter que sacudió este sábado el centro y el sur del país y que hasta ahora ha dejado 78 muertos.

El gobierno declaró "zona de catástrofe" a cinco regiones, incluida Santiago de Chile, la capital.
Imágenes de la destrucción
Terremoto en Chile

"No estamos hablando de estado de catástrofe como estado constitucional. Estamos hablando de zonas afectadas por catástrofe", lo que significa más "facilidades institucionales para responder a la crisis (...) recursos extraordinarios y atribuciones extraordinarias", aclaró Bachelet.

"Hay una enorme cantidad de daño que no sabemos su exacta dimensión, que está siendo evaluado", agregó al tiempo que la Oficina Nacional de Emergencia intenta hacer un primer balance del terremoto.

El sismo, que tuvo el epicentro en la región del Bío-Bío, a unos 91 kilómetros de la ciudad de Concepción, sacudió siete regiones del país causando extensos daños en la infraestructura.

Las autoridades elevaron a 78 el número de muertos y el Ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, dijo que 34 de las víctimas fatales se registraron en la región del Maule, a unos 300 kilómetros al sur de la capital.


http://www.bbc.co.uk/mundo/america_latina/2010/02/100227_chile_terremoto_catastrofe_ra.shtml

Chalco represión a damnificados- Excélsior.flv

Afectados de Chalco chocan con policías
Durante el mediodía de ayer se registraron tres zafarranchos entre la fuerza pública y los afectados por la anegación

VALLE DE CHALCO, Méx.— Damnificados por la inundación del río de la Compañía se enfrentaron con elementos de la Policía Federal y de la Ag encia de Seguridad Estatal en la lateral de la autopista México-Puebla, a la altura del kilómetro 28.5, lo que dejó decenas de lesionados, dos detenidos y cuatro vehículos dañados.

Durante el mediodía de ayer se registraron tres zafarranchos entre la fuerza pública y los afectados por la anegación de aguas negras del 5 de febrero.

La violencia se desató luego de que los vecinos, incitados por Jesús Fernández Arragán, ex regidor del PT de Valle de Chalco y dirigente del Frente Nacional Ciudadano Emiliano Zapata, embistieron con dos camionetas la valla de miembros de la ASE que se colocó sobre la lateral para impedir que cerraran la circulación en dirección a Puebla.

Los policías golpearon con sus toletes los vidrios de la pick up Ford placas LSN 8159, y la RAM Blazer matrícula 211 HVK, para detener a sus conductores.

Entonces, algunos manifestantes, que en ese momento eran cerca de 300, les lanzaron piedras, palos y objetos.

Los policías respondieron con gases lacrimógenos lanzados directamente a los habitantes, así como con piedras.


http://www.eluniversal.com.mx/edomex/2961.html

viernes, 26 de febrero de 2010

Carlos Montemayor es reportado grave.

Carlos Montemayor es reportado grave

Médicos ofrecen pocas esperanzas de vida para el ensayista, luchador social y tenor.

La Jornada en línea
Publicado: 26/02/2010 12:42

México, DF. El escritor, tenor, traductor, ensayista y miembro de la Academia de la Lengua Carlos Montemayor fue reportado desde anoche como grave y los médicos ofrecen, por lo pronto, pocas esperanzas de vida.

Montemayor (Parral, Chihuahua, 13 de junio de 1947) se encuentra internado en el Instituto Nacional de Cancerología desde el pasado lunes 22 de febrero a causa de un cáncer en el estómago que le fue diagnosticado hace algunos meses.

Tras el diagnóstico, el también miembro de la Real Academia Española y de la Asociación de Escritores en Lenguas Indígenas continuó su trabajo creativo y multidisciplinario, que incluye -además de sus colaboraciones para La Jornada- la publicación el martes 2 de marzo de su más reciente libro La violencia de Estado en México, del cual este diario publica hoy un adelanto. Más detalles La Jornada.

jueves, 25 de febrero de 2010

Evo Morales discurso histórico desde México Coyoacán

Palabras, hermosas palabras de esperanza a un pueblo como el Mexicano que se enfrenta a tantas injusticias. El presidente Evo Morales comparte su historia tejida de trabajo, esfuerzo y temple, para conducir un movimiento social a la toma del poder.




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Le tomamos la palabra... "¡Váyase, por favor, señor Calderón!"

Si no hay respeto "nos vamos": Calderón en un acto de Mérida

La gobernadora Ortega envió antes una carta de extrañamiento a la SG, que no le notificó la visita.

La Jornada En Línea y Notimex
Publicado: 25/02/2010 13:37

Mérida, Yuc. De manera inusual el presidente Felipe Calderón pidió, antes de iniciar el evento en donde anunciaría la ampliación del Programa Oportunidades, respeto a los presentes en el gimnasio municipal polifuncional San José Tecoh.

"Quiero que me ayuden a sentirme como siempre me he sentido en Mérida, que es una tierra de gente buena, de gente limpia. Así que les voy a pedir, les pido, porque quiero sentirme como siempre me he sentido aquí, que todos seamos respetuosos, que todos estemos contentos, que no ofendamos a nadie aquí... si no es así me dicen y nos vamos, gracias", expresó. Más detales la Jornada.

Jóvenes, educados y desempleados Jean Maninat

Jóvenes, educados y desempleados
Jean Maninat / La Jornada

Hace algunos años era común increpar a los jóvenes con un "sal a la calle y encuentra un trabajo". Ahora esa exhortación no sirve para nada, pues hay 7 millones de personas de entre 15 y 24 años, que, por más que lo intentan, no logran ocuparse en los mercados laborales de América Latina, y se ven obligados a pasar los días sin oficio alguno.

Entre quienes no consiguen trabajo cunde el desaliento, y aquellos que sí cuentan con un empleo, en general lo ejercen en condiciones de informalidad, sin protección ni perspectivas.

Basta revisar los indicadores de escolaridad de cualquier país para darse cuenta de que además estamos ante una paradoja: estos jóvenes forman parte de la generación más educada que hayamos tenido con un buen porcentaje que ha ido a la universidad y tiene lógicas expectativas sobre su propio futuro en el mundo del trabajo.

El empleo de los jóvenes es un desafío político, porque cuando esas expectativas se traducen en desaliento y frustración, se hace más difícil la estabilidad de nuestras sociedades e incluso la representatividad y gobernabilidad democráticas.

Pensemos en un joven al que llaman a votar, que vota en situación de desempleado, y que años después, al repetir el proceso, sigue aún sin conseguir trabajo. ¿Cómo afecta esto su vinculación con la democracia?

Además, existe el problema de la relación con la vida laboral, pues cuando no tienen oportunidades difícilmente lograrán romper el círculo de la pobreza e internarse en una senda de trabajo decente. Estaremos desperdiciando un talento y una capacidad productiva necesaria para lograr el crecimiento económico.

Por si fuera poco, los jóvenes han sido el grupo más golpeado por la crisis del empleo de este último año. Indicadores recopilados por la Organización Internacional del Trabajo revelan que en 2009 su tasa de desempleo aumentó más que la de los adultos, mientras disminuyó su participación en los mercados laborales, lo que se atribuye en gran parte al desaliento.

Se estima que más de 600 mil jóvenes engrosaron las filas del desempleo a causa de la crisis.

En América Latina y el Caribe hay 104 millones de jóvenes que enfrentan el siguiente panorama: 34 por ciento de ellos solamente estudia; 33 por ciento sólo trabaja; 13 por ciento estudia y trabaja, y 20 por ciento no estudia ni trabaja.

Se sabe que la tasa de desempleo entre la juventud duplica la tasa general y triplica la de los adultos, una realidad global que trasciende el espacio latinoamericano. Por otro lado, es práctica habitual que sean los primeros en perder su empleo en tiempos de crisis, y los últimos en volver a trabajar cuando llega la recuperación. Sin contar que son considerados mano de obra barata, y esto suele sumirlos en condiciones laborales precarias.

Para enfrentar este desafío es necesario adoptar medidas específicamente dirigidas a generar más y mejores empleos para los jóvenes; invertir en formación profesional, incentivar el espíritu de emprender para que puedan verse también como creadores de empleo. Aquí no actúan las fuerzas invisibles de ningún tipo, porque estamos frente a problemas estructurales que sólo pueden ser abordados con acciones y políticas muy concretas.

Hay que colocar los planes de promoción del trabajo decente para los jóvenes como parte integral de las políticas públicas; se necesita fortalecer la institucionalidad que pone en práctica estas políticas; se requiere del diálogo social para hacerlas más fuertes y garantizar su éxito; es indispensable el intercambio de buenas experiencias entre las naciones.

No hay soluciones mágicas para un problema tan complejo, por eso es importante que los gobiernos nacionales, regionales y locales, sindicatos y empresarios, conjuntamente con otros actores sociales, insistan en buscar la manera de torcer esta realidad si es que de verdad queremos avanzar hacia el desarrollo.

Sin los jóvenes no vamos a lograrlo.

* Director regional de la OIT para América Latina y el Caribe

miércoles, 24 de febrero de 2010

América Latina: paso histórico

América Latina: paso histórico

Apesar de la inocultable fractura política que divide a los gobiernos de la región, de los diversos diferendos bilaterales que persisten en ella, y con todo y el encontronazo ocurrido en la cumbre de Cancún entre los presidentes de Colombia y Venezuela, Álvaro Uribe y Hugo Chávez, respectivamente, en ese cónclave fue posible anunciar el acuerdo de 33 países de América Latina y el Caribe para constituir una organización hemisférica sin Estados Unidos y Canadá.

Si persiste la voluntad política de aquí a los encuentros de Caracas (2011) y de Santiago de Chile (2012), ese nuevo foro dotará a las naciones situadas al sur del río Bravo de un mecanismo equitativo de cooperación, integración, resolución de conflictos, solución de problemas comunes e incidencia en los fenómenos mundiales, funciones que la Organización de Estados Americanos no ha podido cumplir por un motivo fundamental: su supeditación a los designios del Departamento de Estado de Estados Unidos y la asimetría inherente a un foro en el que países pobres y dependientes han debido medirse con el peso económico y diplomático no sólo de economías emergentes (Argentina, Brasil, Chile), sino con el de una nación industrializada del primer mundo (Canadá) y con la aplastante hegemonía de la única superpotencia planetaria.

En contraste con esa historia de sometimiento, América Latina han ido forjando por su cuenta, y al margen de injerencias extrarregionales o estadunidenses, instancias multilaterales de probada eficacia en el ámbito de la cooperación económica: la Comunidad del Caribe, el Mercosur, la Comunidad Andina, el Sistema de la Integración Centroamericana. En el terreno de la gestión política y diplomática, los esfuerzos latinoamericanos se han traducido no sólo en la constitución de parlamentos regionales (el Andino, el Centroamericano, el Latinoamericano), sino también en mecanismos de resolución de conflictos, como el Grupo Contadora y su sucesor, el Grupo de Río.

No obstante, es mucho el camino que falta por andar desde este acuerdo inicial hasta la fundación y puesta en marcha de la nueva instancia regional. A juzgar por antecedentes históricos, la diplomacia estadunidense buscará torpedear o desvirtuar la organización en ciernes, y la fractura política latinoamericana –ahondada por los recientes giros a la derecha en Chile, Panamá y Honduras– gravitará en forma negativa en el proceso de toma de decisiones requerido para llegar hasta la constitución del nuevo organismo. Es de esperar que los gobernantes de la zona sean capaces de sortear los obstáculos y que el nuevo organismo pueda entrar en operación lo antes posible. Porque si algo cabe lamentar de la declaración de Cancún es que haya llegado apenas ahora y que fije un lapso tan prolongado para la conformación de la nueva instancia latinoamericana y del Caribe.

Malvinas: brasa encendida. José Steinsleger

Malvinas: brasa encendida José Steinsleger
La Jornada

No dejan de ser chuscas las voces que califican de "anacrónico" el legítimo y soberano reclamo de Argentina sobre el archipiélago de Malvinas. Dicen: ¿qué importancia tendrán aquellas islas heladas del Atlántico Sur, en las que viven 3 mil personas que aún conservan la mentalidad de la Inglaterra eduardiana?

Los ingleses, en cambio, tienen clara la película desde 1833, cuando invadieron las islas. Pocos años después, con pirática lucidez, el primer ministro de la reina Victoria, lord Aberdeen, profetizó: "En estos días de de-senvolvimiento de Sud América, las islas tienen gran valor para Inglaterra como base naval".

En 1985, la entrada en funciones de una gigantesca pista de aterrizaje en las islas permitió que Gran Bretaña convirtiese las Malvinas en la principal base militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y de su país líder, Estados Unidos, en el Atlántico Sur.

La base controla las vías de comunicación interoceánica en el extremo austral, se proyecta con fines bélicos sobre la Antártica y, por sobre todo, jugará su rol en el desarrollo político interno de Brasil y Argentina. Fuera de esto, en Malvinas hay petróleo. Y mucho. A inicios de diciembre pasado, el diario inglés The Sun informó que las islas guardan, al menos, 60 mil millones de barriles. Noticia que, simultáneamente, anunciaba la partida desde Escocia de la Ocean Guardian, primera plataforma de exploración.

Las apetencias inglesas sobre los recursos petroleros, mineros y pesqueros de Malvinas datan de 1975. En abril de 1982, cuando la dictadura del general Leopoldo F. Galtieri ocupó las islas para sortear la crítica situación interna, ya existían 13 informes científicos internacionales que señalaban su importancia hidrocarburífera.

Las relaciones entre ambos países, interrumpidas a causa de la guerra, se retomaron en 1989. Se acordó, en principio, congelar la discusión sobre el tema de la soberanía. Y en 1995, el gobierno neoliberal de Carlos Menem firmó un acuerdo de cooperación, por mediación del cual se creaba una zona especial que sería "explorada y explotada en conjunto". Cinco días después, Londres movió los hilos. Los kelpers (habitantes de las Malvinas) licitaron 19 áreas y concedieron 12 contratos. Se presentaron cerca de medio centenar de compañías y el gobierno "soberano" de las islas entregó siete licencias de exploración off-shore. Enjuagues que, según la cancillería inglesa, respondían al principio de "autodeterminación de los pueblos" (sic).

En 2007, frente al incumplimiento de lo estipulado y luego de ocho reuniones en vano, el ex presidente Néstor Kirchner liquidó los acuerdos de cooperación conjunta suscritos por Menem. Sin embargo, el hallazgo en 2009 de grandes yacimientos de crudo en el litoral atlántico de Brasil estimuló al premier Gordon Brown para impulsar el viaje de la plataforma Ocean Guardian.

El gobierno de Cristina Fernández fijó posición: los buques que quieran transitar entre Malvinas y el territorio continental argentino deben solicitar autorización previa. Y además las firmas que se involucren en los programas de exploración petrolera fijados unilateralmente por Inglaterra, en algún momento tendrán que pagar retroactivamente las regalías correspondientes.

En la pasada cumbre del Grupo de Río y los países del Caribe, celebrada en Cancún, los medios ingleses y europeos indagaron con insidia: ¿bloqueo marítimo a las Malvinas? La presidenta puso el ejemplo de sus críticas al bloqueo imperial sobre Cuba y manifestó que Argentina no se iba a prestar a "ejercicios ridículos de cinismo". Precisó: "No estamos en Afganistán ni en Irak. Nos oponemos a cualquier tipo de violación del derecho internacional".

Ninguneada por corresponsales que andaban más pendientes de los arrebatos entre Hugo Chávez y Álvaro Uribe, la gobernanta manifestó en plenario: “Malvinas es algo que debe competernos a todos, no sólo a los que estamos aquí porque formamos parte de la región… Si realmente quienes tienen el poder de sentarse en esos sillones permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas son los que violan las propias disposiciones que tomamos juntos en la ONU, va a resultar difícil justificar exigencias a otros países sobre el desarme, la actividad nuclear y de respeto a los derechos humanos (...) Creemos que ésta (la causa de Malvinas) es una de las claves de un mundo cada vez más inseguro, más peligroso, más fragmentado, no ya por disputas ideológicas como las que caracterizaron el siglo XX, sino tal vez por cosas más graves y profundas… como el derecho a ejercer el dominio y el usufructo de nuestros recursos naturales renovables y no renovables”.

Sin excepción, los países de la cumbre (incluyendo las ex colonias británicas del Caribe, con más intereses y vínculos con Londres que con Buenos Aires) no sólo respaldaron la posición argentina, sino que supieron interpretar las palabras del ex presidente de Bolivia, Hernán Siles Suazo, en el dramático año de 1982: "Hay que malvinizar a Latinoamérica".

martes, 23 de febrero de 2010

Martín Esparza Flores ¿Dónde está el apoyo de AMLO?

El Secretario del SME cuenta cuando el sindicato apoyo a los plantones, la situación que tuvieron algunos trabajadores de ser despedidos, y cuestiona ¿dónde está Andrés Manuel, donde esta su gente? se juega el proyecto obrero y no lo vemos de manera contundente.



Evo Morales Conferencia de Prensa visita a México

Conferencia del mandatario Boliviano después de una intensa agenda en México, realizada del el Hotel Sevilla Palace el día 21 de febrero de 2010. Mostrando su lado humilde, pero muy firme contesto una serie de preguntas enfocadas a su gobierno, a su relación con los medios y por supuesto la política mexicana, las cuales de manera diplomática no conesto por las debidas ccuestiones políticas.

Humano, siempre, Evo Morales.


http://www.radioamlo.org

lunes, 22 de febrero de 2010

Evo Morales en La Jornada

Cancún: paso a la integración.

Cancún: paso a la integración regional
Editorial de la Jornada

Se da por hecho que en la reunión cumbre de países latinoamericanos y del Caribe que arranca hoy en Cancún se impulsará la creación de un organismo continental que no incluirá a Estados Unidos y Canadá. Además de ese punto –que será, sin duda, el plato fuerte del encuentro–, se pondrán sobre la mesa temas cruciales, como la reconstrucción de Haití; el respaldo continental a la reivindicación argentina sobre la soberanía de las Islas Malvinas; el quiebre de la normalidad institucional en Honduras; el riesgo que representa la instalación de bases militares estadunidenses en territorio colombiano; el restablecimiento de relaciones entre Colombia y Ecuador –rotas a raíz de la incursión militar ordenada por Álvaro Uribe Vélez sobre territorio ecuatoriano, en la cual fueron asesinados, además de un comandante de la guerrilla colombiana, Raúl Reyes, cuatro estudiantes mexicanos y varios ciudadanos ecuatorianos, y resultaron heridas varias personas–, así como el persistente bloqueo económico que el gobierno estadunidense mantiene contra Cuba desde hace casi medio siglo.

A reserva de analizar esos temas en un momento posterior, ha de destacarse que la convocatoria a la conformación de un nuevo organismo regional sin Estados Unidos y Canadá reviste trascendencia histórica pues, de concretarse, dotará a las naciones del subcontinente de un mecanismo de resolución de diferencias al margen de la influencia de Washington. Como destacó ayer el presidente boliviano, Evo Morales, en el acto que protagonizó en Coyoacán, esa influencia ha sido, es y seguirá siendo factor principalísimo de atraso, desunión y dependencia en los países latinoamericanos.

Por lo demás, la Organización de Estados Americanos (OEA) es muestra fehaciente de la proyección neocolonial de Washington en la región y de la manera en que ésta impide la democratización, el desarrollo económico y el ejercicio de la soberanía de las naciones situadas al sur del río Bravo. Un ejemplo inmediato de la inoperancia de esa organización es su incapacidad para contrarrestar el golpe de Estado que tuvo lugar en Honduras a mediados del año pasado y que desembocó en un gobierno carente de legitimidad en esa nación centroamericana. Más allá de eso, la historia misma de la OEA es la de medio siglo de injerencias políticas, económicas, militares y diplomáticas de Washington en América Latina, y es claro que el subcontinente requiere de un foro en el que sus gobiernos puedan tratar diferendos binacionales y crisis nacionales, así como impulsar una integración regional que, en el marco de la globalización económica, resulta ya no sólo deseable, sino también impostergable.

En este sentido, si en Cancún se consigue impulsar la organización continental referida, se dará un impulso de gran relevancia –por encima de diferencias políticas e ideológicas y de estrategias económicas– al proyecto de unidad latinoamericana, un proyecto que aparece desde los procesos de independencia de los países de la región.

domingo, 21 de febrero de 2010

Bolivia: tres revoluciones.

Bolivia: tres revoluciones
Guillermo Almeyra / La Jornada
Bolivia está llevando a cabo tres revoluciones simultáneas: una, democrática, descolonizadora, modernizadora; otra, cultural, eliminadora del atraso y la barbarie impuestos por el pasado de explotación y sumisión, y la tercera, social, de contenido anticapitalista objetivo. Evo Morales y su gobierno conducen las dos primeras con gran vigor y decisión, pero las formas y el contenido de la tercera están todavía indefinidos.

Dos casos recientes ilustran las dificultades que derivan del pasado. El primero es del intelectual aymara y ex ministro Félix Patzi, hasta hace poco candidato nada menos que a gobernador de La Paz y que acaba de pasar a la oposición y de intentar formar su propio partido campesino sobre bases racistas (habla de que los ministros blancos lo persiguen). El otro es el de la negativa del Estado Mayor de las fuerzas armadas a proporcionar a la justicia los documentos sobre la dictadura y las desapariciones y torturas. Analicémoslos un poco.

El gobierno, por la vía legal, había declarado que conducir en estado de ebriedad constituía un delito punible con cárcel, como en cualquier país civilizado. El sindicato de choferes de autobuses declaró un paro de 48 horas para revocar esa medida, defendiendo obviamente el "derecho" a conducir borracho y, además, Patzi fue pillado conduciendo alcoholizado y Evo Morales, de inmediato, así como el MAS, su partido, lo eliminaron automáticamente como candidato a gobernador de la principal ciudad boliviana, a pesar de su popularidad y su apoyo organizado.

Patzi, para colmo, primero mintió al tratar de explicar su borrachera pues dijo que venía de un inexistente velorio de una prima. O sea, opuso los usos y costumbres (en los velorios todos beben) a la ley estatal y, después, para colmo, se fue a su zona natal para que su comunidad le aplicase un castigo (hacer mil ladrillos de adobe en tres días). La imposibilidad material de cumplirlo en ese corto lapso (reducido además por entrevistas y reuniones) constituía por sí misma otra mentira evidente y, una vez más, un intento de oponer los usos y costumbres a la ley estatal (aunque, desde el punto de vista de aquéllos, correspondía que el castigo fuese establecido por la comunidad donde había cometido el delito, y no por su comunidad originaria).

La ley de la República fue violada en nombre de la incorporación de los usos y costumbres a la Constitución pero pisoteando al mismo tiempo el precepto indígena oficial de "no mentir", aprovechando que en Bolivia, como en muchos otros países, emborracharse es algo muy común y cosa de hombres, tanto que un sinónimo de beber es "macharse". Las decisiones legales tendientes a fortalecer el Estado, por otra parte, chocaron además en este caso con el indigenismo racista de Patzi (y de sus seguidores atrasados que creen que los explotadores son sólo los k’aras, los blancos, cuando hay capitalistas aymaras) y con el nepotismo y el clientelismo del ex ministro durante su periodo de administrador público, así como con el corporativismo de la Federación Campesina de la Paz, que lo siguió acríticamente, y sobre el cual Patzi intenta construir su partido opositor.

En el caso del mando militar y de su oposición a la justicia actúan diversos factores ( como, por ejemplo, la influencia en los altos mandos de las fuerzas conservadoras y contrarrevolucionarias nacionales y extranjeras) pero predomina nuevamente el corporativismo. Los militares de hoy cubren a los dictadores y asesinos del pasado, porque "perro no come perro" y porque esperan que en el futuro se les brinde a ellos la misma solidaridad de casta. Ahora bien, en un Estado moderno –y Morales quiere modernizar Bolivia– los militares están sometidos a las leyes y a los poderes estatales y no son un cuerpo que pueda funcionar en autogestión. Nuevamente, los intentos de sacar a Bolivia del atraso (la borrachera, el clientelismo, la corrupción, la arbitrariedad de los cuerpos separados) para imponer una Constitución, un estado de derecho y construir, por primera vez en su historia, un verdadero Estado capitalista, chocan con el espesor político-cultural del colonialismo y el precapitalismo. Y eso no se elimina en un par de años sino que requiere una larga revolución cultural. No basta, pues, con ganar el gobierno y con obtener un apoyo popular de 80 por ciento contra la reacción, si no se tiene realmente el poder y si ese apoyo masivo es mucho menor en casi todos los aspectos de la vida política y cotidiana, que, para bien y para mal, están muy marcadas por el pasado.

Aquí entra el problema de la tercera revolución, la anticapitalista, que figura en las aspiraciones de Evo Morales y Alvaro García Lineras pero no permea ni las medidas de su gobierno ni el accionar de su partido, el MAS. En primer lugar, éste es un pool de intereses corporativos, una alianza de organizaciones sindicales y sociales con sus burocracias respectivas, y no está en condiciones de orientar al gobierno. En segundo lugar, según las tradiciones nacionalista-desarrollista de la revolución de abril de 1952, el gobierno confía en el aparato estatal para industrializar el país y no en las capacidades de autogestión y construcción de una economía alternativa por parte de los obreros y campesinos. Depende, pues, como antaño, de una economía extractiva, exportadora y de la producción por el Estado de lo mismo que producían los capitalistas privados. Construye así el capitalismo de Estado e intenta crear un aparato burocrático para dirigirlo y utiliza el apoyo masivo como si fuera su infantería de choque, pero sin que los trabajadores discutan y decidan qué hacer en el territorio y qué con los recursos. Pero esto tampoco se consigue rápidamente y, además depende de los avances de la revolución cultural y de la situación económica internacional.

sábado, 20 de febrero de 2010

Hacía un nuevo foro regional

Hacia un nuevo foro regional / Editorial de la Jornada

El anuncio realizado ayer por el presidente de Bolivia, Evo Morales, en el sentido de que en la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe –que se inicia este domingo en Cancún, Quintana Roo– se gestará "una nueva Organización de Estados Americanos (OEA) sin la presencia de Estados Unidos ni Canadá", recoge una demanda añeja, sensata y procedente: la construcción de un nuevo foro político regional, ante la condición obsoleta e inoperante del organismo que encabeza José Miguel Insulza.

Desde su creación, en 1948, la OEA ha cargado con el estigma de ser, antes que una instancia multilateral para el concierto y el diálogo de las naciones del continente, un instrumento del control neocolonial de Washington. Un claro ejemplo de esta función vergonzosa tuvo lugar en 1962, cuando Estados Unidos empeñó todo su poderío para presionar, chantajear y convencer a la mayoría de los gobiernos latinoamericanos de entonces para que apoyaran la expulsión de Cuba del organismo –seis naciones se abstuvieron de votar, México entre ellas–, y provocó que todos los países, salvo el nuestro, rompieran relaciones diplomáticas con el régimen emanado de la revolución cubana. Además de la marginación diplomática de La Habana, la medida marcó el inicio de un aislamiento económico y comercial en contra de la isla que persiste hasta nuestros días, y que constituye, junto con los amagos permanentes de ofensiva bélica por parte de la Casa Blanca, el Pentágono y las agencias de inteligencia estadunidenses, una agresión injustificable al conjunto de la población cubana.

Esta misma condición impidió, entre otras cosas, que el organismo tuviera el peso necesario para evitar las intervenciones que Washington llevó a cabo a lo largo de la segunda mitad del siglo pasado en contra de diversas naciones latinoamericanas. La inoperancia de la OEA quedó refrendada el año pasado, cuando ésta se mostró incapaz de revertir el golpe de Estado perpetrado en Honduras el 28 de junio.

Según puede verse, la clave principal de estas fallas radica en el empeño por hacer coexistir, en un mismo organismo, al poder hegemónico estadunidense y a las naciones latinoamericanas, que a lo largo de su historia han padecido las sistemáticas presiones e imposiciones –políticas, diplomáticas y económicas– de la superpotencia. Hoy, cuando en un buen número de naciones de América Latina han arribado gobiernos de signo progresista, alejados en mayor o menor medida de las directrices de la Casa Blanca, es inevitable que surja dentro de la OEA un choque de posiciones entre los intereses de Washington y el ejercicio de la soberanía de esos países.

En la actualidad, las relaciones diplomáticas y económicas entre Washington y el resto de las naciones del continente disponen de numerosas vías de comunicación e interacción. Sin embargo, es deseable y necesario que se avance en la creación de un mecanismo de deliberación política específico para Latinoamérica y el Caribe, a efecto de garantizar, o por lo menos acercarse lo más que sea posible, a un principio de equidad y democracia entre las naciones integrantes.

En ese sentido, cobra especial relevancia la presencia en nuestro país de personajes como Evo Morales, quien ha sabido inyectar a su gobierno fortaleza y voluntad para el ejercicio de un poder soberano y autónomo respecto de los designios de Washington, y podría desempeñarse como un actor decisivo para concretar la construcción de un nuevo foro regional. Cabe esperar que así sea.

viernes, 19 de febrero de 2010

Brasil aboga por crear una 'OEA sin EU y Canadá'

Brasil aboga por crear una 'OEA sin EU y Canadá'

Lula da Silva considera "importante" que los países latinoamericanos y caribeños tengan un foro "específico" para discutir temas comunes a la región.

DPA
Publicado: 19/02/2010 12:47

La Jornada

Brasilia. El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, apoyará la creación de un nuevo mecanismo regional de los países de América Latina y el Caribe, que correspondería a una especie de Organización de Estados Americanos (OEA) sin Estados Unidos y Canadá, confirmó hoy.

En una rueda de prensa concedida en Brasilia, el portavoz de la Presidencia brasileña, Marcelo Baumbach, expresó que la creación de ese nuevo mecanismo es uno de los objetivos centrales de los países que intervendrán el lunes y martes en México en la II Cumbre América Latina y el Caribe (CALC), con la participación del Grupo de Río.

Aunque evitó mencionar la expresión "OEA sin Estados Unidos", Baumbach enfatizó que Lula considera como "importante" que los países latinoamericanos y caribeños tengan un foro "específico" para discutir temas comunes a la región.

"El presidente lo considera importante (...). Existen foros, como la Cumbre Iberoamericana, en los que se pueden debatir problemas que son comunes a América Latina y también a los países ibéricos, pero tiene que haber foros en los que América Latina pueda discutir sus problemas específicos", expresó.

En este sentido, Brasil "considera que sería extremadamente productivo que foros como el Grupo de Río y la CALC pudieran unirse para ser, incluso, reforzados", agregó.

Las declaraciones de Baumbach fueron formuladas un día después de que el Secretario de Relaciones Exteriores de México anunciara que el país anfitrión de la cumbre impulsará la creación de un mecanismo regional para América Latina y el Caribe.

Según la canciller Patricia Espinosa, el nuevo mecanismo tendría una estructura más flexible que la OEA y le daría a la región un mejor posición común en el escenario global y para resolver conflictos internos, como el ocurrido en Honduras.

jueves, 18 de febrero de 2010

miércoles, 17 de febrero de 2010

Revocacion de Mandato de Felipe Calderon Conferencia

Conferencia de Prensa nombrada por el Comité Ciudadano para la revicación del mandato, presento el 15 de febrero su plan de acción. Estuvo presente Agustín Guerrero Diputado Federal, Gilberto López y Rivas, Manuel Oropeza y Fernando Amezcua, entro otros.

Guevara y Allende. Ryszard Kapuscinski

Guevara y Allende. Ryszard Kapuscinski


En el curso de un encuentro con los lectores, alguien del público me pide que compare la figura de Allende con la del Che Guevara y diga cuál de los dos tenía razón. La pregunta encierra la opinión de que sólo uno de ellos podía tener razón, y el público espera a que yo escoja entre los caminos elegidos por Ernesto Guevara y por Salvador Allende.

En un determinado momento de su vida, Guevara abandona el despacho del ministro y su mesa de trabajo para marcharse a Bolivia, donde organiza un destacamento de guerrilla. Muere siendo el comandante de ese destacamento.

Allende, al contrario, muere defendiendo su mesa de trabajo, su despacho de presidente, del cual sólo lo sacarían –como siempre había dicho– en un traje de madera.

Aparentemente, pues, se trata de dos muertes muy diferentes, pero en realidad esa diferencia no estriba más que en el lugar, el tiempo y las circunstancias. Tanto Allende como Guevara sacrifican su vida por el poder del pueblo. El primero defendiéndolo, el segundo luchando por conseguirlo. La mesa de Allende sólo es un símbolo, al igual que lo son las botas de campesino que calza Guevara.

Hasta el último momento los dos están convencidos de haber elegido el más justo y acertado de los caminos. Para Guevara, es el de la acción armada. Y se sabe que ésta no puede saldarse sin víctimas. Para Allende, es el camino de la lucha política. Él quiere evitar víctimas cueste lo que cueste.

Los dos eran médicos. Guevara, cirujano; Allende, internista. ¿Influyó tal cosa en sus actitudes? Al elegir una profesión, la persona se guía por una serie de motivos psicológicos. Indudablemente, pero ¿también fue así en este caso? No lo sé. Los tiros que acaban con la vida de Guevara y de Allende no se disparan desde un escondite. Los dos aceptan su muerte conscientemente, a sabiendas de que llega. Cada uno de ellos puede salvarse, tiene su oportunidad, tiene tiempo. Entre la captura de Guevara herido y su ejecución transcurren veinte horas. El coronel Zenteno le promete que conservará la vida si consiente en comparecer ante un tribunal como acusado. Guevara rechaza la propuesta. Maniatado, permanece sentado en el suelo de tierra de la escuela rural de Higueras y calla, se niega a hablar. Le duele el muslo abierto por el balazo, le duelen los forúnculos, le asfixia el asma. Quizá ni siquiera se da cuenta del momento en que en la ventana aparece un sargento que aprieta el gatillo de su metralleta.

Allende dispone de ocho horas. Por la mañana se entera de que hay un avión esperándolo, que puede ir donde quiera, a condición de que dimita, de que abandone su puesto. Pero no lo hará. Todavía ayer era un señor mayor, de rostro cansado y preocupado, ya grave , ya bonachón, vestido siempre con sofisticada elegancia. Hoy rebosa en nuevas energías, en una fuerza y una vitalidad que asombra a todo el mundo: dispara, dicta órdenes, lidera su última batalla. Pasan las horas. A su alrededor hay muertos y heridos. También él está herido. Pero el pulso sigue firme, la metralleta no falla la diana. El ejército irrumpe en el Palacio. En uno de los salones, en medio del humo, el polvo y el olor a quemado, seguirá disparando hasta el final un hombre bajo, aunque robusto, cumplidos con creces los sesenta, con casco de minero y jersey de cuello alto: el presidente de la república.

En la manera en que mueren Guevara y Allende hay una implacable determinación, una inexorabilidad conscientemente escogida, una tremenda dignidad. En esas últimas horas, todo lo que podría llevar a la salvación queda rechazado: regateos, tejemanejes, compromisos, rendición o huida. El camino, ya despejado y recto, no lleva sino a la muerte.

Tanto una como otra, sus muertes son un lance de honor, un desafío. Un deseo de manifestar públicamente la justicia de sus convicciones y una disposición, más allá de toda vacilación, a pagar por ellas el máximo precio. Me veo obligado a irme, pero no me voy del todo, no por completo, no para siempre. Se tienen que ir: esto lo saben los dos, llevan tiempo preparándose para ello. Guevara se despide de Fidel, de sus padres y de sus hijos en unas cartas escritas meses atrás. Allende empieza su último y trágico día despidiéndose de sus hijas y, en un discurso radiado, del pueblo. A partir de entonces los dos se quedarán a solas con el destino, rodeados por un puñado de hombres que los seguirán hasta el final. Seguir hasta el final: ésta será la idea que los acompañará durante el resto de las horas que les quedan. Hasta el final actúan, no tienen tiempo, están ocupados en sus cometidos.

Los dos caen en plena marcha.

Sus muertes: tan parecidas; sus vidas: tan diferentes.

Dos personalidades antitéticas, dos temperamentos diametralmente opuestos.

Siendo un muchacho, Guevara viaja por el Amazonas en una balsa, quiere atravesar toda América Latina en bicicleta. Va a Bolivia por mor de una revolución, va a Guatemala por mor de una revolución, finalmente llega a México, que, tiempo atrás, también había sido escenario de una revolución. Allí conoce a Fidel Castro y juntos organizan el desembarco guerrillero en Cuba. Al alcanzar la costa caen en una emboscada. Es el 2 de diciembre de 1956. De los ochenta y dos milicianos sólo una docena queda con vida. Ni siquiera todos van armados con un fusil. Guevara está herido. Y aquella docena de hombres empieza la mayor epopeya de la historia reciente de América Latina.

La naturaleza inquieta de Guevara no para de empujarlo hacia delante, pero la suya es una inquietud dirigida, su energía se concentra en la causa revolucionaria.

Toda su vida es una constante búsqueda de un campo de batalla.

Nacido en 1928, muere a los treinta y nueve años. Pertenece a esa generación de jóvenes latinoamericanos que, tras levantarse en armas, en los años cincuenta se alzan con su primera y maravillosa victoria. A partir de ella se creerán que la historia enseguida, y siempre, se pone del lado de las causas más nobles. Muchos han pagado por esa fe con sus propias vidas. Estaban convencidos de que las masas no hacían sino esperar una señal, de que el barril estaba lleno de pólvora y de que bastaba con una sola chispa. Y, según ellos, esa chispa no era otra cosa que un destacamento de guerrilleros entregados a la causa, dispuestos a todo. Poco a poco se les unirían voluntarios y el destacamento se convertiría en un ejército popular que tomaría el poder y haría la revolución.

Guevara crea un destacamento así en Bolivia y empieza a combatir. Espera la llegada de voluntarios, sobre todo campesinos. Pero los campesinos no se le unen. Un campesino apellidado Rojas denuncia, condenándolos a la muerte, a trece hombres del destacamento de Guevara. El oficial del ejército le paga por ello cinco dólares, a los que añade una barra de chocolate. En su Diario, Guevara menciona a cada momento lo difícil que le resulta entenderse con los campesinos. Pero no es de extrañar. Él proviene de una familia burguesa argentina, es blanco y habla en español. En cambio el campesino al que espera es indio, sólo habla quechua y desconfía de los blancos, que lo han explotado durante siglos. Ese campesino de la desértica y olvidada provincia boliviana –que está tan alejada de la civilización moderna como la luna de la Tierra– no quiere luchar contra la corrupta dictadura del presidente Barrientos, porque ha oído decir que hace algún tiempo dicho presidente se presentó en una aldea y regaló a todo el mundo un par de zapatos. Los zapatos son el gran sueño de los campesinos. ¿Qué les pueden ofrecer los guerrilleros?

Además, los guerrilleros han llegado de la ciudad o de otros países. En cambio los soldados que los combaten son chicos de las aldeas vecinas. Indios que hablan quechua. Cierto que los oficiales son hombres blancos y han recibido instrucción en academias norteamericanas. Pero el ranger raso es hijo de campesinos, nacido y criado en sus mismos pagos. En ese territorio desértico, yermo y pedregoso en el que los guerrilleros se pierden a cada momento y nunca están seguros de si van en la buena dirección, los soldados se sienten como el pez en el agua. Conocen cada piedra, cada quebrada. Allí habían jugado de niños, por aquel sendero iban a buscar agua.

Alrededor del destacamento de Guevara se estrecha el cerco de la muerte. Hambrientos y exhaustos, los hombres libran una batalla desigual en la que quedan derrotados. Es soleado y muy caluroso el último día del Che.

La vida de Salvador Allende discurre por otra vía. Aunque también entregada a la causa, es una vida ordenada, regular, sin sacudidas. A sus veintinueve años, Ernesto Guevara lidera el frente guerrillero en Sierra Maestra, tiene el brazo en cabestrillo y ha burlado la muerte en más de una ocasión. A sus veintinueve años, Salvador Allende se convierte en diputado al Parlamento y los amigos le auguran una carrera vertiginosa. Tiene treinta y un años cuando se hace cargo de la cartera de ministro de la Salud en el gobierno del radical Aguirre Cerda. Ingresa en una logia masónica. Funda el partido socialista. En 1945 es senador. Cuatro veces es candidato a la presidencia de la república: en 1953, 1958, 1964 y 1970. En veinte años es el único candidato de la izquierda a este cargo. Toda la vida de Allende transcurre en Santiago, en el Parlamento, o en las provincias chilenas, adonde lo llevan sus largas campañas electorales. El Parlamento de Chile: un edificio gris y feo, situado en el centro de la ciudad, calle de la Catedral. Aquí tiene Allende su despacho de senador. Estanterías desde el suelo hasta el techo, y en ellas, docenas de volúmenes de leyes y enmiendas a esas leyes, mil veces estu-diadas, corregidas y aumentadas. En este edificio, Allende trabaja y lucha treinta y tres años, primero como diputado, después como senador. El edificio forma su mentalidad legalista, su perfecto dominio del derecho, de la constitución, de la ley. De todos modos, la izquierda chilena siempre ha sido una acérrima defensora de la Constitución y del Parlamento burgueses. Sólo aparentemente es una paradoja. La Constitución y el Parlamento garantizaban a la izquierda la libertad de actuar dentro de la legalidad, le brindaban la posibilidad de llevar su lucha política abiertamente. En 1969, durante el mandato del presidente Frei, el general Roberto Viaux quiso dar un golpe de Estado y clausurar el Parlamento. Fue precisamente la izquierda la que lo salvó, la que salvó ese mismo Parlamento que durante el mandato presidencial de Allende se convertirá en el principal centro de oposición, provocación y sedición. Pero Allende, que durante toda su vida ha construido la autoridad del Parlamento, una vez jurado el cargo de presidente, no lo disolverá aun a precio de perder el poder y la vida.

A menudo se oye la pregunta de por qué Allende no armó al pueblo y no empezó una guerra civil.

Distribuir armas a gran escala era imposible, porque en Chile el servicio de espionaje interno está en manos del ejército, el cual se habría enterado enseguida de cualquier traslado de partidas de armamento, de la formación de destacamentos populares, de su instrucción, etcétera. Tal cosa sólo habría acelerado el golpe. Además, Allende sabía que se trataba de un ejército moderno, con enorme potencia de fuego y que llamar a luchar contra semejante fuerza a un pueblo mal armado habría supuesto cientos de miles de víctimas, el derramamiento de sangre de la mitad de la nación.

En su rechazo a la guerra civil Allende también se guía por un importante principio moral. Cuando tomaba posesión de su cargo, él, el primer presidente popular de Chile, juró respetar la constitución. Y la constitución obliga al presidente a hacer todo lo posible para evitar el estallido de una guerra civil.

Allende desea preservar la honestidad ética.

De la misma manera se comporta Guevara.

Su destacamento no para de capturar prisioneros, soldados rasos y oficiales, a los que suelta enseguida. Desde el punto de vista militar, comete un grave error: los prisioneros no tardan en informar del lugar en que se encuentra el destacamento, del número de sus miembros y de su armamento. Pero Guevara no fusila a ninguno. Estáis libres, les dice; nosotros, los revolucionarios, somos personas moralmente honestas, no vamos a ensañarnos con un adversario desarmado.

Este principio de honestidad moral es un rasgo característico de la izquierda latinoamericana. También es causa de sus frecuentes derrotas en la política y en la lucha. Pero hay que intentar entender su situación. Todo joven latinoamericano crece rodeado de un mundo corrupto. Es el mundo de una política hecha por y para el dinero, de la demagogia desenfrenada, del asesinato y el terror policial, de una plutocracia implacable y derrochadora, de una burguesía ávida de todo, de explotadores cínicos, de arribistas vacuos y depravados, de muchachas empujadas a cambiar fácilmente de hombre. El joven revolucionario rechaza ese mundo, desea destruirlo, y antes de que sea capaz de hacerlo, quiere contraponerle un mundo diferente, puro y honrado, quiere contraponerle a sí mismo.

En la rebeldía de la izquierda latinoamericana siempre está presente ese factor de purificación moral, un sentimiento de superioridad ética, una preocupación por mantener esa superioridad frente al adversario. Perderé, me matarán, pero jamás nadie podrá decir de mí que he roto las reglas del juego, que he traicionado, que he fallado, que tenía las manos sucias.

Tanto Guevara como Allende son los mejores exponentes de esta actitud, que es toda una escuela de pensamiento. La pregunta importante es: ¿su trayectoria revela un intento consciente de crear un modelo para generaciones futuras que tal vez vivirán en ese mundo por el que ellos luchan y mueren?

¿Acaso se puede responder a la pregunta de cuál de ellos tenía razón? La tenían los dos. Actuaron en circunstancias diferentes, pero el objetivo de sus actuaciones era el mismo. ¿Cometieron errores? Eran seres humanos, ésta es la respuesta. Los dos han escrito el primer capítulo de la historia revolucionaria de América Latina, de esa historia que apenas está en sus inicios y de la que no sabemos cómo evolucionará.

*Ryszard Kapuscinski (1932-2007)

Ciudad Juárez. Arnoldo Kraus

Ciudad Juárez
Arnoldo Kraus / La Jornada

Cuando se navega por Internet en busca de información acerca de Ciudad Juárez, la primera entrada es la que ofrece la enciclopedia Wikipedia: “Ciudad Juárez es una ciudad de México situada en el norte del país, en el estado de Chihuahua…” Después aparece “Feminicidios en Ciudad Juárez”: “Los feminicidios en Ciudad Juárez” y “las muertas de Juárez” son dos expresiones que hacen referencia a la serie de homicidios y asesinatos de mujeres…” Renglones abajo, You Tube muestra unos videos intitulados: Masacre en Ciudad Juárez, cuyo contenido informa acerca del asesinato de 15 jóvenes ocurrido el 31 de enero de 2010. En ese mismo espacio, otra noticia informa que en 2009 fueron asesinadas 2 mil 600 personas; renglones abajo se reproduce una noticia: "Calderón admite que no basta el Ejército para controlar Ciudad Juárez".

La página en inglés sobre Ciudad Juárez brinda información similar: se describe la geografía de la ciudad y se reproducen noticias acerca del binomio vida-muerte como retrato de la realidad de esa malograda, olvidada y descuidada entidad. En esas páginas se recuerda que los feminicidios empezaron en 1993, se alerta contra la violencia que existe en la ciudad, se habla de la inseguridad y del poder del narcotráfico, se presenta un video muy socorrido: On the edge, cuyo contenido reproduce lo que en otro video denominan Dual Injustice: Feminicide and Torture (Injusticia doble: Feminicidio y tortura).

La Jornada muestra otras realidades. Una fotografía refleja el sentir de la inmensa mayoría de los habitantes de esa frontera; en una pared se lee: "Éramos la esperanza, la luz, lo mejor: no mientas, Calderón". En la fotografía que ocupa la primera plana de este periódico, en la edición del 12 de febrero, se observa a F Calderón, a M Zavala y a Luz María Dávila, quien perdió a sus hijos Marcos y José Luis Piña en la matanza de los 15 jóvenes del 31 de enero. Dávila le espetó a Calderón: "discúlpeme, señor Presidente. Yo no le puedo decir bienvenido, porque para mí no lo es, nadie lo es. Les dijeron pandilleros a mis hijos asesinados. Es mentira. Uno estaba en la prepa y el otro en la universidad y no tenían tiempo para andar en la calle. Lo que quiero es justicia. Póngase en mi lugar, a ver qué siente". Tiempo después, seguramente por consejo de alguno de sus asesores, Calderón se retractó y ofreció disculpas por haber dicho que el homicidio de los adolescentes fue por un pleito entre pandillas.

Lo que se lee en Internet y en los diarios es poco. Aunque son incontables las noticias y muy dolorosos muchos de los videos –entre ellos las imágenes del duelo de los deudos de los jóvenes recientemente masacrados–, la realidad va más allá. Ciudad Juárez ejemplifica el fracaso del Estado de Derecho y por extensión de los presidentes, gobernadores y alcaldes que han trabajado para el país, para su Estado y para su ciudad, por lo menos, desde 1993, fecha de las primeras desapariciones y asesinatos de jóvenes mujeres.

Ciudad Juárez es una entidad muerta que requiere vida. Es una ciudad que ha sido masacrada por los gobiernos estatales y federales. El número de negocios cerrados crece sin cesar. La vida nocturna, y, en muchos sentidos, la diurna, ha de-saparecido. El miedo se ha apoderado de la gente. De toda la gente. De los pobres y de los ricos. De los letrados y de los iletrados. De la milicia y de la policía. De las mujeres jóvenes y de los muchachos de las preparatorias. Del turismo y de los comerciantes. De los que huyeron a El Paso y de los que se quedaron. De los deudos y de quienes no han perdido aún a nadie. De las jóvenes que trabajan en las maquiladoras y de las que no salen de casa por temor. Salvo para quienes hacen negocios a costa de las muertes y el dolor de otros, todos tienen miedo.

La desconfianza y el desprecio de la ciudanía juarense y del resto del país hacia las instituciones crece al lado del miedo y del repudio. Desde que se iniciaron los feminicidios Juárez ha estado en las manos del PRI (Salinas de Gortari y Zedillo) y del PAN (Fox y Calderón). Nada hicieron los que ya se fueron y nada ha conseguido Calderón. El nivel de la violencia, sus diversos blancos, su brutalidad y su incremento es evidente.

La suma de tantos y tantas desaparecidos cuestiona sin ambages la viabilidad del Estado de Derecho. Quienes asesinan, a diestra y siniestra, saben que México ha dejado de ser un Estado de Derecho. Calderón piensa lo contrario. Quienes tienen que inventar palabras como feminicidio para describir los asesinatos de mujeres inocentes y quienes han quedado huérfanas por haber perdido a sus hijos saben que la injusticia y la ilegalidad borran el Estado de Derecho. Calderón piensa lo contrario. Quienes se enteran de la geografía de Ciudad Juárez vía Internet y leen acerca de la cruda realidad de esa población saben que los calderones que precedieron a Calderón y él mismo son los responsables de tantas matanzas, de tanto silencio, de tanta estulticia.

martes, 16 de febrero de 2010

Marcha del coraje, dolor y desagravio.mp4

Marcha relizada en Ciudad Juárez, posterior a la visita de Felipe Calderón a esta ciudad. La demanda central fue la renuncia del alcalde José Reyes Ferriz, el gobernador José Reyes Baeza y el presidente de la república Felipe Calderón.

Evo Morales en México

Ante la visita del distingido Presidente Evo Morales a México, lider mundial del altermundismo y jefe del Estado Plurinacional de Bolivia, su visita será transmitida en vivo por Radio AMLO a través de sus diversos servicios informativos www.radioamlo.org y www.radioamlo.tv, para poder escuchar desde tu reproductor por http://stream.radioamlo.info:8010.


Domingo 21 de febrero 3 de la tarde, zócalo de Coyoacán.


Viva América Unida
Vivan los pueblos de América
Viva México.

Radio AMLO rompiendo el cerco informativo.


No se repetirá. Medro Miguel

No se repetirá
Pedro Miguel / La Jornada

“Después de pensarlo bien, los esclavos decidieron pedir cinco pesos diarios y ocho horas de trabajo. El amo oyó la petición, tosió, escupió, se encogió de hombros y dijo: ‘sólo el gobierno puede resolver sobre este asunto’. El gobierno ha ordenado a los capitalistas que no paguen buenos salarios al trabajador mexicano, porque el bienestar dignifica y ennoblece al hombre, y un pueblo de hombres dignos no soporta tiranías. Se declaró la huelga. Nadie volvería a entrar a las minas a trabajar, ya que las familias de los trabajadores se pudrían en la miseria para que engordasen y gozasen de la vida las familias de los que no sudaban. Seis mil hombres dejaron caer la herramienta, animados por la esperanza de que arrepentidos los amos atenderían sus reclamaciones. Vana esperanza. Los amos armaron a sus lacayos y asesinaron al pueblo. El gobierno, por su parte, mandó soldados a que hicieran lo mismo, y cobarde y traidor, toleró que forajidos extranjeros violasen las leyes de neutralidad para ir a exterminar a los mineros mexicanos.”

Así contaba Ricardo Flores Magón, en la primavera de 1908, lo ocurrido en Cananea dos años antes. 104 años después, una dependencia bufa declara extinguida la relación laboral entre los obreros de la mina, otra vez en huelga, y los dueños actuales del yacimiento, y el secretario del Desempleo, Javier Lozano Alarcón de Larrea, les ladran a los trabajadores en preparación del desalojo violento, mientras su jefe nominal, Felipe Calderón, desempeña el papel de cónsul extranjero y arguye que la política antiobrera de su desastre llamado gobierno es "para elevar la competitividad y atraer inversiones": los derechos laborales liquidados, para coquetear con los inversionistas extranjeros; millones de pobres y desempleados, para crear "ambiente de negocios"; 18 mil muertos, para impulsar la rentabilidad; autoritarismo torpe e insensibilidad extrema, para facilitar la venta del país y sus habitantes a las gulas financieras foráneas y locales.

Esas no dirán nada si, de paso, la familia política del propio Calderón se hincha las cuentas de banco con contratos hediondos del Instituto Mexicano de la Juventud, o si el secretario de Agricultura se concede a sí mismo y a sus parientes sumas millonarias con cargo al bolsillo de todos –perdón, de casi todos: aquí sólo pagan impuestos quienes no tienen las influencias ni el dinero para evadir el pago.

Pero la historia no gira en círculos y el baño de sangre en Cananea no se repetirá. Antes de erigirse en dictador, Porfirio Díaz fue héroe de guerra en la resistencia contra los franceses; ya encaramado en el poder, se mantenía al tanto de lo que ocurría en cada rincón del territorio nacional; sabía hacer política y sabía reprimir, tanto que el priísmo histórico (no la delincuencia organizada de hoy) le copió muchas de sus mañas; era la cabeza de una tiranía sólida que reinaba sobre la paz de los cementerios.

El contraste es implacable: antes de colarse a Los Pinos, Calderón despachaba de secretario de Energía, donde solapaba los chanchullos de su difunto amigo Mouriño; no tiene la menor idea de las artes (aunque sean malas) de gobernar; ha llevado a la nación a un baño de sangre sin dirección ni propósito, provocado por su propia chambonería (la ineptitud es la otra cara de la moneda de la arrogancia), y se ha fijado como misión imperecedera llevar a vender la máxima cantidad posible de pedazos de país a esa Lagunilla pirrura denominada bolsa de valores.

El contraste histórico es más pronunciado en la parte baja de la pirámide social. Si el porfiriato la tenía relativamente fácil ante una población cohibida, atomizada y aislada en sus partes, y mayoritariamente desconocedora de sus derechos, la sociedad mexicana actual, a pesar de la tele y de monseñor, no se chupa el dedo. Los juarenses no se arredran ante la nube de guaruras que rodea al ocupante de Los Pinos y le dicen sus verdades en la cara; los capitalinos optan por defender y expandir sus derechos, así sea a contrapelo de la persignada hipocresía gobernante; centenares de miles de mujeres y hombres de varias clases sociales e ideologías salen a las calles en defensa de un país subvertido, dislocado y depauperado desde el poder.

Puede ser que Calderón, Lozano, Larrea y compañía no tengan noción de aquel episodio, o tal vez la adquirieron en algún ojeo rápido de Selecciones, y piensen que aquello se puede repetir. Pero en el México de hoy, a diferencia de lo que ocurría en 1906, los mineros de Cananea –carne de nuestra carne, sangre de nuestra historia, basamento de derechos, de libertad y de independencia– no están solos.

navegaciones@yahoo.com http://navegaciones.blogspot.com

Mensaje AMLO 15 de febrero del 2010

domingo, 14 de febrero de 2010

Blues en la frontera; morir de tristeza Rolando Cordera Campos

Blues en la frontera; morir de tristeza
Rolando Cordera Campos
La Jornada

Los del gobierno "corren sin rumbo", dice Adolfo Sánchez Rebolledo en su entrega del jueves pasado. "Ciudad Juárez es una catástrofe humana", como la describiera una vecina de la otrora orgullosa Paso del Norte a Clara Jusidman (El Universal, 12/02/10). Y hacia allá fueron Presidente y secretarios a escuchar, quizá por vez primera, el quejido y el dolor, el coraje y el temple, de deudos y sufrientes de una desgracia que a ciencia y paciencia del Estado se ha reproducido en el tiempo y el espacio como si fuera un tsunami, propone Clara, para arrojarnos una desolación que no admite más interpretaciones idiosincráticas y nos pone de cara a una auténtica tragedia nacional frente a la cual ni la sociedad ni su Estado parecen tener respuesta alguna.

“En mayo pasado –escribe Tere Almada desde Juárez–, cuando asesinaron a su padre, mi hijo me lanzó la pregunta: ‘¿Mamá, y no nos vamos a ir a otra ciudad?’ Yo le contesté que era importante quedarnos para luchar porque las cosas cambiaran en nuestra ciudad. Hoy siento que el tiempo y las fuerzas se nos agotan y Ciudad Juárez se nos muere de tristeza.”

¿Hay que seguir? Sí, se nos dice desde todos los ámbitos, aunque lo que se ofrezca sea una fuga hacia delante tras otra, cuando no una invitación a torcer la marcha e incorporarse al caminar en círculos cultivado por más de un astuto dirigente. Evitar "morirnos de tristeza" junto con Ciudad Juárez podría ser visto ahora como programa máximo de la política y su reforma, y del Estado y su morriña.

No morir junto con Juárez; mejor: salvar a Juárez y a sus valerosos pobladores, implica, en efecto, pasar revista descarnada, sin contemplaciones ni gratuitos pies de página, a las líneas principales de mando e inspiración que el país, sus gobiernos y sus grupos dirigentes, casi sin excepción, han seguido en los últimos decenios. Poner en la picota una maquila que enmascara la más implacable explotación humana y del entorno, tendría que ser unos de los primeros ejercicios de esta expiación nacional que no podría quedar ahí porque en realidad, y no obstante su obscena monstruosidad, es apenas una de las fases de un poliedro infernal y alucinante de violencia y enajenación, miopía política y avidez lucrativa, siempre con un eje: lo prescindible de un factor humano que parecía infinito dada la emigración masiva desde un sur sumido en el subdesarrollo y carente de expectativas de progreso rápido.

Hoy se nos dice que eso se acaba, que los que quedan se van, como ocurre con un paisaje urbano fraguado por una nefasta combinación de avaricia empresarial, obsecuencia federal y corrupción gubernamental en todos los niveles. El nudo se cierra con la violencia alucinante que recae, ¿podría ser de otra manera si son ellos los que abundan?, sobre los jóvenes que se empeñan o empeñaban por salir del círculo maldito de los "ni (estudian) ni (trabajan)", que en la frontera se ha vuelto el hábitat más socorrido de los hijos de la maquila que engrosan las filas delicuescentes de la informalidad criminal o no, pero siempre al punto de serlo.

El desprecio automático de la juventud de que hizo gala el gobierno no queda superado ni redimido por el mea culpa del Presidente y su secretario de Gobernación. Veremos pronto, o no, según se les ocurra a los aprendices de brujo, ocasionados spin doctors de Los Pinos, si ahí se puede todavía aprender a escuchar para cambiar en serio y no sólo expiar en solitario. Y si, de ser éste el caso, el resto de los funcionarios de alto y medio nivel se avienen a acompañar este hipotético cambio de rumbo y giro, asumen la frontera como responsabilidad federal y nacional, y se arriesgan también ellos a escuchar el llanto y la rabia juarenses para buscar formas prontas y eficaces de comunicación social y cooperación ciudadana.

Martin Esparza en Solidaridad con los Mineros de Cananea

El dirigente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Martín Esparza, señaló que la disolución de las relaciones obrero patronales en Mexicana de Cananea es otra marranada del secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón.

Ante cientos de mineros reunidos en la puerta uno de la productora de cobre, el líder del SME sostuvo que la estrategia de desaparecer el Contrato Colectivo en la minera es parte de un plan del gobierno federal para favorecer a la iniciativa privada y golpear al sindicalismo, como ocurrió con la compañía de Luz y Fuerza del Centro.

Universal.



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Fuente de Audio: Radio Bemba

Gerardo Fernandez Noroña en solidaridad con Cananea

Gerardo Fernandez Noroña en solidaridad con los compañeros de Cananea manifestando el repudio y la solidaridad además de trabajar con otros diputados para la revocación de la licencia de minera México.

Audio: Radio Bemba transmisión especial.




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Graban a policías golpeando a joven - Excélsior

sábado, 13 de febrero de 2010

Sobre mitos y tumbas Carlos Fazio

Sobre mitos y tumbas
Carlos Fazio / La Jornada
En la actual coyuntura mexicana Ciudad Juárez es el laboratorio de una violencia reguladora estatal criminal sin límites. La matanza de preparatorianos es el último eslabón de una larga cadena de ejecuciones criminales y/o extralegales que ha exterminado ya a medio millar de jóvenes considerados “desechables”. Con un agregado: militares, tropas especiales de asalto, cuerpos policiales paramilitarizados, agentes provocadores, grupos de autodefensa, escuadrones de la muerte, mafias, bandas y sicarios al servicio de los cárteles de la economía criminal han venido contribuyendo de manera acelerada, en esa ciudad de Chihuahua, a la autodestrucción social.

Vivimos tiempos anticivilizatorios. Cabe recordar con Horst Kurnitzky que cuando desaparecen los poderes y las alianzas que constituyen, cohesionan y mantienen unida a la sociedad, no queda nada que pueda impedir el proceso de disolución social: la sociedad se desintegra en una selva socialdarwinista; en una lucha de todos contra todos, donde sobrevive el más discreto y adaptado al medio. Anulados los sistemas civiles de protección propios de un Estado de derecho, las fronteras entre los mercados formales, informales y criminales se vuelven muy flexibles e irrumpe la violencia reguladora: los conflictos son resueltos con la fuerza de las armas. La violencia es la extrema consecuencia del principio de una economía llamada neoliberal (regida por el dios mercado), para la cual sólo vale el éxito; donde la lucha por el poder se resuelve bajo el lema “exterminar para no ser exterminado”. Ergo: el hombre enemigo del hombre. Un mundo lobo. El punto de partida es una violenta lucha de clases desatada por los de arriba, cuyo fin es la exclusión de otros grupos sociales, que tiene como marco, hoy, un proceso dinámico de creciente y extrema polarización socioeconómica.

El fenómeno no es exclusivo de Ciudad Juárez. Se verifica en muchos otros puntos de la geografía nacional. Tampoco es de ahora; viene de atrás. Y tiene que ver con un larvado proceso de privatización del poder, de la autoridad y la violencia estatales. Y también, de la (in)seguridad. El Estado abdicó de sus atribuciones soberanas y surgieron zonas extraterritoriales de seguridad, controladas casi exclusivamente por las empresas, legales e ilegales, y muchas veces criminales. De un derecho público fundamental, la seguridad personal se transformó en una mercancía. Y allí donde el Estado dejó de funcionar, aparecieron los “apartheid de la pobreza” (Peter Lock) y la vida se transformó de manera creciente en un infierno criminal controlado por individuos o bandas armadas, servicios de venta de protección y grupos de autodefensa, pero también por vengadores anónimos uniformados de los aparatos de seguridad y castrenses, que practican la justicia por propia mano u operan como agentes del terrorismo de Estado, amparados estos últimos en la genial impostura matrizada por uno de los publicistas del régimen, el renegado Joaquín Villalobos, quien sostiene que Felipe Calderón libra una guerra justa contra los malos… y la va ganando.
Parte de ese entramado, con su lógica contrainsurgente, ha sido denunciado en días recientes por la Asamblea Ciudadana Juarense y el Frente Nacional contra la Represión, para quienes “el gobierno federal encubre paramilitares y escuadrones de la muerte” (Rubén Villalpando, La Jornada, 3/2/2010). Otras voces han señalado en este diario que el Estado impulsa un “modelo juvenicida” (Víctor Quintana) y alertaron sobre una “criminalización de la juventud” (Alfredo Nateras).

El México actual se mira en el espejo colombiano. En ese país sudamericano la doctrina de la seguridad nacional arrancó en los años sesenta y se caracterizó por una alta transferencia de poderes al aparato militar y por la concentración del poder en el órgano ejecutivo, según directrices trazadas por el Pentágono para la región. Desde entonces el Estado colombiano montó una guerra contra el “enemigo interno”, y al mismo tiempo impulsó la organización paramilitar de la sociedad. Se fue dibujando así una estructura estatal ideada y concebida para el ejercicio racional, calculado y sistemático de la violencia como forma de hacer política, con visos de legalidad y apariencia de un régimen de estado de derecho.

Las facultades de investigación del estamento militar permitieron el accionar criminal del Estado, que revistió de una aparente legalidad operaciones clandestinas y encubiertas de los organismos de inteligencia. Inteligencia que sirvió para la comisión de crímenes, que quedaron impunes, retroalimentando el terrorismo de Estado. El modelo de la “guerra total” se aplicó contra la guerrilla, políticos opositores, sindicalistas y campesinos. Pero pronto el concepto de “enemigo interno” se extendió a todos los actores del “desorden total”. Indigentes, prostitutas, desempleados, gamines (pequeños ladrones) se convirtieron en blanco de asesinatos sistemáticos, fenómeno conocido bajo el nombre de “limpieza” o “eutanasia social”, que incluyó la ejecución de menores en situación de calle por escuadrones de la muerte, lo que dio origen a una nueva terminología: “niños desechables”. Siguió luego la creación estatal de “juntas de autodefensas civiles” bajo mando militar, para la ocupación de territorio y control y registro de población, que derivó en el primer gobierno del narcoparamilitarismo: el de Álvaro Uribe.

En México, mientras Juárez llora a las víctimas de la última matanza y exige justicia, Calderón ensaya un cambio de discurso demagógico y es previsible una compaña de intoxicación propagandística para “vincular a los juarenses en el combate al crimen”, como forma de encubrir su persistente intento por llevar al país hacia un régimen de excepción más caótico, violento y militarizado.