martes, 27 de diciembre de 2011

DF: la salida es por la izquierda Paco Ignacio Taibo II

DF: la salida es por la izquierda
Paco Ignacio Taibo II
I
–Yo voy a votar por el PRI –dijo el taxista.

Dudé entre tirarme en marcha del coche sin pagarle, a riesgo de romperme el hocico, para que se fuera educando en lo que sería una ciudad gobernada por priístas, o desplegar mis mejores pruebas contra el regreso de los conocidos de Alí Babá. Sus argumentos eran deprimentemente sólidos: “Más vale malo conocido…”, De todas maneras van a ganar, a la buena o con fraude, la administración priísta del DF había castigado a los taxistas con reglamentos, burocracias, policías mordelones, y los del PRD son igual, también hacen chanchullos y se roban urnas.

Después de 38 minutos de trayecto, gracias al tráfico infernal del DF, le saqué un empate. A terco no ha nacido todavía el taxista que me vaya a ganar y a discutidor, tampoco. Usé todas las historias que conozco sobre el estado priísta, sus modos y maneras, su estilo, su larga mano que llega a todos los cajones, a todos los negocios turbios contra la nación y a todos los gatillos y defendí la necesidad de que el DF se fuera hacia la izquierda.

–Bueno –dijo finalmente el taxista llamado, según su tarjetón, Alfaro. Órale, voy a votar por el PRD o el PT, pero sólo si sale el que usted dice.

El que yo decía era Martí Batres.

II

Yo no quiero ser diputado, senador, asambleísta, asesor a sueldo, funcionario público, funcionario partidario, militante con salario, no quiero que las instituciones públicas compren mis libros y seguiré dando conferencias al movimiento sin cobrarlas.

Por otro lado sigo siendo miembro del PRD por una extraña razón, cada vez que la burocracia que lo dirige hace una marranada, no encuentro mi vieja credencial del 88 firmada por Cuauhtémoc Cárdenas, para irla a quemar al Zócalo en desagravio. Soy miembro de Morena y del No más sangre, me sumo a las marchas del Movimiento por la Paz, del SME y los maestros de la CNTE, de la APPO, y creo, con un fervor de militante de los años 60 en eso que llamamos el movimiento.

Por lo tanto, en este debate no tengo cola que me pisen.

III

Hace años intenté contar cómo nuestra generación, la generación del 68 y sus herederos (la insurgencia obrera, la resistencia ciudadana, el movimiento popular, la reorganización social ante el terremoto), hizo un pacto con el diablo. No fue un mal pacto. A cambio de sacar al PRI de Los Pinos guardamos en el clóset a Ho Chi Minh, la revolución socialista, Flores Magón, Durruti y los Consejos Obreros, el programa de transición y la plusvalía. No era un mal pacto en términos de una nación agotada por 40 años de agresiones desde el poder contra los ciudadanos: saqueos, doble moral, represiones y abusos, matanzas de campesinos y errores económicos que destruían en una semana la tercera parte de la clase media, que fabricaban millonarios y pobres a la misma velocidad. No era mal negocio para librarnos de un PRI que dejaba en el camino de sus funcionarios millonarios a las viudas, los pobres y los despedidos.

Sin embargo, nunca leímos la letra pequeña del contrato. No teníamos mucha experiencia en esto de pactar con el diablo y no se nos ocurrió ver que abajito del documento, en la letra minúscula escondida, decía: sacarán al PRI, pero vendrá el PAN y después: En el proceso de sacar a los ladrones de Palacio, muchos de ustedes se volverán como ellos.

Ahora se nos propone una reiteración del pacto y el diablo dice: Con tal que el PRI no vuelva al Distrito Federal, cualquier candidato es bueno. Pero nos hemos vuelto expertos en interpretar la letra chiquita y con cuidado leemos: Dejarán unos añitos más reposar en el clóset a sus muertos ilustres, serán funcionarios y no militantes, la chamba es primero, la izquierda moderna de nada se acuerda, mejor chucho que perro, el Estado es la princesa y cuando la besen se volverán sapos (el diablo parece tener sentido del humor) y otras lindezas parecidas.

IV

Sin despreciar la lucha electoral, que en ciertos momentos se vuelve el gran cauce de expresión popular, pienso que hay que darle su justo valor y no sumarnos a la tradición perredista que ha hecho de lo electoral (sea lo que sea: elecciones internas, parciales, externas, de la flor más bella del ejido) una obsesión.

Entender la lucha electoral al margen de los gritos nacionales de estamos hasta la madre, no más sangre, no al manejo neoliberal de la economía, no a la represión contra los activistas en la red, no a la represión a maestros y electricistas, no a los manejos turbios que desnacionalizan Pemex, no a la criminalización de la protesta social, no a las mil y un formas de corrupción que son el cáncer nacional que afecta a México, es una traición al pasado y al sentido de la izquierda, una abominación.

Darle la vuelta a la tortilla significa darle contenido al enfrentamiento electoral, repletar la campaña de información, de educación, no simplemente poner rostros en pancartas en las farolas.

¿Cómo es posible que en los millares de espectaculares, pancartas sobre las vías rápidas, carteles de la precampaña del PRD no haya una sola alusión al necesario fin de la guerra calderonista? Sólo caritas sonrientes con corbata amarilla.

V

–Yo voy por el voto nulo. Todos son iguales. Todos los políticos son iguales –dijo el chavo. No me miraba de frente, pero en la mirada huidiza se reconocía una clara obstinación, una revuelta. No era la primera vez que escuchaba el argumento. Se lo había oído a Adolfo Gilly en una reunión amplia del Movimiento por la Paz, y su punto de vista reflejaba el de la mayoría en ese encuentro contra mi opinión minoritaria; y desde luego se lo había escuchado a compañeros del entorno zapatista. El justificadísimo desencanto ante los partidos electorales de la izquierda moderada ha prendido entre muchos, muchos más de lo que se piensa, no sólo entre jóvenes radicales, sino también en la alta amplia capa de la clase media ilustrada que fue a finales de los 80 parte fundamental de la periferia del PRD y que le dio la victoria en las dos elecciones del fraude.

¿Y es el voto nulo, en blanco, la abstención, una revuelta?

No, más bien es un gesto moral, y con todo el respeto que le tengo a los gestos morales, se va a diluir en términos significativos en la habitual y creciente abstención.

El voto en blanco en las próximas elecciones no castigará al PRI y al fantoche de Peña Nieto, sino que lo favorecerá. El voto en blanco se va a producir en el entorno de la izquierda, en sectores críticos del sistema, pensantes,

¿No tendría mucho más sentido el voto crítico? Algo así como: No votaré por ningún candidato de izquierda que no haga suya la propuesta de una ley de amnistía a los centenares de campesinos ecologistas presos. No votaré por ningún candidato de izquierda que no firme un proyecto para detener la guerra. No votaré por ningún candidato de izquierda que no reconozca la urgencia de democratizar el magisterio y promueva una educación gratuita, laica y popular.

VI

Sólo hay un par de maneras de que esta ciudad, que por la base es mayoritaria y claramente de izquierda, protestona, liberal, progresista y a toda madre, se pierda, y es que la izquierda elija un candidato de izquierda que no lo sea; me explico este bonito galimatías:

Una parte de los precandidatos a jefes de Gobierno del DF son, en una definición generosa, de centro izquierda (pero poquito), neoliberales a ultranza, sin pasado político, funcionarios en permanentes funciones (del Gobierno del DF, del aparato o de las cámaras), van desde el representante de los chuchos Carlos Navarrete a los ebrardistas Mario Delgado y el procurador Mancera. Ciudadanos que creen, desde luego, en la eternidad de la chamba. Un poco más a su izquierda Alejandra Barrales. Y en la otra esquina Benito Mirón, Laura Velázquez, Pablo Gómez, Fernández Noroña y Martí Batres.

La elección de uno de los tres primeros provocaría una ola de voto en blanco (entre ellos el mío), nulo o abstencionismo enorme. Daría razón a los que desde otros sectores del movimiento argumentan que todos son iguales. Para gobernar al modo priísta soft no hace falta un gobierno de izquierda.

¿Por qué entre los candidatos de la izquierda Martí Batres me parece el mejor? Quizá porque es el que tiene más claro que una candidatura es antes que nada un proyecto y un equipo elaborado más allá de las nefastas cuotas que han dominado la formación de gobiernos perredistas en todo el país y que permiten que la administración se llene de ineptos, chambistas y mediocres ciudadanos.

Me cae bien Fernández Noroña, por sus desplantes y sus locuras, pero quizá por eso mismo es quizá el candidato que reúne mayor cantidad de intención de voto negativo y sería prácticamente imposible ganar el DF con él; los demás compañeros están muy lejos de tener una presencia en el movimiento y la sociedad.

Así la cosa ¿que aporta Martí?

Una clara idea de que la ciudad debe virar hacia la izquierda sumando nuevas propuestas a los avances logrados en el Distrito Federal, sobre todo en política social y derechos de minorías que deben conservarse (transporte barato, apoyos a madres solteras, matrimonios gay y adopción, becas para estudiantes de preparatoria, apoyos económicos a la tercera edad, comedores populares, nuevas escuelas preparatorias).

Parece que ha hecho suyas tres ideas claves, tres condiciones: 1) La candidatura debe poner por delante la lucha contra la corrupción. 2) Debe solidarizarse sin condiciones con los movimientos por la paz y no más sangre que hoy representan la legítima respuesta ciudadana a la enloquecida guerra de Calderón. 3) Debe apoyar sin condiciones a la resistencia electricista y magisterial en la ciudad de México ante los embates del estado y el charrismo sindical.

He discutido en varias sesiones con grupos muy diversos de militantes del movimiento, de la base perredista, de las brigadas de Morena, los 50 puntos que Martí propuso y me parecen un primer proyecto de gobierno consistente, La idea de crear una red de cooperativas de consumo que permitan la venta de productos agrícolas directamente de los productores a los consumidores, la creación de una empresa de suministro y generación eléctrica de la ciudad de México que devuelva el empleo a los trabajadores del SME y corrija el sistema de tarifas irracional que CFE trata de imponer, el reconocimiento de la sección 9 del magisterio por las autoridades del DF, la captación de agua de lluvia, la creación de un canal de televisión y una estación de radio ciudadana, el lanzamiento de un a nueva economía democrática y participativa, la radical simplificación administrativa de la ciudad de México, la creación de un banco del DF, cuyas ganancias se destinen a obras sociales y culturales, la transformación de la impartición de justicia con procuradores electos por la ciudadanía y el juicio con jurado, la desaparición de empresas de intermediación laboral, el rechazo a los contratos de protección… éstas, entre otras muchas proposiciones, me parecen esenciales para construir una ciudad mejor.

VII

Siguiendo la sabia máxima de Si cacarea, pone huevos y tiene plumas, seguro es una gallina, creo que ha llegado la hora de que estas cosas se discutan públicamente. Hay que sustituir los rumores por el debate, las versiones en lo oscurito por la discusión de ideas, que no sean los caudillos los que tomen decisiones y que finalmente no nos veamos obligados a aceptar un método de encuestas basado en la popularidad que generan las pancartas.

Algo está sin duda soberanamente claro: si esta ciudad tiene salvación y salida, esta es por la izquierda y el taxista Alfaro, Fabrizio Mejía Madrid, Paloma, un servidor y muchos más pensamos que con Martí Batres.

(Para la redacción de esta nota canibalicé fragmentos de un viejo artículo titulado El pacto con el diablo, los tiempos han cambiado pero algunas de las situaciones son las mismas.)

jueves, 1 de diciembre de 2011

El voto útil va por la izquierda, votar en blanco sólo beneficiará al PRI: Taibo II


ENTREVISTA/ PACO IGNACIO TAIBO II, ESCRITOR
El voto útil va por la izquierda, votar en blanco sólo beneficiará al PRI: Taibo II
morena, el único que puede incorporar un programa para finalizar la guerra, dice


RAÚL TORRES

La noche del domingo 27, mientras Javier Sicilia daba una entrevista y explicaba su postura sobre el voto blanco en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Paco Ignacio Taibo II se acercó a él para saludarlo. “Sé que me vas a regañar”, dijo Sicilia aludiendo al tema que abordaba en ese momento. “Si quieres formar un frente amplio no puedes llamar al voto blanco, no lo puedes poner por delante y lo sabes”, respondió Taibo. Sicilia se levantó de su silla, abrazó a Taibo y lo besó, muy a su estilo: “creo que tienes razón, pero tenemos que abrir ese debate”, respondió el poeta.

Para Taibo II es “fundamental reconstruir el discurso del voto útil porque hoy, para esta nación el voto útil va por la izquierda”. En ese sentido, el escritor e historiador considera que en este momento el voto en blanco o el no votar se convierten en votos para el PRI “porque mientras la izquierda debe ir arañando cada voto, el voto del PRI está construido sobre tres patitas: el voto corporativo de los aparatos sindicales, el voto del control de la burocracia en los lugares donde tiene gobernadores, y el voto comprado”.

–¿Entonces es inútil votar en blanco?

–El llamado al voto en blanco a estos sectores ni los toca ni los afecta, ni un solo voto en blanco va a salir de ahí. El voto blanco sale de gente que tiene pensamiento crítico, de gente que está en contra del sistema. Entonces, hacer el llamado a restarle votos a la izquierda me parece una actitud poco responsable. Puedes decir ­–y me parece legítimo­– que Andrés Manuel López Obrador no te gusta, que no escucha, que está concentrado en el tema electoral y abandona los temas sociales… puedes decir lo que te dé la gana, pero al mismo tiempo también puedes terminar diciendo que no va a ser con tu voto con el cual va a perder. Es como si dijeras que prefieres el gobierno más reaccionario posible para lograr la reacción ciudadana. Y no nos lo merecemos, porque sabemos que el gobierno más reaccionario posible significa matanzas de campesinos, delirios como la guerra contra el narco, corrupción desmesurada, desnacionalizaciones que para revertirlas va a estar de la chingada. Puedes mantener la idea del voto crítico y decir que si la izquierda no asume tus propuestas no vas con ella, pero entonces hay que hacerle conocer esas propuestas a la izquierda, decirles que condicionas tu voto a ciertas cosas, a la recuperación de los desaparecidos, a la amnistía de los presos políticos, a que se detengan las propuestas de desastre ecológico de presas que inundarán comunidades, de concesiones a empresas mineras canadienses que llenarán de arsénico mantos freáticos de comunidades campesinas. Pero lo que no se puede decir es que el voto en blanco es la salida porque lo único que hace es darle al PRI un margen de ventaja para que gane.

–¿Puede AMLO recuperar la confianza de los electores?

–Creo que está recuperando voto rápidamente, pero tiene que recuperar voto por la izquierda, no sólo por la derecha, lo cual es problemático porque te obliga a un discurso doble; pero lo que sí parece inevitable es que hay que jugársela. Sin considerar la lucha electoral el súmmum de lo súmmum –que para mí no lo es, para mí la lucha social es la que crea y construye en el largo plazo–, sí me parece que no se puede abandonar. Ni madre, no es ni intrascendente ni es menor.

–Habrá quienes llamen a no votar, como lo hicieron incluso en 2006 los zapatistas. ¿Qué opina al respecto?

–Donde quiera que me los encuentre voy a entrarle al debate. Y entré al debate con los zapatistas en su momento y lo volveré a hacer, y si se niegan a debatir los voy a acusar de que no quieren escuchar y no quieren hablar. Este debate hay que abrirlo y somos muchos los que pensamos que hay que discutirlo. Hay quienes dicen que debería haber candidaturas ciudadanas, pues que las impulsen, que le impongan al PRD candidaturas ciudadanas; eso es viable hoy en un montón de lados.

–¿En qué posición está AMLO tomando en cuenta los resultados en el Estado de México y Michoacán?

–Creo que tiene que dar una batalla en un nivel de profundidad diferente. En estos años Andrés Manuel ha consolidado una base social invisible pero enorme, no es broma lo de los cuatro millones de afiliados a Morena. Pero ahora tiene que lanzar un doble discurso que vaya hacia las clases medias ilustradas y semiprogresistas de este país para decirles que pierdan el miedo, que lo viejo conocido apesta y que hay que ir por el cambio. Ese es un discurso. Pero también tiene que neutralizar a un voto de centro que hoy está profundamente descontento porque el país se ha caído a pedazos y tiene que recordarle a este voto que el PRI es el pasado y que sabemos cómo es el pasado; y por otro lado tiene la terrible tarea de subir la cuesta de Sísifo diciéndole a la izquierda pura que hay que poner en orden nuestros puntos de acuerdo. Es evidente que un paso a corto plazo es tener un programa contra la guerra firmado por el Movimiento por la Paz, por No más Sangre y por Morena, un programa que diga: así se acaba con la guerra.

–¿Lo que pasó en Michoacán merma o fortalece a AMLO?

–Todas estas derrotas están poniendo en crisis al ala derecha del PRD, porque están demostrando algo que muchos sabíamos y nadie se atrevía a decir en voz alta: que si gobiernas de manera tradicional, no trabajando con tus bases sociales sino abandonándolas, haciendo una relación blanda con los poderes fácticos de la región, de bajo impacto, te van a devolver el mensaje volteado: para gobernar como la derecha, la derecha lo hace mejor que tú.

–Javier Sicilia dice que es el tiempo de las autonomías, y a mucha gente no le interesa lo electoral porque está construyendo sus autonomías…

–Me parece maravilloso. Pero la condición natural para preservar el trabajo de base es impedir la represión a ultranza. Hay que pararla. Piensa lo que puede ser el regreso del PRI con Elba Esther tomada de la mano. Está bien que no te guste el ala derecha del PRD –a mí me gusta menos porque la conozco–, pero hay que construir un frente que vaya desde la extrema izquierda hasta los ciudadanos que simplemente dice: no quiero más guerra ni corrupción.

–¿Cómo se reconstruye el discurso del voto útil?

–Hay cosas que sé y otras que no. Mejor pregúntame de cosas que sé.

–¿Cómo trabaja usted en ese sentido?

–Estamos haciendo desde hace mucho tiempo un trabajo horizontal en el Valle de México a través de la Brigada para leer en libertad. Regalando libros, haciendo ferias de libros, generando debates, organizando conferencias, etcétera; y estamos en contacto con toda la gama, desde pequeños grupos de afiliación cercana a organizaciones guerrilleras activas o pasivas, zapatistas, anarcopunks, hasta el ala izquierda del PRD, cuates del PT, grupos de chavos que tienen un cineclub en una colonia obrera, grupos de pobladores y desde luego centenares de bases del Morena que hay por todos lados. Con este trabajo llevamos siempre el mismo mensaje: nosotros trabajamos con el que lucha, trabajamos con el movimiento –definición de movimiento: el que se mueve–, y las discrepancias vienen después, pero ahora hay que llegar a un punto de acuerdo. Hay que saber qué queremos, por qué estamos de acuerdo; y hemos demostrado que es absolutamente viable, llevamos 18 meses haciéndolo, sumando, sumando y sumando. Ahora hay que llevar en la dirección del Morena este discurso.

–¿La competencia electoral en 2012 será entre la izquierda y el PRI?

–Sospecho que será así porque el PAN no puede resistir la guerra contra el narco del delirio calderonista; es su perro, es su monstruo, es su máscara del Santo. El PAN necesitaría para sostenerse hacer un deslinde de Calderón, y va a ser muy chistoso ver cómo los candidatos panistas tienen que matar a su papá para sobrevivir.

–¿Qué es lo urgente?

–Construir a toda velocidad una serie de puntos de acuerdo de los movimientos hoy disidentes, incorporar en el programa de la izquierda las razones de estas disidencias, construir un programa único por la paz, incorporar las disidencias sindicales, magisteriales y electricistas al programa de Morena como prioritarias, conseguir una candidatura más a la izquierda en el DF para acabar de destruir a los chuchos… yo estoy esperando con curiosidad la lista de los candidatos a diputado por Morena; si Andrés logra que esas listas, contrapuestas a las de los burócratas perredistas, sean listas de ciudadanos de izquierda con prestigio, está construyendo una candidatura. Espero que esas listas sean un espejo de la riquísima gama de la izquierda social y la izquierda intelectual, espero que no sean las cuotas del aparato perredista, que sería la decepción, otra vez.

–Muchos tendrían que ceder muchas cosas…

–Sí, pero hay cosas en las que no puedes dar marcha atrás y ahí hay un tema fundamental que yo quiero hablar con Andrés. Él tiene que tener lista una ley de amnistía para los 400 presos políticos que hoy hay, de los cuales la mitad son indígenas monolingües que fueron juzgados en castellano y todavía no saben por qué los juzgaron; la otra mitad son defensores sociales. Hay que sacar de la cárcel a esos cuates, que forman parte del proyecto de la criminalización de la protesta social que armó Calderón. Hay que tener una ley de amnistía, esa la ejercen los presidentes y hay que tenerla en la mano. Ese es un mensaje para la izquierda: vámonos para la izquierda en términos de estas justicias, no sólo en función de La Izquierda, porque la izquierda no puede ser una abstracción.

–¿En qué punto está la construcción de ese acuerdo entre Morena, No más Sangre y el Movimiento por la Paz?

–Estamos tratando de organizar para el día 11 un remate de libros muy grande en la Alameda del sur, en el Fondo Popular de Coyoacán y queremos organizar ese día una conferencia a la que vaya alguien de Morena y alguien de No más Sangre y establecer el lema Todos juntos contra la guerra para establecer el primer puente. Hay que bajarle a las discrepancias y a las diferencias, dejar de descalificar, controlar a este (y apunta hacia Sicilia, que está en la mesa contigua) cuando habla del voto blanco. Los que están en un lado y otro no están en contacto, no se hablan, están en un grado no de autonomía –eso sería a toda madre– sino de aislamiento.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Discurso íntegro de Fernando Vallejo. Feria Internacional del libro de Guadalajara México


Discurso íntegro de Fernando Vallejo:

Como este acto se encamina a su final y ya queda poco tiempo, les diré brevemente que me siento muy honrado por el premio que me dan; que no pienso que lo merezca; que este diploma lo guardaré en mi casa con orgullo; y que los ciento cincuenta mil dólares que lo acompañan se los doy, por partes iguales, a dos asociaciones caritativas de México: los “Amigos de los Animales”, de la señora Martha Alarcón de la ciudad de Jalapa; y los “Animales Desamparados”, de la señora Patricia Rico de la ciudad de México. En mi encuentro del lunes con los jóvenes universitarios que tendrá lugar en esta misma sala, se los entregaré a las señoras.

Habría preferido que esos dólares se los hubiera dado la FIL directamente a ellas sin pasar por mí, porque cuando tomo dinero me tengo que lavar las manos, pero no pudo ser por razones burocráticas. Eso de la lavada de las manos es una manía que me viene de la infancia, de la educación familiar. Cada que cogíamos una moneda, mi mamá nos decía: “Vaya lávese las manos m’hijo, que tocó plata”. (Allá a los niños les hablan de “usted”.) De unos niños educados así, ¿qué se podía esperar? Puros pobres. Me hubieran educado en la escuela del PRI, y hoy estaría millonario. ¡Pero qué iba a haber allá PRI! Medellín era una ciudad encerrada entre montañas, lejos del mundo y sus adelantos. Y mi mamá viendo microbios por todas partes como si fuera bacterióloga. No. Era una señora de su casa entregada a la reproducción como quiere el papa, una santa. ¡Cómo la hicimos sufrir! Muy merecido. ¡Quién la mandó a tener hijos!

De México supe por primera vez de niño, una noche de diciembre próxima a la navidad, lo recuerdo muy bien. Estábamos en el corredor delantero de Santa Anita, la finca de mis abuelos, con mis abuelos, rezando la novena del Niño Dios. Entonces éramos pocos, cinco o seis, aunque después fuimos muchos. Mis papás tenían instalada en Medellín una fábrica de niños: niños carnívoros que alimentaban con costales de salchichas, unos demonios, unas fieras, todos contra todos, mi casa era un manicomio, el pandemónium. El papa, Pío Doce, les mandó de Roma un diploma que un vecino nos compró en la Via della Conciliazione con indulgencia plenaria (que costaban más), para que se fueran los dos derechito al cielo sin pasar por el purgatorio por haber fabricado tanto niño que se les habrían de reunir todos allá a medida que el Señor los fuera llamando. ¡Qué nos iba a llamar! Nos hemos ido yendo de uno en uno a los infiernos y el que nos llamó fue Satanás.

Santa Anita estaba entre los pueblos de Envigado y Sabaneta, en la mitad de la carretera que los une, a ocho kilómetros de Medellín, lejísimos. Hagan de cuenta saliendo de la Ciudad de México camino de Tlanepantla. Teníamos que ir en carro, en el Ford de mi papá. Si no, habríamos podido ir en burro: en la burrita de la canción de Ventura Romero: “Arre que llegando al caminito, achimichú, achimichú. Arre que llegando al caminito, achimichú, achimichú”. Tarata tata tara tara tata tata tara tara tata tata tara tata tá. “¡Burra! ¡Burra! Ya vamos llegando a la Mesa de Cacaxtla. ¡Burra! Arre que llegando al caminito, achimichú, achimichú a mi burrita y aunque vaya enojadita porque no le di su alfalfa porque no le di su máiz”. ¡Qué raro! También en Antioquia decíamos “máiz”! Antioquia es hagan de cuenta Jalisco. El disco de la burrita lo trajeron mis papás de México esa noche. En setenta y ocho revoluciones que era los que había entonces. Una aguja gruesa iba de surco en surco tocándolos (los surcos que abrían en la tierra las yuntas de bueyes roturando los campos de Sayula hace cien años, cuando pasó por aquí mi paisano el poeta Porfirio Barba Jacob), y de tanto tocarlos uno los discos se rayaban y la aguja se atascaba en el rayón, y seguía tocando lo mismo, lo mismo, lo mismo. “Pobrecita mi burrita ya no quiere caminar, da unos pasos p’adelante, otros pasos para atrás…” El disco me sigue resonando desde entonces, atascado, en mi corazón rayado.

Venían de México por el camino de entrada de Santa Anita en dos carros, con los faros rompiendo la oscuridad. Pero en el corredor nosotros no estábamos a oscuras, no: iluminados. ¡Cómo íbamos a rezar a oscuras la novena del Niño Dios! Además en Medellín ya había luz eléctrica. Yo seré viejo pero no tanto. Yo soy posterior al radio y al avión. El que sí me tocó ver llegar fue el televisor, la caja estúpida. Estaban también encendidas esa noche las luces del pesebre, el nacimiento, donde nacía en lo alto de una montaña el Niño Dios. Lucecitas verdes, rojas, azules, amarillas, de todos los colores. Nos íbamos ya a dormir cuando llegaron. Venían cargados de juguetes. Maromeros de cuerda que daban volteretas en el aire… Jeeps con llantas de caucho, o sea de hule… Sombreros de charro para niños y para viejos… Una foto de mis papás en La Villa manejando avión. Las trescientas sesenta y cinco iglesias de Cholula. Un tren eléctrico. La Virgen de Guadalupe. Pocas veces he visto brillar tan fuerte, enceguecedora, la felicidad. Y con el disco de Ventura Romero de la burrita traían, en el álbum de las maravillas, a José Alfredo Jiménez y a Rubén Méndez: “Ella”, “Pénjamo”, y ese “Senderito” que me rompe el alma cantado por Alfredo Pineda, que fue el que amó Medellín. Y al más grande de todos, Fernando Rosas, de Jerónimo de Juárez, Estado de Guerrero, el de la “Carta a Eufemia”: “Cuando recibas esta carta sin razón, Ufemia, ya sabrás que entre nosotros todo terminó, y no la des en recibida por traición, Ufemia, te devuelvo tu palabra, te la vuelvo sin usarla, y que conste en esta carta que acabamos de un jalón”. ¡Muy bien dicho, tocayo, a la China con la méndiga! El fraseo perfecto, la dicción perfecta, y eso que mi tocayo era de Guerrero y cuando hablaba no podía pronunciar las eses. Y las trompetas burlonas detrás de él haciendo jua, jua, jua, en el registro bajo, riéndose de mí y del mundo, y detrás de ellas punteando, siguiéndolas como unos gordos cojos, los guitarrones: do, sol; do, sol; do, sol. Tónica, dominante; tónica, dominante; tónica, dominante. Sólo eso van diciendo, pero sin ellos no hay mariachi, como sin muerto no hubo fiesta.

¡Ah se me olvidaba Chava Flórez, el compositor, el genio de los genios, amigo de mi tocayo Fernando Rosas! Juntos echaron a rodar por el mundo “Peso sobre peso”, la canción más burlona: “Mira, Bartola, ái te dejo estos dos pesos. Pagas la renta, el teléfono y la luz. De lo que sobre, coges d’iái para tu gasto. Guárdame el resto pa comprarme mi alipús”. Ta ra ta ta ta tán. Ésa era la que le cantaba todavía a México el PRI cuando llegué de Nueva York hace cuarenta años. Y se la siguió cantando otros treinta, hasta ajustar setenta, cuando los tumbó mi gallo. ¡Qué noche tan inolvidable aquella cuando lo dijeron por televisión! Tan esplendorosa, o casi, como la de la finca Santa Anita de que les he hablado. Fernando Rosas murió joven, una noche, allá por 1960, en Acapulco. Lo mataron por defender a un borracho al que estaba apaleando la policía. Fernando Rosas, tocayo, paisano, te mató la policía de Acapulco, los esbirros del presidente municipal. La siniestra policía del PRI, semillero de todos los cárteles de México.

Mi gallo era un gallo con botas. No bien subió al poder y se instaló en los Pinos, se infló de vanidad y se transformó en un pavorreal, y el pavorreal en un burro, y la quimera de gallo, pavorreal y burro empezó a rebuznar, a rebuznar, a rebuznar, día y noche sin parar, hasta que ajustó seis años, cuando se le ocurrió, como a Perón con Evita o con Isabelita, que podía seguir rebuznando otros seis a través de su mujer. No se le hizo, no pudo ser. Hoy de vez en cuando rebuzna, pero poco, y lo critican. ¡Por qué! Déjenlo que rebuzne, que se exprese, que él también tiene derecho. Yo soy defensor de los animales. Yo quiero a los burros, a los pavorreales, a los perros, a los gallos. Cuando estoy cerca de ellos se me calma unos instantes el caos de adentro y creo sentir lo que llaman la paz del alma.

Yo venía pues de Nueva York, una ciudad de nadie, un hormiguero promiscuo que nunca quise, y de un país que tampoco, plano, soso, lleno de gringos ventajosos y sin música. Los anglosajones no nacieron para la música: se enmarihuanan y con una guitarra eléctrica y un bombo hacen ruido. Mi primera noche en México, en la plaza Garibaldi, ¡cómo la voy a olvidar! Cien mariachis tocando cada cual por su lado en un caos hermoso. Todo lo que tocaban me lo sabía. Y más. Yo sabía de boleros y rancheras lo que nadie. Entré al Tenampa. ¿La hora? Diez de la noche. Me sentía como un curita de pueblo tercermundista entrando al Vaticano por primera vez, y que se arrodilla para comulgar. Yo también comulgué, pero con tequila. Desde un mural de una pared enmarcado por unos tubos fluorescentes de colores me miraba José Alfredo, y en la noche del Tenampa brillaba el sol de México. “¿Qué más va a tomar, joven?”, me preguntó el mesero. “Otro”. Entonces sí estaba joven, pero hoy me siguen preguntando igual: “¿Qué va a tomar joven?” ¡Cómo no va a ser maravilloso un país donde la gente ve tan bien!

Y el amanecer, mi primer amanecer, ¡qué amanecer! Había llegado a un hotelito viejo, pobre, del centro, de altos techos, fresco, de otros tiempos, el más hermoso en que haya estado. Me despertaron las campanas y los gallos. ¿Tañido de campanas? ¿Canto de gallos? ¡Claro, los gallos de las azoteas y las campanas de las iglesias, y el sol entrando por mi ventana! ¡Y yo que venía del invierno de Nueva York donde amanecía a las diez y oscurecía a las cuatro y se me achicaba el alma! Salí a la calle, al rumor envolvente de la calle. México vivo, el del pasado más profundo, el eterno, el mío, el que se ha detenido en mi recuerdo, el de siempre, el que no cambia, el que no pasa, el de ayer. “¿En qué estás pensando, México? ¿A quién quieres para quererlo? ¿A quién odias para odiarlo?” Inescrutable. Ni una palabra. Jamás me contestó. Entonces aprendí a callar. Y han pasado cuarenta años desde esa noche en el Tenampa y ese amanecer en ese hotelito de la calle de Isabel la Católica y esa mañana soleada, y me fui quedando, quedando, quedando, y aquí he escrito todos mis libros y hoy me piden que hable, pero como México calla, yo tampoco pienso hablar. Sólo para decirles que me siguen resonando en el alma unas canciones.

Yo digo que la muerte no es tan terrible como se cree. Ha de ser como un sueño sin sueños, del cual simplemente no despertamos. Yo no la pienso llamar. Pero cuando llegue y llame a mi puerta, con gusto le abro.

Nadie tiene la obligación de hacer el bien, todos tenemos la obligación de no hacer el mal. Y diez mandamientos son muchos, con tres basta:

Uno, no te reproduzcas que no tienes derecho, nadie te lo dio; no le hagas a otro el mal que te hicieron a ti sacándote de la paz de la nada, a la que tarde que temprano tendrás que volver, comido por los gusanos o las llamas.

Dos, respeta a los animales que tengan un sistema nervioso complejo, como las vacas y los cerdos, por el cual sienten el hambre, el dolor, la sed, el miedo, el terror cuando los acuchillan en los mataderos, como lo sentirías tú, y que por lo tanto son tu prójimo. Quítate la venda moral que te pusieron en los ojos desde niño y que hoy te impide percibir su tragedia y su dolor. Si Cristo no los vio, si no tuvo ni una palabra de amor por ellos, ni una sola (y búscala en los evangelios a ver si está), despreocúpate de Cristo, que ni siquiera existió. Es un burdo mito. Nadie puede probar su existencia histórica, real. Tal vez aquí el cardenal Sandoval Íñiguez…

Y tres, no votes. No te dejes engañar por los bribones de la democracia, y recuerda siempre que: que no hay servidores públicos sino aprovechadores públicos. Escoger al malo para evitar al peor es inmoral. No alcahuetees a ninguno de estos sinvergüenzas con tu voto. Que el que llegue llegue respaldado por el viento y por el voto de su madre. Y si por la falta de tu voto, porque el día de las elecciones no saliste a votar un tirano se apodera de tu país, ¡mátalo!

A Jorge Volpi le agradezco el dictamen tan generoso que ha leído, y a Juan Cruz sus adjetivos. Querido Juan: ya sé que si hubieras tenido más tiempo me habrías puesto más, siquiera unos quinientos. No importa. Con los que me alcanzaste a dar me conformo.

Algunos amigos vinieron desde muy lejos a Guadalajara a acompañarme. Me siento muy contento de estar hoy con ustedes en esta Feria tan hermosa, que pronto se llenará de niños y de jóvenes, y de haber vuelto a Jalisco, la tierra de Rulfo, donde los muertos hablan.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Éstas manos cambiarán y reconstruirán a México. #YoConAMLO

“Ocupa Wall Street rescata el derecho a soñar“


“Ocupa Wall Street rescata el derecho a soñar“
Poseen 400 personas la riqueza de la mitad de la población estadunidense: Arundhati Roy
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 19 de noviembre de 2011, p. 36
Nueva York, 18 de noviembre. Arun- dhati Roy, tal vez la voz internacional progresista más reconocida de India y figura indispensable de oposición al modelo neoliberal e imperial en el mundo, consideró que el movimiento Ocupa Wall Street ha rescatado el derecho a soñar en Estados Unidos y ha creado un aliado inesperado para las luchas sociales por la justicia alrededor del mundo.

Lo que ustedes han logrado desde el 17 de septiembre, cuando inició el movimiento Ocupa en Estados Unidos, es introducir nueva imaginación, un nuevo idioma político, al corazón del imperio, declaró en un foro de estudiantes aliados con Ocupa Wall Street en Nueva York esta semana.

Ustedes han reintroducido el derecho a soñar en un sistema que intentó convertir a todos en zombies hipnotizados con hacer equivalente el consumismo con la felicidad y la realización, declaró.

En un acto de la llamada Universidad del Pueblo, proyecto de estudiantes en la Universidad de Nueva York como parte del movimiento Ocupa, Roy recordó que hay ocupaciones estadunidenses en Irak y Afganistán, mientras sus aeronaves no tripuladas matan civiles en Pakistán, y que miles de tropas y escuadrones de la muerte estadunidenses se trasladan a África, mientras continúa la amenaza de una guerra contra Irán.

Desde la Gran Depresión, la manufactura de armas y la exportación de la guerra han sido maneras claves en que Estados Unidos ha estimulado su economía, afirmó.

Todas esas guerras, con millones de vidas apagadas, han sido ejecutadas para “asegurar el american way of life”.

“Hoy sabemos que el american way of life –modelo al que se supone que debería aspirar el resto del mundo– ha resultado en que 400 personas sean dueñas de la riqueza de la mitad de la población de Estados Unidos”, afirmó.

Agregó que también es lo que ha llevado a que miles de personas sean expulsadas de sus hogares y empleos, mientras el gobierno estadunidense rescata bancos y empresas.

Indicó que su propio país, India, adora la política económica estadunidense y, por tanto, después de 20 años de economía de libre mercado, los 100 más ricos son dueños de bienes con un valor de una cuarta parte del PIB, mientras 80 por ciento del pueblo vive con un ingreso menor de 50 centavos estadunidenses al día; unos 250 mil granjeros, ante la situación, se han suicidado.

Llamamos a esto progreso y ahora nos consideramos un superpoder. Como ustedes, estamos bien calificados: tenemos bombas nucleares y una desigualdad obscena.

Pero, subrayó, lo que hoy se ve alrededor del mundo es la gente diciendo basta ya a todo eso. El movimiento Ocupa se ha sumado a miles de otros movimientos de resistencia por todo el mundo, donde los más pobres se ponen de pie y detienen a las empresas más ricas.

Roy afirmó que para los participantes en estos movimientos de resistencia en otras partes del mundo, pocos de nosotros soñamos que los veríamos a ustedes, el pueblo de Estados Unidos, de nuestro lado, tratando de hacer esto en el corazón del imperio. No sé cómo comunicar la enormidad de lo que esto significa.

Afirmó que el objetivo común de estas luchas es poner un alto a este sistema que manufactura desigualdad, y entre las demandas claras deberían estar el límite a lo que una empresa puede controlar entre diversos sectores económicos, que todos los recursos naturales y la infraestructura esencial de un país no pueden ser privatizados y que todos deben tener derecho a vivienda, educación y servicios de salud.

“Esta lucha ha despertado de nuevo nuestra imaginación. En algún momento en el camino el capitalismo redujo la idea de justicia a sólo significar ‘derechos humanos’, y la idea de soñar igualdad se volvió blasfemia. No estamos luchando para reformar un sistema que necesita ser sustituido.”

En el intercambio con estudiantes después de su presentación, se le preguntó su opinión sobre el uso o no de la violencia en las luchas sociales.

La no violencia es una estrategia de resistencia cuando existe una audiencia que simpatiza con ese movimiento (...) como aquí; ustedes tienen una audiencia, viven sobre la televisión. Pero, continuó, si uno está en el bosque en una esquina retirada de India o algo parecido, donde la gente tiene demasiada hambre como para hacer una huelga de hambre y no hay una audiencia, las armas también son una opción como táctica de resistencia.

Un estudiante universitario de 20 años pidió consejos sobre qué hacer con la complacencia de tantos de sus compañeros ante la situación en este país y el resto del mundo.

Roy contestó que la gente que está suficientemente cómoda como para ser complaciente no estará en la vanguardia de la revolución, pero no podrá estar tan cómoda por mucho tiempo más. Por ahora, hay que dejarlos observar.

La lluvia obligó a los organizadores a trasladar este acto inicialmente programado para Washington Square. La famosa iglesia Judson, a un lado de esa plaza, les ofreció refugio para el foro. Uno de los jóvenes organizadores del acto estaba en medio de la plaza, con una pancarta y un paraguas, para informar a los asistentes que pasaran al templo.

El foro también había interesado a cuatro camionetas llenas de policías y tres patrullas que estaban estacionadas en el centro del parque. Al preguntarle al joven si él era tan peligroso como para ameritar tal presencia oficial, respondió que sí, informando que había unos 50 agentes en espera. Pero me han subestimado, bromeó.

Al parecer, Roy y unos cuantos estudiantes son una amenaza potencial al orden público.

viernes, 18 de noviembre de 2011

RadioAMLOTV

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La bruma
Luis Javier Garrido
¿A

dónde va México, adonde el pueblo lo reclama para salir del proceso de degradación al que lo han llevado quienes gobiernan, o a proseguir hundido en el actual escenario de desastre?

1. El fin anticipado del sexenio de la ultraderecha panista está marcado por una serie de fracasos personales de Felipe Calderón, que lo sitúan ante la disyuntiva de a) seguir gobernando, como ha hecho en estos cinco años –violentando los derechos de los mexicanos y haciendo trizas lo que queda de la institucionalidad–, o b) rectificar y aceptar que los mexicanos no aceptan la imposición de nuevas contrarreformas ni las manipulaciones con las que las fuerzas de la derecha manchan desde ahora el proceso electoral y reclaman su derecho a decidir en 2012 el gobierno que quieren. Y los signos son en el sentido de que el grupo de Los Pinos va a seguir con sinrazón y por la fuerza tratando de imponer su voluntad.

2. El quinto año de la segunda administración panista termina en una debacle en todos los órdenes para Calderón, el PAN y el Yunque, que los medios buscan ocultar, y de la que no parecen conscientes. El miércoles 9, Human Rights Watch dio a conocer suInforme sobre México, condenando al gobierno por su violación sistemática a los derechos humanos con su “guerra contra el narco” y le demandó respetar la Constitución. El viernes 11, tras de que el titular de Gobernación, Francisco Blake, pereció trágicamente al desplomarse su helicóptero, el gobierno se enredó en explicaciones absurdas evidenciando desconocer el origen del siniestro y alentando especulaciones sobre un posible atentado. El domingo 13 quedó sellado el fracaso de Calderón en su tentativa de imponer por medios ilegales a su hermana Cocoa en la gubernatura de Michoacán. El martes 15 se hizo oficial que Andrés Manuel López Obrador será el candidato presidencial de las fuerzas progresistas en 2012, a pesar de la campaña oficial tratando de imponer a Marcelo Ebrard, candidato a modo para el poder. Y el miércoles 16, el tribunal electoral rechazó el dedazoimpuesto por Calderón al PAN a fin de poder designar a una serie de candidatosblanquiazules en 2012.

3. La reacción de Los Pinos ante los acontecimientos es de absoluta irracionalidad, y Calderón se encargó el miércoles 16 de exigir al Congreso que le apruebe las contrarreformas de corte neoliberal que ofreció a las fuerzas trasnacionales y que buscan el desmantelamiento de la nación (entre ellas, la contrarreforma neoliberal y la aprobación de una Ley de asociaciones público-privadas) y amenazó con profundizar sus políticas de violencia militar en los meses que le restan, lo que ha abierto conjeturas incluyendo la posibilidad de que la ultraderecha en el poder violente el proceso de 2012.

4. La muerte de Blake Mora, cuyo helicóptero cayó en circunstancias inexplicables la mañana del día 11 cerca de Ayotzingo (estado de México), con varios de sus colaboradores, fue enfrentada desde Los Pinos al igual que la de su predecesor Juan Camilo Mouriño, tres años atrás, con una actitud defensiva, que mostró un gobiernoapanicado de que se interpretase que el funcionario había sido ultimado en el contexto de la “guerra contra el narco” por una fuerza más poderosa que el gobierno, y si aquella se atribuyó en 2008 a una turbulencia, ésta se debió auna nubosidad inherente a la bruma permanente del lugar, sostuvo Dionisio Pérez Jácome Jr. (titular de Comunicaciones), en por lo menos cinco conferencias de prensa, lo que no aclara nada.

5. Un gobierno que no fue electo por los mexicanos y que ha actuado en la nubosidad de la ilegalidad a lo largo de cinco años, entregando el control del país a agencias estadunidenses, subastando recursos estratégicos a las multinacionales a las que se halla asociado, cancelando los derechos del pueblo al que ha amedrentado con las fuerzas armadas, fortaleciendo con recursos del Estado el poderío financiero y material del clero católico y enriqueciendo con negocios turbios a una mafia de allegados impunes, muy difícilmente podría actuar de otra manera en los meses que le quedan por los intereses que representa.

6. Las interpretaciones sobre lo que acontece se han multiplicado en estos años, y existe consenso creciente sobre el hecho de que al seguir instrucciones de Washington y desatar una violencia irracional para poder entregar el control del país a agencias estadunidenses y profundizar el modelo neoliberal que permite a las multinacionales adueñarse de los recursos básicos de México, el gobierno de Calderón buscó enquistarse en el poder, otras interpretaciones ponen el acento en los rasgos sicológicos de quienes gobiernan. Así han aparecido libros que alertan sobre el perfil sicológico de Calderón y su vocación mesiánica de enfrentar al mal que para él se halla en la izquierda, en el PRI y en todas las fuerzas ajenas al PAN y al Yunque, lo que abriría nuevos riesgos al país en 2012.

7. La reacción oficial tras las elecciones de Michoacán, en las que Calderón no pudo impunemente imponer a su hermana la Cocoa, a pesar de utilizar de manera ilegal los recursos logísticos, materiales, económicos y mediáticos del Estado para violentar la voluntad popular, es un indicador de ese desfase de la realidad que tienen los gobernantes blanquiazules y de sus desviaciones emocionales que los llevan a afirmaciones más irresponsables: fue el crimen organizado, repiten en abierto berrinche los voceros del calderonismo, el que impidió que la hermana del Ejecutivo de facto no pudiera llegar a la silla de gobernadora.

8. México se halla ante la posibilidad de un debate abierto en 2012 sobre el país que queremos para remontar el proceso de degradación. Enrique Peña Nieto, casi seguro abanderado del PRI, debe proponer el proyecto neoliberal que busca encabezar en esta etapa y debe ser confrontado con el proyecto alternativo que propone para el futuro López Obrador, candidato de las fuerzas electorales de izquierda. Mal haría el gobierno de ultraderecha, que no parece tener candidato ni proyecto, al tratar de impedir a los mexicanos que decidan en libertad y tratar de entorpecer el proceso electoral, ya de suyo deficiente, con nuevos actos de violencia.

9. Al ser entrevistado AMLO por Joaquín López Dóriga durante 13 minutos, tras recordar el papel de Televisa en los últimos cinco años, cerrándole el acceso a él y al movimiento que representa y tratando de imponer la candidatura de Peña Nieto, hizo votos por que esta situación se rectifique y los medios actúen en el futuro en este proceso con responsabilidad y apego a la ley, pero sobre todo con la convicción de que los mexicanos tienen el derecho a decidir.

10. Mal haría por la gravedad de la situación actual el gobierno al empecinarse en seguir actuando de manera atrabiliaria y sin escuchar el clamor de ¡Ya basta! que le espetan los mexicanos demandando que impere en México la razón frente a la violencia de la ultraderecha, y que pueda haber, con vistas a 2012, una libre discusión de las ideas.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Discurso AMLO en Fundación Ortega y Gasset en Madrid, España

Discurso AMLO en Fundación Ortega y Gasset en Madrid, España

Aquí el discurso íntegro de Andrés Manuel López Obrador, realizado el 11 de octubre 2011, en la Fundación Ortega y Gasset en Madrid, España.

"Muchas gracias a todos ustedes. Al doctor José Ortega Varela, presidente de la fundación Ortega y Gasset. Voy a leer un texto.

No vengo a hablar de nuestra apasionante relación histórica, con sus excesos, bondades, malos y buenos momentos. Vengo a exponer mi punto de vista sobre lo que está aconteciendo en mi país y en el mundo.

El pueblo de México, como el de América y Europa, está padeciendo por una tremenda crisis producida, en lo fundamental, por ese disparate llamado neoliberalismo.

En esencia se trata de un sistema que ha permitido el engrandecimiento de pocos a costa del sufrimiento de muchos. Y si esto no fuese cierto, que alguien nos explique por qué en una época aciaga para la inmensa mayoría de nuestros pueblos, existe una pequeña minoría que no deja de acumular riquezas y poder como nunca se había visto en la historia de la humanidad.

Por ejemplo, en 1991, hace 20 años, la revista Forbes, que publica la lista de los hombres más ricos del mundo, hablaba de que 274 potentados poseían, cada uno, más de mil millones de dólares, pero este año la misma publicación registra que hay mil 210 personas que tienen más de mil millones de dólares. Y lo obsceno es que hace 20 años, los 274 magnates acumulaban en conjunto 483 mil millones de dólares y ahora los mil 210 poseen 4 billones 284 mil millones de dólares. Es decir, en dos décadas, la fortuna de esta élite mundial se elevó más de 10 veces.

Todo esto, al mismo tiempo que millones de seres humanos viven en la pobreza y en la angustia de no tener ni siquiera para lo más indispensable. Reitero: lo que prevalece en el mundo es un sistema en el cual la prosperidad de unos pocos se sustenta en la miseria de muchos. Aunque todavía no se termine de entender y de aceptar esta infame y amarga realidad.

Por eso, es hora de iniciar la búsqueda de algo nuevo para alcanzar una convivencia social justa, humana y más igualitaria.

En México ya iniciamos el camino hacia ese ideal de dignidad y justicia como forma de vida. Pero antes de explicarles lo que estamos haciendo, quiero dar a conocer nuestro diagnóstico sobre los males que aquejan y atormentan a nuestra nación.

La crisis de México viene de tiempo atrás, aunque se precipitó desde la década de los 70, cuando un grupo de potentados en el ámbito internacional, ordenó a sus técnicos y a sus políticos diseñar y aplicar un nuevo modelo para dominar a los estados nacionales y apoderarse de los recursos naturales y de los bienes de la inmensa mayoría de los seres humanos.

Con esa encomienda, los ideólogos de la derecha inventaron una serie de recetas y recomendaciones que fueron sembrando, con el apoyo de los medios masivos de comunicación, en la mente de millones de personas para tratar de justificar la codicia y el pillaje.

Así, divulgaron e impusieron criterios tan absurdos como la supremacía del mercado; la utilización del Estado sólo para proteger y rescatar a las minorías privilegiadas y, desde luego, proclamaron que las privatizaciones eran la panacea.

También postulaban y siguen sosteniendo que el nacionalismo económico es anacrónico y la soberanía un concepto caduco frente a la globalidad; que se debían cobrar menos impuestos a las corporaciones y más a los consumidores; que eran más eficientes y honrados los administradores privados que los públicos; que debía predominar lo económico sobre lo político y lo social; que el Estado no debía promover el desarrollo ni procurar la distribución del ingreso porque, si le iba bien a los de arriba, les iría bien a los de abajo, con la idea peregrina de que si llueve fuerte arriba, gotea abajo, como si la riqueza en sí misma fuese permeable o contagiosa.

Con todos estos llamados “paradigmas”, que no son más que una retacería de enunciados sin fundamento teórico ni científico, los barones del dinero, con la colaboración de los organismos financieros internacionales, lograron implantar la agenda de las llamadas “reformas estructurales”, modificaron los marcos legales y sometieron en lo esencial a la mayoría de los gobiernos del mundo.

En el caso de México, estas políticas comenzaron a impulsarse desde el gobierno de Miguel de la Madrid (1982-1988), y se profundizaron durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). En éste periodo, no sólo se adoptaron todos los dogmas del neoliberalismo de manera puntual, sino que se utilizaron como parapeto para llevar a cabo el peor saqueo de las riquezas y de los bienes de la nación que se haya registrado en la historia del país.

Desde luego, todo esto se hizo acompañar de una intensa campaña propagandística. Inclusive muchos intelectuales y líderes de opinión, repetían como loros sofismas para legitimar el bandidaje oficial y el predominio económico de una minoría por encima del interés público.

Para llevar a cabo la desincorporación de entidades paraestatales, consideradas “no estratégicas ni prioritarias para el desarrollo nacional”, se ajustó a la medida el marco jurídico y se legalizó la rapiña.

Es más, hubo procesos de licitación y rendición de cuentas (“libros blancos”), pero la verdad es que, en todos los casos, siempre se sabía, de antemano, quienes serían los ganadores en las subastas. Salinas, su hermano Raúl y el secretario de Hacienda, Pedro Aspe, eran los encargados de palomear, acomodar y alinear a todos los apuntados que participaron en el reparto de empresas y bancos.

Así, en 13 meses, del 14 de junio de 1991 al 13 de julio de 1992, con un promedio de 20 días hábiles por banco, se remataron 18 instituciones de crédito. Además, en cinco años, del 31 de diciembre de 1988 al 31 de diciembre de 1993, se enajenaron 251 empresas del sector público. Es decir, se privatizaron compañías como Telmex, Mexicana de Aviación, Televisión Azteca, Siderúrgica Lázaro Cárdenas, Altos Hornos de México, Astilleros Unidos de Veracruz, Fertilizantes Mexicanos; aseguradoras, ingenios azucareros, minas de oro, plata y cobre, fábricas de tractores, automóviles y motores, de cemento, tubería, maquinaria, entre otras.

La entrega de bienes de la nación a unos cuantos, no sólo se limitó a bancos y a empresas paraestatales. También se privatizaron las tierras ejidales, las autopistas, los puertos, los aeropuertos, la industria eléctrica y se incrementó el manejo de negocios de particulares nacionales y extranjeros en Petróleos Mexicanos.

Para calcular el monto que representó esta operación de traslado de dominio de bienes de la nación a particulares, basta un dato irrefutable: en julio de 1988, cuando se impuso a Salinas mediante un fraude electoral, en la lista de la revista Forbes, sólo aparecía una familia mexicana, los Garza Sada, con dos 2 mil millones de dólares; pero, al finalizar aquel sexenio, ya se habían incorporado a la lista 24 mexicanos más, que en conjunto poseían 44 mil 100 millones de dólares.
Y casi todos estos personajes habían sido beneficiados con empresas, minas y bancos que eran propiedad de todos los mexicanos. Y algo más: en 1994 México llegó a ocupar el cuarto lugar entre los países del mundo con más multimillonarios, un dudoso honor sólo superado por Estados Unidos, Japón y Alemania.

Salinas no sólo entregó empresas y bancos a sus allegados, sino que conformó con ellos un grupo compacto, una nueva oligarquía, con la deliberada intención de convertirse, al término de su sexenio, en jefe máximo.

Con el paso del tiempo, y durante los gobiernos de Zedillo, Fox y Calderón, este grupo no sólo siguió acumulando riquezas, sino que también fue concentrando poder político hasta situarse por encima de las instituciones constitucionales.

En la actualidad sus integrantes constituyen una especie de supremo poder oligárquico y conservador. En los hechos, ellos son los que verdaderamente mandan en el país: deciden sobre cuestiones fundamentales en la Cámara de Diputados y en el Senado, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en el Instituto y en el Tribunal Electoral, en la Procuraduría General de la República, en la Secretaria de Hacienda y en los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional.

Además, poseen o controlan a la mayor parte de los medios de comunicación del país.

Y como es evidente, ocupados en el pillaje, lo que menos les ha importado es el destino de México. Desde 1983, en sentido estricto, no se trazan planes de desarrollo apegados a la realidad y al interés nacional.

Todo ha quedado supeditado a recetas impuestas por los organismos financieros internacionales y a las llamadas “reformas estructurales” en materia laboral, energética, fiscal y de seguridad social que, en esencia, significan más privatización, beneficios para una élite y costosos retrocesos sociales.

La política aplicada en los últimos 28 años –que no considera, entre otros factores, ni la distribución del ingreso ni el bienestar– ha resultado ineficaz hasta en términos cuantitativos. De 1983 a la fecha, el crecimiento del Producto Interno Bruto ha sido en promedio de 2.3 por ciento y, si consideramos el aumento de la población, el per cápita es de 0.4 por ciento anual, una de las tasas más bajas del continente americano y del mundo.

El gobierno abandonó las políticas de fomento al sector agropecuario, a la industria y al resto de las actividades productivas. Se dividió a PEMEX y a la industria eléctrica, y se rompió la cadena de valor que permite manejar de manera eslabonada e integral al sector energético.

Esto explica en buena medida la paradoja de que México, siendo uno de los principales países productores de petróleo sea, a la vez, uno de los más grandes importadores de gasolinas y de otros petrolíferos en el mundo.

La poca creación de empleos y el abandono del campo y de las actividades productivas provocaron el aumento de los flujos migratorios a los Estados Unidos y México se convirtió en el país que más mano de obra exporta al extranjero.

En la actualidad, el fracaso de esta economía de élite se mide con tasas de desempleo y subempleo del 21 por ciento de la población económicamente activa. Hoy, según cifras oficiales, el 67 por ciento de los trabajadores con empleo, 7 de cada 10, reciben ingresos que no superan los tres salarios mínimos, o sea, 10 euros diarios.

Uno de los resultados más lamentables de la política neoliberal es que, en los últimos 28 años, el número de pobres pasó de 32 a 60 millones; es decir, casi se duplicó.

Asimismo, duele decir que de 2007 a la fecha, por la llamada “guerra contra el narcotráfico”, han perdido la vida alrededor de 50 mil mexicanos, muchos inocentes y en su mayoría jóvenes que no tuvieron oportunidades y fueron obligados por las circunstancias a tomar el camino de las conductas antisociales.

En pocas palabras, la violencia en México se ha originado, en buena medida, por la falta de empleo, por el empobrecimiento del pueblo y porque se le ha cancelado el futuro a los jóvenes que no tienen posibilidad ni de trabajo ni de estudio.

Ahora bien, nosotros qué estamos haciendo. Desde hace cinco años hemos venido construyendo, desde abajo y con la gente, el Movimiento Regeneración Nacional, conocido por sus siglas como Morena.

Este proceso inició luego del fraude electoral del 2006, cuando decidimos no rendirnos, no claudicar y seguir luchando hasta lograr la transformación de la vida pública de México.
En este periodo, con acciones de resistencia civil pacífica, hemos defendido el petróleo, los derechos sociales y la economía popular.

Nos ha tocado recorrer, palmo a palmo, el territorio nacional y celebrar miles de asambleas informativas en las plazas públicas para mantener encendida la llama de la esperanza.

Lo más importante ha sido el trabajo que han dedicado, muchas mujeres y hombres, libres y conscientes, a la difícil pero indispensable tarea de organizar al pueblo para renovar al país.

Morena es fruto de ese esfuerzo colectivo. Y aunque todavía no se consolida por completo, ya cuenta con 2 mil 223 comités municipales y 38 mil 136 comités de base, integrados por 183 mil dirigentes. También han aceptado participar como Protagonistas del Cambio Verdadero o como representantes del gobierno legítimo 4 millones 200 mil ciudadanos. Y todos los días, miles de personas se están anotando o adhiriendo a nuestro movimiento.

Forman parte de esta gran organización, indígenas de todas las etnias, campesinos, pescadores, obreros, trabajadores independientes, maestros, estudiantes, profesionales, comunicadores, productores del campo –sean comuneros, ejidatarios o pequeños propietarios– artesanos, artistas, intelectuales, científicos, comerciantes y empresarios.

Se trata de un movimiento amplio, plural e incluyente, integrado por mujeres y hombres de distintas corrientes de pensamiento. Hay católicos, evangélicos de todas las denominaciones, creyentes de otras religiones, agnósticos, ateos y libres pensadores.
Hace once días se constituyó Morena como asociación civil y se conformaron los órganos de dirección del movimiento.

Quiero subrayar que Morena es un espacio abierto, libre, plural, deliberativo, donde participan militantes de partidos y ciudadanos sin partido. En nuestro movimiento se acepta que un ciudadano pueda pertenecer a Morena y, al mismo tiempo, ser miembro de un partido, de una organización sindical, empresarial o de un movimiento social o ciudadano.

En Morena no existe un pensamiento único, hay pluralidad, pero coincidimos y nos une un objetivo superior: la transformación de la vida pública de México. Y a eso convoca Morena a todos los movimientos sociales y ciudadanos, a mujeres y a hombres de buena voluntad, a que juntos construyamos un nuevo pacto social, un acuerdo donde realmente se respeten la Constitución y las leyes, con compromisos muy puntuales como, por ejemplo, que habrá democracia participativa, mediante el referéndum, el plebiscito y la revocación del mandato; plenas libertades para hacer negocios pero no influyentismo, corrupción ni impunidad; no se permitirán privilegios fiscales ni monopolios; se eliminará el gasto destinado a mantener las canonjías de la alta burocracia; será prioritario impulsar actividades productivas para reactivar el crecimiento económico y generar empleos; se enfrentará el flagelo de la violencia combatiendo la pobreza, incorporando a los jóvenes al estudio, al trabajo, a la recreación y al deporte; se democratizarán los medios de comunicación; se cuidará el medio ambiente; se evitará la explotación irracional del petróleo y de otros recursos naturales no renovables; no se malgastará la herencia de las nuevas generaciones; las riquezas de la nación y el fruto del trabajo de los mexicanos se distribuirán con justicia y nunca más se permitirá que los privilegios de pocos se sustenten en la opresión y en la miseria de muchos.

Se tiene claro que dadas las circunstancias del país, por muy justas y nobles que sean otras causas, lo principal es luchar por un cambio de régimen. Sin ello, no hay posibilidad de buen gobierno, de empleo, bienestar, justicia, independencia, respeto a los derechos humanos, seguridad, tranquilidad ni paz social.

Dicho de otra forma, la decadencia actual que se expresa en crisis económica, política, en pérdida de valores, en descomposición social y violencia, no podrá frenarse y superarse, si el pueblo no mete en cintura a quienes, movidos por la ambición al dinero y al poder, mantienen secuestradas a las instituciones públicas, sin importarles el sufrimiento de la gente y el destino de la nación.

Tengamos en cuenta que quienes se creen los dueños de México, los integrantes del supremo poder oligárquico y conservador, que son los principales responsables de la tragedia nacional, están decididos a mantener, a costa de lo que sea, el régimen caduco de opresión, corrupción y privilegios.

Es evidente que quieren perpetuarse en el poder, mediante el truco de la supuesta alternancia entre el PRI y el PAN, cuando en realidad se trata de lo mismo. Es el llamado gatopardismo, que consiste en que las cosas en apariencia cambian para seguir igual.

Estamos conscientes de que nuestro propósito de transformar a México no es un asunto sencillo. No sólo es enfrentar a un candidato o a un partido político, sino derrotar en buena lid y de manera pacífica a un grupo de intereses creados muy poderosos.

Pero también creemos, inspirados en las enseñanzas de nuestra historia, que el poder de los opresores es demasiado débil cuando gobiernan contra la voluntad de los pueblos.

Siempre hemos pensado que las tiranías, las dictaduras, los cacicazgos duran hasta que el pueblo quiere.

De igual manera, es pertinente señalar que cuando triunfe nuestro movimiento, nadie será perseguido o desterrado. Buscamos justicia, no venganza. No nos mueve el resentimiento ni el odio, sino como decía Ortega y Gasset “tenemos una razón vital”: el amor al prójimo y a la patria.

Sencillamente anhelamos que el gobierno deje de estar al servicio de una minoría y represente de verdad a todos los mexicanos. Queremos patria para todos. Patria para el pobre. Patria para el humillado.

Asimismo, aunque nuestro movimiento va más allá de lo electoral, no vamos a dejar pasar la oportunidad que vendrá con las elecciones presidenciales de julio de 2012. Siempre en la historia de México, cuando hay una elección presidencial, se producen condiciones favorables para lograr un cambio de régimen.

Por eso, en los próximos nueve meses que faltan para la elección presidencial, nos aplicaremos a fondo para despertar conciencias y lograr en este plazo el triunfo electoral que dé inicio a una etapa nueva en la vida pública de México.

En este periodo pasarán muchas cosas, no sólo por el ambiente de incertidumbre que existe, sino porque el pueblo tendrá necesariamente que pensar si decide o no ser dueño y constructor de su propio destino.

Amigas y amigos:

En nuestros recorridos por el México profundo y en diálogos circulares con la gente, hemos aprendido algunas lecciones que resumo y comparto con ustedes:

1. Si no hay un cambio de régimen no será posible detener el proceso de degradación que padecemos.

2. Los cambios que se requieren no se van a dar de arriba para abajo. Sólo el pueblo puede salvar al pueblo y sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación.

3. Nada se logra si no se trabaja en informar, concientizar y organizar al pueblo. Y este esfuerzo nunca es en vano, tarde o temprano habrá frutos.

4. En esta época de decadencia y de pérdida de fe es indispensable buscar salidas, no caer en el desánimo, el escepticismo y la frustración, hay que mantener encendida la llama de la esperanza.

5. Siempre se produce un proceso de transformación cuando la gente toma conciencia de que unida y organizada puede más que sus opresores.

6. El objetivo no es llegar a ocupar cargos políticos o administrativos, sino la renovación tajante de la vida pública.

7. Aunque los dados estén cargados o las cartas estén marcadas, hay que apostar a la transformación por la vía pacífica y electoral. La violencia no es el camino, al contrario, sirve de pretexto al autoritarismo y propicia más sufrimiento.

8. Ante la crisis de la llamada clase política, es indispensable la formación y el surgimiento de líderes honestos con propósitos más elevados que sus legítimas aspiraciones personales.

9. Si los partidos de izquierda no están a la altura de las circunstancias hay que reformarlos y si de plano esto no es posible, debe optarse por construir, desde abajo y con la gente, nuevos partidos o crear movimientos amplios, pero no dedicarse únicamente a lo espontáneo, a lo sectorial, gremial o social, sino trabajar siempre en concientizar y organizar al pueblo para cambiar el régimen.

10. Hay que tomar en cuenta que la crisis actual no es sólo por falta de bienes materiales, sino también por la pérdida de valores espirituales, morales y culturales, por eso es indispensable auspiciar una nueva corriente de pensamiento, para alcanzar un ideal moral, cuyos preceptos exalten el amor a las familias, a la naturaleza y a la patria; con apego a la verdad, la dignidad, la tolerancia y la cultura; e insistir que la felicidad no se logra acumulando riquezas, títulos o fama, sino estando bien con nuestras conciencias, con nosotros mismos y con el prójimo.

Muchas gracias a todas y a todos ustedes".

Andres Manuel Lopez Obrador Con Joaquin Lopez Doriga En Televisa 16-11-11

martes, 15 de noviembre de 2011

Discurso íntegro de Andrés Manuel López Obrador

Discurso íntegro de Andrés Manuel López Obrador

La Jornada en línea
Publicado: 15/11/2011 17:20

Agradezco a ustedes integrantes de los medios de comunicación, agradezco a la doctora, Ana Cristina Covarrubias y a Luis Woldenberg de las empresas encuestadoras, Covarrubias y Asociados y Nodos, Investigación y Estrategia, agradezco a los dirigentes, militantes y simpatizantes del PRD, del PT y del Movimiento Ciudadano, agradezco el apoyo de los integrantes del Movimiento Regeneración Nacional, Morena, agradezco con todo mi corazón a los ciudadanos que me han dado su confianza y apoyo, les aseguro que nunca los traicionaré.

Amigas y amigos todos. Hoy cumplimos el compromiso de que sería el candidato de izquierda para las elecciones del 2012, el que estuviera mejor posicionado, siempre

sostuve por honestidad y congruencia que no sería candidato sin el respaldo de los ciudadanos independientes y de los sectores progresistas del país.

El resultado de las consultas como aquí se ha dicho me beneficia, en consecuencia, haciendo uso de mi libertad de expresión, manifiesto que voy a participar en la contienda electoral del 2012, lo haré con apego a las decisiones que adopten de acuerdo a sus estatutos los partidos progresistas, PT, PRD y Movimiento Ciudadano y en conformidad por los tiempos y procedimientos establece la ley electoral vigente, en cuanto a Marcelo Ebrard, con quien acordé resolver de manera responsable este importante asunto, deseo expresar que además de ser un buen amigo, compañero, es un dirigente político extraordinario, excepcional, ha demostrado con hechos, poner por encima de sus legítimas aspiraciones personales, el interés general, los anhelos de millones de mexicanos de que con la unidad de la izquierda, se facilite, sea posible la trasformación de la vida pública de México Marcelo, como Ulises, el de la Odisea, no se dejó cautivar por el canto de las sirenas, se puso cera en los oídos para continuar la travesía o la mira puesta en los ideales de libertad, justicia y democracia.

Marcelo nos está dando una lección como ser humano y como un político, además como gobernante es reconocido por todos, por eso, he aceptado su recomendación de crear en lo inmediato un frente amplio progresista, invitando a participar al PRD, al PT, al Movimiento Ciudadano, así como Morena y a quienes están convencidos de que México y su pueblo merecen un mejor destino, se trata de construir ahora sí un Estado social y democrático de derecho… influyente, en un lugar para todas y todos los mexicanos, el Frente Amplio deberá tomar decisiones colegiadas y fortalecerse con la participación de los líderes de opinión más reconocidos que simpatizan tanto conmigo como con Marcelo, incluyendo también a integrantes de movimientos cívicos que defienden los Derechos Humanos y sociales, en lo especifico he acordado con Marcelo que respetuosamente, defendamos a los partidos progresistas, que se unirán para las elecciones de 2012 y dicha coalición lleva el nombre de Movimiento Progresista.



También expreso que respaldaré Marcelo Ebrard en la orientación política que el defina en el marco de la legalidad y de la democracia para seguir gobernando la ciudad de México, esta gran ciudad, los mejores ciudadanos, mujeres y hombres, honestos y comprometidos con el bienestar del pueblo, con el bienestar de todos los ciudadanos.



Así mismo, abro el compromiso con Marcelo de convocar a todos los ciudadanos de todos los sectores productivos de todas las clases sociales, de todas las corrientes del pensamiento, a la construcción de un nuevo pacto social para la equidad y el progreso, estoy consciente de que Marcelo representa a amplios sectores de las clases medias y empresariales, promueve nuevas causas ciudadanas como la ambiental, libertades y nuevos derechos, una mayor cooperación internacional en materia de seguridad y desarrollo económico, por lo mismo al ir juntos, nos vamos a complementar, y eso se los aseguro, nos permitirá potenciar nuestras fuerzas, con el objetivo superior de transformar a México, en suma amigas y amigos, aspiramos todos, mujeres, hombres libres, conscientes a vivir en una sociedad más justa, más humana y más igualitaria, vamos todos juntos sin odios ni rencores a construir una República amorosa, con dimensión social y con grandeza espiritual.


Muchas gracias.