jueves, 28 de abril de 2011

Islandia después del NO. Michael Hudson

Islandia después del NO
Michael Hudson · · · · ·

18/04/11

Sin permiso


"De ninguna nación soberana puede esperarse que se allane a imponer a toda una generación la austeridad financiera, la contracción económica y la emigración forzosa de sus trabajadores sólo para poder subvenir a los costos del fracasado experimento neoliberal que ha terminado por arruinar a tantas economías europeas."

La alianza de Liberales y Verdes llevó a Irlanda al suicidio económico; la alianza de Verdes y Socialdemócratas podría haber despeñado a Islandia por parecido derrotadero, pero el pueblo islandés frenó de momento la deriva hacia el suicidio financiero votando masivamente No al irresponsable acuerdo a que su gobierno (y su parlamento) habían llegado con los negociadores financieros europeos. Segunda incursión del analista financiero Michael Hudson en lo que andaba en juego en el referéndum islandés del pasado 9 de abril, forzado, contra gobierno y parlamento, por el presidente de la República de Islandia, Olafur Ragnar Grimsson. (Para ver la primera, pulse AQUÍ.)

Cerca del 75% de los votantes islandeses acudieron el pasado sábado, 9 de abril, a las urnas para rechazar la propuesta del gobierno Socialdemócrata/Verde de pagar 5.200 millones de dólares a las aseguradoras bancarias británicas y holandesas por el colapso de Landsbanki-Icesave. Todos y cada uno de los seis distritos electorales de Islandia votaron No en una proporción nacional del 60% (en enero de 2010, dijo otro No el 93%).

El voto reflejó la extendida creencia de que los negociadores del gobierno no habían sido lo bastante enérgicos en la defensa de la causa jurídica islandesa. La situación no puede menos de traer a la memoria el embrollo de la deuda de guerra entre los aliados tras la I Guerra Mundial. Lloyd George [el primer ministro británico] describió entonces las conversaciones sobre las deudas británicas de armamento entre el Secretario del Tesoro norteamericano Andrew Mellon y el británico Stanley Baldwin como "una negociación entre una comadreja y su presa. El resultado fue un acuerdo que arruinó la reputación del cobro de las deudas internacionales (…) No es que los funcionarios del tesoro norteamericano hicieran farol, pero, como es de razón, comenzaron las conversaciones planteando exigencias máximas: para su sorpresa, el Dr. Baldwin dijo que, en su opinión, sus exigencias eran justas, y las aceptó (…) Ese crudo desempeño, jocosamente llamado 'convenio', hubo de tener efectos desastrosos sobre el curso entero de las negociaciones…".

Y así ocurrió también con la negociación de Islandia con Gran Bretaña. Es verdad: consiguieron dilatar en el tiempo el horizonte la devolución de la deuda islandesa. Pero ¿de dónde iba a sacar Islandia las libras esterlinas y los euros, dada la contracción de su economía? Ese es el mayor riesgo en los pagos, y sigue sin afrontarse. Amaga con desplomar la tasa de cambio de la corona islandesa.

Además, el acuerdo al que se había llegado implicaba aceptar los cargos de intereses del rescate desde 2008, incluidos los extremadamente elevados cargos de intereses que sirvieron de cebo para que los depositantes privados británicos y holandeses pusieran su dinero en las cuentas de Icesave. Los islandeses ven esos intereses extraordinarios como compensación por los riesgos: riesgos que fueron aceptados por los depositantes, razón por la cual esos depositantes por Internet tendrían ahora que arrostrar las consecuencias.

Así pues, el problema de Icesave terminará ahora en los tribunales. La directriz pertinente de la Unión Europea reza así: "el coste de financiación de este tipo de esquemas tienen que soportarlo, en principio, las propias entidades de crédito". Como reclamantes prioritarios, Gran Bretaña y Holanda se llevarán, en efecto, la parte del león del cadáver de Landsbanki. Pero no era eso lo que se sometía al sufragio de los votantes islandesas. Lo único que ellos querían era salvar a Islandia de una obligación indefinida de cargar con las pérdidas de un banco privado por la vía de incorporarlas a las cuentas públicas sin un plan que dibujara claramente el modo en que Islandia podía obtener el dinero para pagarlas.

La primera ministra, Johanna Sigurdardottir, alerta de que el resultado del referéndum puede traer consigo "el caos político y económico". Pero tratar de pagar trae consigo lo mismo. El pasado año ha sido testigo de la desastrosa experiencia griega e irlandesa; ahora vemos como Portugal se apresta también a incorporar a sus cuentas públicas las deudas temerariamente contraídas por su sector bancario privado. Difícilmente puede esperar de una nación soberana que imponga a su economía una década o más de profunda depresión, siendo así que el Derecho Internacional autoriza a todas las naciones a actuar conforme a sus propios intereses vitales.

Los intentos de los acreedores por persuadir a las naciones de que se allanen a rescatar a los bancos a costa del erario público no es, a fin de cuentas, sino un manipulatorio ejercicio de relaciones públicas. Los islandeses han podido ver el éxito de la Argentina luego de reestructurar su deuda y recortar radicalmente las pretensiones de sus acreedores. También han podido asistir al colapso político de Irlanda y de Grecia, resultante de su empeño en pagar sin atender a los medios necesarios para hacerlo.

Lo menos que puede decirse es que los acreedores no ponderaron mucho las cosas cuando convencieron al gobierno Verde-Liberal de Irlanda de que podía asumir públicamente las quiebras de sus bancos privados sin hundir en la depresión a su economía. Ahí está ahora la experiencia de Irlanda, plantada como una señal de alarma para otros países: no se puede confiar en los pronósticos manifiestamente optimistas de los banqueros centrales. En el caso de Islandia, los expertos del FMI hicieron en noviembre de 2008 proyecciones, según las cuales la deuda exterior bruta sería del 160% del PIB a fines de 2009. Para decirlo todo, añadieron que una ulterior depreciación de la tasa de cambio del 30% podría llegar a causar un aumento importante de aquella proporción de la deuda. Y eso es lo que ha ocurrido. En noviembre de 2008, el FMI avisó de que la deuda externa que había proyectado para fines de 2009 podría llegar a alcanzar el 249% del PIB, un nivel que consideraba "claramente insostenible". Pero el actual nivel de la deuda ha sido estimado ya en el 260% del PIB islandés, ¡y eso aun sin incluir, entre otras, la deuda privada de Icesave que el gobierno Socialdemócrata-Verde quería asumir públicamente!

El problema capital de las obligaciones de Islandia con Gran Bretaña y Holanda es que la deuda exterior –contraída en moneda extranjera— no se paga a partir del PIB. Aparte de lo que se recupere de Landsbanki (ahora, con ayuda de la Oficina Británica para el Fraude Grave), el dinero debe pagarse con exportaciones. Pero no ha habido negociaciones con Gran Bretaña y Holanda sobre qué bienes y servicios islandeses aceptarían esos países como pago. Ya en los años 20 del siglo pasado, John Maynard Keynes dejó escrito que la nación acreedora aliada tenía que responsabilizarse de un modo u otro de las posibilidades de que Alemania pudiera pagar sus reparaciones de guerra, si no era mediante la exportación a la nación acreedora. En la práctica, lo que hicieron las ciudades alemanas fue tomar préstamos en Nueva York y pasar los dólares así habidos a Reichbank [el banco central de la República alemana] para que pagara a Gran Bretaña y a Francia, las cuales, a su vez, usaban ese dinero para transferirlo al gobierno estadounidense en concepto de satisfacción de la deuda interaliada contraída en la compra de armamentos. En otras palabras: Alemania "tomó prestada su vía de salida de la deuda". Con el tiempo, eso nunca funciona.

La práctica normal para Islandia sería nombrar un grupo de expertos que sentara las bases más firmes posibles para defenderse. De ninguna nación soberana puede esperarse que se allane a imponer a toda una generación la austeridad financiera, la contracción económica y la emigración forzosa de sus trabajadores sólo para poder subvenir a los costos del fracasado experimento neoliberal que ha terminado por arruinar a tantas economías europeas.

Michael Hudson es ex economista de Wall Street especializado en balanza de pagos y bienes inmobiliarios en el Chase Manhattan Bank (ahora JPMorgan Chase & Co.), Arthur Anderson y después en el Hudson Institute. En 1990 colaboró en el establecimiento del primer fondo soberano de deuda del mundo para Scudder Stevens & Clark. El Dr. Hudson fue asesor económico en jefe de Dennis Kucinich en la reciente campaña primaria presidencial demócrata y ha asesorado a los gobiernos de los EEUU, Canadá, México y Letonia, así como al Instituto de Naciones Unidas para la Formación y la Investigación. Distinguido profesor investigador en la Universidad de Missouri de la ciudad de Kansas, es autor de numerosos libros, entre ellos Super Imperialism: The Economic Strategy of American Empire.

Traducción para www.sinpermiso.info: Mínima Estrella



lunes, 25 de abril de 2011

AMLO le ganó a Calderón por casi 2 millones de votos en 2006: Cockcroft

AMLO le ganó a Calderón por casi 2 millones de votos en 2006: Cockcroft

Francisco Rodríguez

Texto original de Emet

James D. Cockcroft es un mexicanólogo estadounidense a quien, seguro, no consultan en la fallida Administración de Felipe Calderón. Autor de La Esperanza de México (Monthly Review Press, 1998), así como de otros cuarenta y cuatro libros, es miembro del Comité Organizador Internacional de Redes en Defensa de la Humanidad y del Tribunal Internacional de Libertad Sindical (México).

AMLO le ganó a Calderón por casi 2 millones de votos en 2006Cockcroft ha publicado apenas, también en el Monthly Review, que “un volcán social está burbujeando en México. Casi la mitad de los votantes del país mostró su disgusto con los partidos políticos del país al mantenerse alejado de las urnas en las elecciones de julio de 2010. Todos los principales partidos políticos se han convertido en neoliberales y corruptos. Los movimientos sociales de base amplia se resisten a una ofensiva de la derecha, la cual, en 28 años de políticas económicas neoliberales, ha conducido a la creciente militarización del país. A raíz de la fraudulenta elección de 2006 de Felipe Calderón –Cockcroft maneja que AMLO ganó por casi 2 millones de votos al actual ocupante de Los Pinos–, de un reinado de terror desatado por medio de su inconstitucionalidad, desató una autoproclamada “guerra” contra los cárteles de la droga supuestamente involucrados en luchas internas sangrientas.”

Apunta que, además, las políticas económicas del neoliberalismo han sido genocidas, al causar “incontables muertes prematuras y ha generado la pobreza humillante para las tres cuartas partes de la población. Muchos en las clases medias han sido empujados hacia abajo a las filas de los pobres, cientos de miles de trabajadores han perdido sus puestos de trabajo, con estrategias de ‘trabajo flexible’ y antisindicales que se han convertido en la norma –aunque estén fuera de la ley–, y millones han sido obligados a emigrar…La agonía económica de las masas ha generado una creciente resistencia: las guerras de guerrillas y levantamientos locales violentos.

Washington ve en estos acontecimientos con los ojos funestos y aceita sus armas. Después de todo, México es el segundo socio comercial de los Estados Unidos y el tercer proveedor más grande del oro negro al gigante del norte.”

En este artículo, intitulado México: Estados Fallidos, Nuevas Guerras, Resistencia, Cockcroft revisa el papel jugado por EU en nuestras políticas internas: “Durante décadas, Washington ha vertido ayuda militar a México. En 2008 había seis mil tropas de EU en la frontera mexicana, y en 2010 el presidente Barack Obama decidió enviar más. En la frontera, el lado de EU está militarizado, como lo era antes y durante la Revolución Mexicana de 1910-1917 y periódicamente desde entonces. Los drones –aviones no tripulados—realizan vuelos de rutina en el espacio aéreo mexicano. En los Estados Unidos, los juegos de video ya muestran a tropas estadounidenses invadiendo a México.

“Estados Unidos a menudo ha enviado tropas y agentes a México. Hay una larga historia de participación de EU en los asuntos internos de la nación desde la toma sangrienta de la mitad del territorio de México –el resultado de la guerra imperialista de 1846-1848. Hoy la Alianza para la Prosperidad y Seguridad de América del Norte, organizada por los gobiernos de los Estados Unidos, Canadá y México en 2005, sirve como un arma militar. La Alianza es una ampliación del Plan Puebla-Panamá de 2001, cuyo objetivo fue la integración del sur de México con América Central y Colombia. En 2008, la Alianza se vio reforzada por la Iniciativa Mérida / Plan México, un tratado internacional de seguridad establecido por los Estados Unidos con México y América Central con el pretexto de luchar contra el narcotráfico y la integración de México y América Central con el Comando Norte de los Estados Unidos.”

Pero estos planes, en realidad, incrementan las posibilidades de Washington para su abasto energético, “dado que México, Guatemala, Belice y Colombia son países petroleros. Los planes también hacen que sea más fácil para los Estados Unidos, Canadá y México usar sus armas contra las amenazas externas y, sobre todo, la oposición interna. Los planes, en fin representan una nueva fase del imperialismo contemporáneo.

“¿Cuáles son los objetivos reales de estos planes para la coordinación internacional y la militarización de la lucha contra supuestos terroristas y narcos? Los planes están dirigidos a inmigrantes, pueblos originarios, resistencia de la guerrilla, disidentes políticos y movimientos sociales de protesta por las empresas transnacionales que tienen causas aparentes sobre el agua y la contaminación minera. Estos planes, financiados por miles de millones de dólares, han hecho de México una prioridad de seguridad para la clase dominante de EU. Sirven para ‘justificar’ el envío de personal de EE.UU. a México para participar en operaciones de inteligencia y para reforzar el control sobre las poblaciones de ambas naciones.

México enfrenta una situación peligrosa y compleja.El gobierno de Obama ha reforzado los presupuestos para el envío de agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y la Drug Enforcement Administration (DEA), junto con el personal para capacitar a los mexicanos en las llamadas guerras contra el narcotráfico y el terrorismo –guerras contra lo que Barack Obama llama ‘El Mal’. Una porción de ciudadanos de derecha aplauden al inquilino de la Casa Blanca, otros incluso demandan medidas aún más severas. El gobierno de Obama ha creado una nueva ‘fuerza especial’, compuesta por personas armadas de los organismos policiales y de inteligencia, que ya opera en las zonas fronterizas.”

¿Estamos en las vísperas ya de una invasión estadounidense para asegurar su abasto de petróleo, minerales y energía eléctrica? ¿El pretexto se lo ha dado Calderón con su fracasada guerra contra el narco?

sábado, 23 de abril de 2011

Luchar pacíficamente por la paz, la única salida

Luchar pacíficamente por la paz, la única salida

Jaime Avilés
Desfiladero

En la antigüedad clásica, antes de la construcción del Anillo Periférico, los adultos nos explicaban a los niños capitalinos que Insurgentes era la avenida más larga del munLuchar do. Por el sur, decían, llega hasta Acapulco y, por el norte, a Ciudad Juárez.

Esa avenida imaginaria y al mismo tiempo verdadera –que se prolongaba más allá de los Indios Verdes hacia Pachuca, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, y que a la altura de Ciudad Valles doblaba, a la izquierda, hacia San Luis Potosí, y desde el emporio del queso de tuna ofrecía opciones, al suroeste, hacia Morelia; al oeste, a Guadalajara; al noroeste, hacia Tepic-Mazatlán-Culiacán-Obregón-Hermosillo-Mexicali y Tijuana, y a través del desierto, rumbo al norte, hacia Zacatecas-Durango-Torreón-Chihuahua y Juárez–, dentro de algunos días podría adquirir un profundo significado político y tal vez histórico.

Todas las ciudades que enlaza esta serpentina de pavimento y chapopote están ensangrentadas y de luto, algunas ya heridas de muerte, por la guerra hipócrita de Felipe Calderón, los dueños de México y la buroclase política, una guerra que, ahora todas y todos lo tenemos más claro que nunca, no es, no fue y jamás será contra el narcotráfico, ni contra el dinero de la droga –50 mil millones de dólares anuales que mantienen funcionando al país y le permiten al “gobierno” regalar el petróleo a sus amos–, sino contra las garantías individuales, la justicia universal y expedita (que no existe sino en el papel, pero podría incluso ser borrada de éste) y el libre albedrío, personal y colectivo (que otros llaman “democracia”, pues dizque nos faculta a votar por quien nos dé la gana), bajo la tutela de la Constitución (que hoy corre tanto o más peligro que un pasajero a bordo de un autobús en Tamaulipas).

El próximo jueves 5 de mayo, un segmento de esa carretera, que va de Cuernavaca al DF, se convertirá en escenario de una protesta pacífica y simbólica, que no oculta su intención de unificar y sacar del anonimato, el silencio y el miedo a millones de mexicanos y mexicanas que en todos los ámbitos de la República –eufemismo alusivo a una esperanza, no a una realidad– están hasta la madre de esta dictadura genocida que ya no disimula, sino al contrario, intenta legalizar descaradamente su insaciable sed de sangre.

Si se agotaron, como insiste Pemex, los mejores campos petroleros del sureste (y por eso van a malbaratarlos a empresas de Estados Unidos, Inglaterra y España, que auspiciaron el fraude electoral de 2006 y, en tardía recompensa, nos robarán todo el aceite y gas que puedan, mediante los “contratos incentivados” prohibidos por la ley, aunque avalados, eso sí, por la Suprema Corte), a cambio de nuestra inverosímil “escasez” de hidrocarburos, tenemos un nuevo motivo de “orgullo”: hoy por hoy somos, gracias a Calderón, uno de los países más ricos del mundo en yacimientos ilegales de cadáveres.

El primer secuestro colectivo del sexenio, hasta donde se sabe, ocurrió el 16 de mayo de 2007, apenas cinco meses después de la “heroica” declaración de guerra del espurio. Esa noche, el líder de la sección 49 del sindicato de Pemex, David Vega Zamarripa, salió de sus oficinas en Cadereyta, Nuevo León –40 kilómetros al norte de Monterrey–, junto con varios acompañantes. Ninguno llegó a su casa. Al día siguiente, los plagiarios se comunicaron con Hilario Vega Zamarripa, hermano del dirigente, y lo citaron en el desierto para negociar el rescate. Jamás regresó. En pocos días desaparecieron más de 30 sindicalistas.

No eran –informó Diego Enrique Osorno– disidentes sino amigos de Carlos Romero Deschamps, cacique nacional del gremio; tenían fama de corruptos y actuaban como típicos priístas mafiosos. Quienes se los llevaron, según el reportero que investigó su caso, no pensaban cobrar para soltarlos: más bien, los borraron del mapa para adueñarse del negocio de la venta de plazas, que deja mucho más. Calderón nunca dijo nada al respecto, los levantacejas no montaron ningún escándalo, el Ejército no movió un dedo, la Marina tampoco, García Luna menos.

Casi cuatro años y más de 40 mil muertos y 13 mil desaparecidos después, al calor del hallazgo de incontables narcofosas –sólo en Ciudad Juárez, según Charles Bowden, podría haber de 100 a 300—, los datos que nutren el horror cotidiano –cuerpos con el cráneo hundido, en señal de que fueron asesinados a mazazos (Durango), más de 400 maletas que nadie reclama hace meses en la estación de autobuses de Matamoros, porque sus dueños fueron secuestrados en las carreteras de Tamaulipas (nota de Sanjuana Martínez)–, hablan de una incapacidad supina del “gobierno”, o de un claro entendimiento entre éste y los cárteles, con la bendición de Estados Unidos.

En ese triángulo todos ganan: el “gobierno”, porque el dinero de la droga financia muchas actividades económicas legales que mantienen a flote a miles de empresas y millones de personas; los cárteles, por obvias razones, y la Casa Blanca porque los narcodólares también le sirven como salvavidas a una economía en quiebra, mientras la violencia, el terror y el genocidio, de este lado del río, le garantizan absoluta sumisión por parte del hombrecito de Los Pinos.

Como los únicos damnificados por estas alianzas perversas somos la gente que vive y muere aquí, leyendo en los periódicos las posibles variantes de la espantosa muerte que nos aguarda si las cosas no cambian, lo saludable, lo sensato, lo civilizado sería formular un programa de tres puntos: 1) exigir y lograr la renuncia de Calderón y su gabinete, 2) alcanzar un acuerdo de todas las fuerzas representadas en el Congreso para nombrar un gobierno provisional, y 3) que éste convoque a elecciones anticipadas en un plazo máximo de seis meses. Por desgracia, como quienes realmente mandaron al diablo las instituciones fueron los panistas y los priístas (con el apoyo de los Chuchos y el Yunque), el país se quedó sin estructura y no es posible ningún cambio de poderes, fuera de la vía electoral, porque el caos que ya nos desarticula nos conduciría a una violencia mil veces peor, de la que sólo obtendrían beneficios quienes tienen armas, es decir, Calderón y los narcos: los demás, únicamente aceleraríamos nuestro propio exterminio.

Pero, lo que son las cosas, esto, la intensificación del empleo de las armas, es ni más ni menos lo que pretenden Calderón y los diputados del PRI y del PAN que pasado mañana intentarán aprobar una reforma a la Ley de Seguridad Nacional para autorizar al Ejecutivo a usar las fuerzas armadas contra “movimientos o conflictos de carácter político, electoral, de índole social o del trabajo, cuando se considere que constituyan una amenaza a la seguridad interior”. En otras palabras, lo que quieren en Los Pinos es dar un nuevo golpe de Estado en 2011, ahora más cruento, para evitar con mayor derramamiento de sangre, sudor y lágrimas el triunfo de la oposición en las elecciones de 2012.

Contra este régimen monstruoso, contra la guerra estúpida e hipócrita que es su única razón de ser, contra la dictadura militar que está pariendo, y para tapar el manantial de sangre inocente que lo nutre; por una paz sin atenuantes, por la transformación del país, por la felicidad de las generaciones venideras, salgamos todas y todos a caminar, a partir del 5 de mayo, desde Cuernavaca o donde estemos, hacia el Zócalo. Recordemos a Gandhi en la gran marcha por la sal.

jamastu@gmail.com

miércoles, 20 de abril de 2011

Denuncia de la desaparición de un colaborador del Frente Popular Revolucionario y RadioAMLO



Lic. Omeheira López Reyna,
Unidad para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos SEGOB

Raúl Plascencia Villanueva
Presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos

Lic Javier Duarte de Ochoa
Gobernador del Estado de Veracruz

Jorge Uscanga Escobar
Secretario Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública

Arturo Bermudez Zurita
Subsecretario de Seguridad Pública "A"

M.D. Nohemi Quirasco Hernández
Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Veracruz
Lic. José Francisco Blake Mora
Secretario de Gobernación.

Javier Esteban Hernández Valencia
Representante en México de la OACNUDH

Santiago Cantón
Secretario Ejecutivo de la CIDH

Margaret Sekaggya
Representante Especial del Secretario-General de la ONU, sobre la Situación de los Defensores de Derechos Humanos

Navanethem Pillay
Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.

Jeremy Sarkin
Presidente-Relator del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas, ONU

HECHOS

El 25 de marzo de 2011 aproximadamente a las 19:20 hrs. Gabriel Antonio GÓMEZ CAÑA, miembro del Frente Popular Revolucionario, salió de su domicilio en Calle Miguel Alemán No. 57, Colonia Miguel Alemán, Orizaba, Veracruz, para dirigirse al Parque Apolinar Castillo, para apoyar a un grupo de más de 523 comerciantes semi-fijos que se instalaron en plantón indefinido desde el pasado 20 de marzo, para exigir a las autoridades se respete su derecho a ejercer el comercio en la vía pública, como forma de asegurar el sustento a sus familias.

El mismo día 25 de marzo de 2011, aproximadamente a las 23:30 hrs. Gabriel Antonio GÓMEZ CAÑA, se dirigió a la esquina de Oriente 6 y Madero Sur, en donde se ubica un centro comercial Soriana, hasta donde fue acompañado por una persona de nombre Simón, quien comenta la intención expresada por Gabriel Antonio GÓMEZ CAÑA de trasladarse hasta la terminal de autobuses ADO y de allí tomar un taxi o sí se le daba la gana irse caminando hasta su domicilio. Ésta fue la última vez que se vio a Gabriel Antonio.

Cabe mencionar que el día anterior a su desaparición, el jueves 24 de marzo en entrevista realizada a los comerciantes en plantón, Gabriel Antonio señaló: “El Señor Andrés Morales que es algo así como de comercio informal, se encargó de echarlo a perder, las pláticas iban por buen camino, pero el señor se encargó de echarlas a perder porque así se lo ordenó su patrón, su jefe y casi amo, el sátrapa de Hugo Chahín”. La entrevista fue transmitida por el canal de televisión local, TELEVER.

De acuerdo a la solicitud de apoyo interpuesta por los familiares ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Veracruz, Gabriel Antonio no tenía denuncia alguna de por medio, ni problemas personales, además que acudieron a diversas instituciones de salud y de seguridad pública, en donde les informaron que no se encontraba en ninguno de los registros de ingreso; razón por la cual se presume su DESAPARICIÓN FORZADA y se teme por su vida, ya que Gabriel Antonio, se ha destacado como un luchador social, que ha actuado en defensa de los derechos humanos de los más desprotegidos económicamente, por lo que se unió al Frente Popular Revolucionario y se ha ganado el respeto y reconocimiento de los más de 523 comerciantes que se encuentran en plantón. Por estos motivos las organizaciones que conformamos la RED DE ALERTA TEMPRANA solicitamos su intervención urgente para demandar:

i. Que se preserve la vida y la integridad física y psicológica de GABRIEL ANTONIO GÓMEZ CAÑA.

ii. La presentación inmediata con vida de Gabriel Antonio GÓMEZ CAÑA

iii. Se investiguen y esclarezcan los hechos en los cuales Gabriel Antonio GÓMEZ CAÑA, fue desaparecido y se castigue a los responsables.

iv. Al Estado mexicano, en sus tres niveles de gobierno, federal, estatal y municipal, cumplan su obligación de investigar, perseguir y sancionar los casos de amenazas, hostigamiento y ataques contra defensoras y defensores de derechos humanos a fin de combatir efectivamente la impunidad y la violencia que priva en su contra.

v. Se garantice el ejercicio de las actividades de las y los defensores derechos humanos, libres de actos de persecución, violencia, hostigamiento relacionados con su trabajo.

vi. A las organizaciones nacionales e internacionales defensoras de derechos humanos, en el ámbito de sus atribuciones hacer los llamados pertinentes a las autoridades mexicanas para que se preserve la integridad física y psicológica de Gabriel Antonio GÓMEZ CAÑA y sea presentado con vida de manera inmediata.


Atentamente
Por las organizaciones integrantes de la Red de Alerta Temprana


TS JULIO MATA MONTIEL
Srio. Ejecutivo de AFADEM

SME Reportero de MVS acepta que no hay sabotaje por el SME

jueves, 14 de abril de 2011

12 mil huérfanos por la inseguridad en Juárez, dice el ombudsman estatal

Pequeños de apenas seis años abrigan deseos de venganza, advierten sicólogos
12 mil huérfanos por la inseguridad en Juárez, dice el ombudsman estatal
Alumnos de escuelas primarias de colonias periféricas de Ciudad Juárez se manifiestan contra la violencia, en imagen de archivoFoto J. Guadalupe Pérez
Afp

Periódico La Jornada
Jueves 14 de abril de 2011, p. 4

Ciudad Juárez, Chih., 13 de abril. A sus seis años, Jorge llena la alcancía con la que espera "comprar un cuerno de chivo" (fusil AK 47) para matar a los asesinos de su papá, relata la sicóloga que atiende a un puñado de los 12 mil menores huérfanos por la violencia en Ciudad Juárez.

El pequeño es uno de los pocos que reciben atención sicológica para superar el trauma de ver morir a uno de sus padres en esta urbe fronteriza, donde 7 mil personas han sido asesinados por las guerras entre narcotraficantes y los operativos antidroga desde 2007.

"Por lo menos 12 mil niños han perdido a uno o a sus dos padres. Ahorita es odio y deseo de venganza contra el que mató a sus papás, pero el día de mañana va a ser odio y deseo de venganza contra el Estado que permitió que los mataran", advierte Gustavo de la Rosa, visitador local de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

De la Rosa calculó esa cifra partiendo de que la mayoría de los 7 mil asesinados tenían entre 17 y 35 años. Las parejas en Ciudad Juárez suelen tener en promedio tres hijos, muchas veces antes de cumplir 20 años de edad.

El funcionario explica que sólo se cuenta con 20 sicólogos para atender a los familiares –adultos y niños– de los muertos, que aumentan a un promedio de medio centenar por semana.

Al término de una reunión de instituciones locales con departamentos de atención a víctimas, admite: “acabamos de contar cuántos sicólogos podríamos reunir entre todos y no llegamos al centenar.

"Necesitamos con urgencia sicólogos que hayan tenido experiencia con niños de los Balcanes, de África."

Además de los sicólogos de la fiscalía, una organización de tanatólogos católicos atiende sin pago a menores de ocho años. Jorge es uno de ellos.

Su mamá "llegó histérica a contarnos eso que le dijo su hijo de la alcancía y son historias que se repiten", narra Silvia Aguirre, fundadora del Centro Familiar para la Integración y el Crecimiento, que cuenta con seis terapeutas.

Otro niño pidió llenar una alcancía para comprar una bomba y "ponerla en el canal de televisión en el que mostraron la cabeza degollada de su papá", agrega.

Los menores reciben terapias lúdicas para salir del aislamiento y los episodios de ira en que caen tras las muertes de sus padres y la estigmatización que enfrentan en sus comunidades por ser “hijos de narcos”.

Aguirre añade: "también damos talleres para adolescentes y adultos. Son muchísimos los que necesitan ayuda. Tan sólo en una secundaria que está por aquí, que tiene 300 alumnos, 210 han perdido a uno de sus padres de manera violenta".

Myrna Pastrana, escritora nacida en Juárez, ha recopilado otro centenar de historias de niños pequeños. Pastrana es autora de Cuando las banquetas fueron nuestras, que aborda la traumática situación de esta ciudad, otrora tranquila y ahora desolada desde que comienza a caer la tarde, sobre todo en el centro, donde varios comercios han sido incendiados y abandonados.

No lejos está el puente principal que comunica con la vecina El Paso (Texas).

"Un niño de seis años contó que unos hombres llegaron a su casa, lo sacaron junto con sus papás y sus tres hermanos mayores, los formaron, mataron a sus papás, los pusieron en una carreta y el niño vio cómo se los llevaban dejando charcos de sangre", recuerda.

"Miles de niños no están recibiendo ayuda. Sin duda se van a convertir en adultos resentidos, probablemente alimentarán el círculo de muerte. ¿Cómo no está ya aquí la Unicef? ¿Por qué Felipe Calderón no ha pedido ayuda internacional ya?", cuestiona Pastrana, con quien coinciden De la Rosa y Aguirre.

El gobierno estatal creó un fondo de 100 millones de pesos para atender víctimas, pero incluso el alcalde de Ciudad Juárez, Héctor Murguía, reconoce que son insuficientes.

miércoles, 13 de abril de 2011

Discurso íntegro de Javier Sicilia Javier Sicilia. Cuernavaca Morelos México.

Discurso íntegro de Javier Sicilia

Javier Sicilia
Proceso.

A continuación, el mensaje íntegro que el poeta Javier Sicilia leerá a partir de las 18 horas de este miércoles 13 de abril en Cuernavaca.

Estamos hasta la madre

Alto a la guerra

Por un México justo y en paz

Dios nos sobrevive, tan sólo él nos sobrevive, con el corazón dolido, rodeado de una gran matanza/ de hombres, de mujeres, de niños/ aguardando que comprendamos el amor y la justicia.

Jules de Supervielle

Desde hace 8 días estamos aquí, en este plantón que no es sólo el signo de una herida abierta en la patria, sino también –en su pobreza e inestabilidad– de la indefensión y vulnerabilidad en la que desde hace mucho tiempo vive la ciudadanía azotada por el pudrimiento de sus instituciones y la irracionalidad demoníaca del crimen. Estamos aquí, en estas condiciones, exigiendo perentoriamente a las autoridades que encuentren a los culpables de este crimen que nos arrancó a nuestros hijos: a Juan Francisco Sicilia Ortega, a Luis Antonio Romero Jaime, a Julio César Romero Jaime, a Gabriel Alejo Escalera, y que nos ha estrujado el alma.

Las omisiones del gobierno de Marco Antonio Adame, de los Presidentes Municipales de Jiutepec, Miguel Ángel Rabadán, de Temixco, Nereo Bandera Zavaleta, de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós y del Congreso del Estado han sido tremendas –recuerdo sólo una, clara y contundente, por no hablar de los más de mil homicidios que llevan sus gobiernos sin resolver: El toque de queda que el 19 de abril de 2010 decretaron los cárteles en la entidad y frente al cual estas autoridades nos sólo fueron omisas, sino hasta obedientes y cobardes (ellas mismas cerraron temprano las instituciones públicas y dejaron a la ciudadanía a merced del crimen)–. Ese simple hecho, que se agrega a los más de mil crímenes sin resolver, a los de Juan Francisco, Luis Antonio, Julio César y Gabriel, y a los que se han sumado en estos días, me hace a nombre de la dignidad ciudadana, exigirle a Marco Antonio Adame, a Miguel Ángel Rabadán, a Nereo Bandera Zavaleta y a muchos congresistas omisosos y corruptos–cada uno de los partidos políticos conoce a los suyos y debe reclamárselos–, que renuncien inmediatamente a sus cargos de gobierno. Sabemos, por desgracia, que aún no existe la figura jurídica de la revocación del mandato –esperamos que pronto se apruebe y pueda ejercerse––. Pero existe la vergüenza y la dignidad. Cuando al llegar a sus cargos, ustedes juraron ante la patria, es decir, ante nosotros, los ciudadanos, que harían cumplir la Constitución o que el pueblo se los demandara, nosotros confiamos en ustedes. Ahora que han demostrado que han sido incapaces de cumplirla, el pueblo reunido aquí en el centro de los poderes de Morelos, les demanda sus renuncias. Si no lo hacen, llevaran la vergüenza en su frente y el desdén de los ciudadanos de este Estado.

No dudo, sin embargo y a pesar del oprobio en que nuestras autoridades nos han sumido, que hay buenos policías y buenos soldados investigando y arriesgando sus vidas para dar con el paradero de los asesinos de Juan Francisco, de Luis, de Julio y de Gabo. Pero en estos días no han dejado de multiplicarse los asesinatos de muchachos, de civiles, de migrantes, de mujeres, y sobre nuestras espaldas pesan cerca de 40,000 muertos con los que tenemos la deuda de poner en claro sus nombres, sus apellidos, sus historias para reivindicarlos moralmente e indemnizar a sus familias que, además de sufrir el desprecio y la criminalización de las autoridades, son pobres –nosotros, los ciudadanos de Morelos, al levantar el plantón y exigir la renuncia de nuestros malos gobernantes, hemos dejado en el suelo de la plaza de gobierno y como un símbolo del dolor y de la memoria las placas con los nombres de Juan Francisco Sicilia Ortega, de Luis Antonio Romero Jaime, de Julio Romero Jaime, de Gabriel Alejo Escalera, de María del Socorro Estrada Hernández, de Álvaro Jaime Avelar y de Jesús Chávez Vázquez. A esas placas iremos agregando las placas de las víctimas que se vayan reconociendo y de las que continúen apareciendo a causa de la inoperancia de nuestras instituciones. Hacemos un llamado a toda la nación para que en cada plaza de cada pueblo, de cada municipio, de cada Estado se haga lo mismo con los asesinados que allí vivían. En cada plaza del país debe haber una memoria de nuestros muertos en esta guerra imbécil, una memoria de nuestro Holocausto.

Frente a estas omisiones, frente a la violencia de todo tipo que se ha apoderado del país, frente a esta guerra mal planteada, mal hecha y mal dirigida, que lo único que ha logrado, además de sumirnos en el horror y el crimen, es poner al descubierto el pudrimiento que está en el corazón de nuestras instituciones, frente a toda esta locura que tiene desgarrado el tejido y el suelo de nuestro país, uno se pregunta: ¿Dónde están los gobiernos y sus poderes, dónde está la clase empresarial de la nación, dónde la Iglesia católica y la otras Iglesias que dicen custodiar nuestra vida espiritual, dónde está la dignidad sindical que dice guardar la nobleza de los trabajadores y dónde los partidos políticos que dicen tener un programa para la nación? ¿Dónde los ciudadanos que abandonándonos al cuidado del pudrimiento de las instituciones no hemos tomado en cuenta la lección zapatista de organizar en asambleas reconstituyentes nuestros barrios, nuestros pueblos, nuestras colonias para crear gobernabilidad?

Todos y cada uno de ustedes y de nosotros tenemos graves omisiones y complicidades criminales maquilladas de legalidad que nos han sumido en el caos y, como le dijo el poeta Mandelstam a Stalin, nos hacen ya no sentir el suelo bajo nuestros pies.

Hasta ahora, sumidos en sus intereses, empantanados en sus pequeñas y mezquinas ambiciones ideológicas, mediáticas y electoreras, empeñados en idioteces, lejos de detener esta violencia demencial están despojando a nuestros jóvenes de la esperanza y de sus sueños, y les están mutilando su creatividad, su libertad y su paz.

Los partidos políticos tienen gravísimas omisiones frente al crimen organizado. Esas omisiones han sido la moneda de cambio para acomodarse aquí y allá, erosionando las instituciones e hiriendo gravemente a la nación.

Los gobiernos, me refiero al ejecutivo y legislativo de la Federación, de los estados y de los municipios, han mantenido impune a una buena parte de la mal llamada clase política porque no han sido capaces de independizar al poder judicial de la política y con ello han protegido intereses y complicidades criminales. Cuando Colombia logró sacar del control político al poder judicial, logró encarcelar al 40% de los miembros del Congreso que estaban vinculados con el crimen. Son omisos también porque en nombre de una guerra absurda están destinando presupuestos multimillonarios para alimentar la violencia y, al quitárselos a la educación, al empleo, a la cultura y al campo, están destruyendo el suelo en el que la sobrevivencia y la vida pública tienen su casa.

El esfuerzo que podamos hacer los ciudadanos y algunos gobernantes honestos y comprometidos resulta inútil, estéril, sin jueces, magistrados y ministros que impartan justicia. Hoy son más los incentivos para operar en la ilegalidad que dentro de ella. Demandas y denuncias que se quedan archivadas por años, litigios y procesos a modo, amparos otorgados al vapor, sentencias recurridas y reducidas que demeritan ante los agraviados la sensación de haber recibido justicia e invitan a hacerse justicia por propia mano. Mucha de la sensación que hoy tenemos de vivir en la ilegalidad se debe a un poder judicial ineficaz, corrupto y dependiente de las mismas corrupciones políticas.

Los empresarios han sido omisos al cuidar sus intereses particulares por encima de los de la gente que hace posible la vida de los pueblos. Su egoísmo y su vida timorata les ha impedido denunciar a quienes de entre ustedes –que administran la banca y tienen algún tipo de empresas–, lavan dinero; les ha permitido administrar el desempleo para explotar el trabajo honrado, pero mal pagado, y maximizar sus ganancias; les ha permitido destruir formas de comercio nacidas de la vida de la ciudadanía con el fin de expandir sus mercancías y sus industrias, y destruir las formas de vida autóctonas. Han sido omisos –y aquí me refiero a los monopolios mediáticos– al no permitir la democratización de los medios, al manipular a la ciudadanía a través de ellos para conservar sus intereses, expandir sus capitales y negociar con los partidos. No es posible que en esta nación tengamos al empresario más rico del mundo y a 50 millones de hombres, mujeres, niños y niñas, despojados y sumidos en la miseria. Hoy somos testigos de una guerra entre los gigantes de la telecomunicación, una guerra tan imbécil y absurda como la que vivimos entre el crimen y el gobierno, y ya no sabemos bien si su disputa es por los mercados, por el espectro o por saber quien logra expoliar más a los mexicanos.

El Informe del Banco Mundial sobre Desarrollo que en estos días comenzará a circular dice, como lo señaló Jorge Montaño, integrante consultivo de ese informe, que “el empleo, la justicia y la seguridad ciudadana son fundamentales para romper los círculos de la violencia criminal y política (…) Los movimientos de violencia son mayores cuando elevados niveles de tensión se combinan con faltas de legitimidad o capacidad deficiente de las instituciones nacionales. México “se encuentra ante una oleada sin precedentes de violencia (…) El tráfico de drogas, la trata de personas, el blanqueo de dinero, la explotación (…) de los recursos naturales, la falsificación y las violaciones a los derechos humanos, son actividades lucrativas que facilitan la penetración de la delincuencia organizada en las vulnerables estructuras sociopolíticas, judiciales y de seguridad” de países como el nuestro.

Los sindicatos han sido omisos porque se construyeron no para la defensa de los trabajadores, sino para el clientelismo político. Han visto al Estado y lo siguen viendo como una ubre de la que pueden extraer ganancias corruptas. El caso más claro es el del sindicato de la educación que se ha convertido en un mercader de votos con el que anticipadamente los partidos y los gobiernos comprometen sus agendas y la dignidad del país.

Las Iglesias también han sido omisas. La mía, la católica, a la que me refiero por ser la mía y la mayoritaria en este país, ha sido omisa porque al reducir la vida del espíritu y la marea del amor de Cristo a una pobre moral sexual y al cuidado de la imagen ya muy deteriorada de su institución, ha descuidado el amor y el servicio a los pobres, y, semejante a la clase sindical y empresarial de nuestro país, ha buscado el poder, el clientelismo político y la riqueza humillando la Palabra. Ha sido omisa porque preocupada por la vida que está en el vientre de las madres –y que hay que defender–, ha descuidado las de los que ya están aquí. Estamos ante el mal y la Iglesia debe decir con San Agustín: “Buscaba de donde viene el mal y no salía de él”. Si ustedes hablan alto y con claridad, si se niegan a las componendas y a los privilegios, que ocultan el crimen; si son fieles a su Señor y están dispuestos como él a dar la vida, podemos hacer que el número de las víctimas disminuya más rápidamente.

Todos y cada uno de ustedes ha puesto como el valor supremo de la vida a la economía en su sentido más pervertido: el del consumo y el del dinero. En su nombre, han destruido todos los ámbitos de convivencia y con ello han destruido nuestro suelo y nuestras relaciones de soporte mutuo hasta sumirnos en el horror de la violencia, la miseria y el miedo. Cada uno de nosotros hemos también sucumbido a ello y conocemos nuestras traiciones. Por ello les decimos y nos decimos que toda esta violencia debe de terminar o al país se lo va cargar la chingada.

En 1994, cuando los indios de este país se levantaron en la frontera sur, en Chiapas, con su “Ya basta”, pusieron ante los ojos de la patria la inmensa cantidad de excluidos que las ambiciones, los intereses de ustedes y su luchas cerriles habían ignorado y humillado. Con ello, nos pusieron también ante los ojos la desgarradura que el tejido de la nación venía sufriendo desde décadas atrás. A pesar de los legítimos reclamos del zapatismo, a pesar de sus propuestas para rehacer un México en el que todos quepamos, ustedes los han ignorado, los han intentado desprestigiar y los han reducido a un cerco militar y mediático. Diecisiete años después, su sordera, y la continuación de sus mezquindades y ambiciones, han provocado que en la frontera norte, en Ciudad Juárez, se haya instalado la violencia, la impunidad y el miedo. Entre esa frontera: la del norte, la de la impotencia, la del pudrimiento de las instituciones y la del imperio de la impunidad y el crimen, y la otra, la del sur, donde resiste, como puede, un puñado de dignidad moral, las familias de este país están quebradas, pero no vencidas; están profundamente dolidas, pero no aterrorizadas, sino indignadas; llenas de esa fuerza moral que los indios y los excluidos de esta nación han sabido comunicarnos.

Con esa dignidad, y acompañados de Julián Le Baron, de Olga Reyes, de padres de la guardería ABC, de las madres de los asesinados en Salvarcar, de los deudos de los muertos de Pasta de Conchos y de tantos y tantos padres y madres que han visto asesinar a sus hijos, de Emilio Álvarez Icaza, del padre Miguel Concha, de Miguel Ángel Granados Chapa y de Alberto Athié, convocamos a una nueva marcha nacional para el domingo 8 de mayo en el zócalo de la Ciudad de México. Nosotros, la ciudadanía de Morelos, saldremos caminando de la Paloma de la Paz el 5 de mayo para pernoctar el 7 en la Espiga, escultura de Rufino Tamayo, que se encuentra en el Centro Cultural de la UNAM y salir el día 8 a las 7 de la mañana rumbo al sitio donde se asientan los poderes de la República. Invitamos a todos los ciudadano de otros Estados de la República a que hagan lo mismo y juntos lleguemos al zócalo de la Ciudad de México.

Vamos a caminar en silencio, después de estos días de recogimiento y meditación, para detener la violencia; para decirles que aún estamos a tiempo de rehacer nuestro suelo y nuestro tejido social –uno de los dones más bellos que tenemos– y de refundar la nación.

Vamos a ir al zócalo de la Ciudad de México para exigirles al Presidente de la República, al Congreso de la Unión, a los partidos políticos, a sus líderes, a los empresarios, a los líderes sindicales, a las Iglesias y a sus jerarquías, que asuman su responsabilidad para que los millones de mexicanos que aman este suelo llamado México no vean cancelado absolutamente su porvenir.

Vamos a convocarlos allí para que con nosotros y ante nosotros se comprometan a firmar un pacto nacional auténtico, genuino, sin simulaciones y escenografías institucionales –esas instituciones que ya son meros vestigios de lo que fue una nación–; vamos a convocarlos para que firmen un pacto en el centro de la ciudad más dolida de entre las dolidas, en el centro de la ciudad que más muertos ha puesto en los últimos años: en el centro de Ciudad Juárez. Ahí, en la herida abierta de la frontera norte, vamos a convocarlos para que ustedes, que han malversado nuestro dinero, han decidido sin consultarnos en nuestro nombre, han defraudado nuestra confianza y han puesto al país en estado de emergencia nacional, firmen un pacto que les permita recuperar la representación de la nación que casi han perdido y hagan valer los cargos que ostentan antes de que sea demasiado tarde.

Pero vamos también allí a decirnos a nosotros mismos, frente a sus omisiones y complicidades, que también nosotros, desde abajo, podemos, si nos organizamos, tener asambleas constituyentes y reconstituyentes en cada colonia, en cada barrio, en cada comunidad, para crear gobernabilidad y seguridad locales y confiables.

Vamos a ir caminando en silencio –el lugar en donde nace la palabra verdadera y se recoge para se comprender sus significados profundos–; vamos a caminar así para evitar que los gritos nos confundan y la indignación, que lleva a veces al insulto, nos haga perder el amor. Este silencio, en el que nos recogemos, marca un tiempo necesario para que surja la palabra y las palabras claras y precisas que necesitamos.

Iremos presididos por el máximo emblema de nuestra casa: la bandera de México. La llevaremos hasta allí donde se asientan los poderes de la República; allí en donde los antiguos miraron por vez primera el lago, el águila y la serpiente en el nopal.

Vamos a ir allí para exigirles que asuman la esperanza de todos con propuestas concretas y plausibles –algunas de las cuales llevaremos–; vamos a ir allí para obligarlos, porque ustedes han olvidado que la soberanía, como lo señala el artículo 39 de nuestra Constitución, radica en los ciudadanos– a que pacten con nosotros y de cara a nosotros; para obligarlos a realizar un esfuerzo profundo y sistemático que detenga esta violencia que nos está destrozando el alma y el cuerpo, y despojándonos del derecho que tenemos a vivir en paz en un México en el que todos quepamos con nuestros seres queridos que son todos los seres queridos de cada uno de los que habitamos este país.

Porque vivimos un tiempo límite vamos a ir también allí a preguntarles ¿Cómo pretenden ir a las elecciones si no son capaces de ponerse de acuerdo entre ustedes para defender la vida de los hijos y las hijas de nuestro amado México?

Además opino que hay que devolverle la dignidad a esta nación y hacer que este dolor sirva para rehacer el amor y la justicia que perdimos.

sábado, 9 de abril de 2011

La violencia en México, por falta de atención a los pobres: Lula

Es momento de cambiar la situación, sí es posible, afirma el ex mandatario de Brasil

La violencia en México, por falta de atención a los pobres: Lula

Considera necesaria una alianza estratégica entre Pemex y Petrobras para explorar mercados

Mejorar los salarios de los trabajadores y la distribución de la riqueza, planteó el ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva, durante su participación en la 74 convención bancaria, en Acapulco, GuerreroFoto Javier Verdín
Roberto González Amador e Israel Rodríguez J.
Enviados
Periódico La Jornada
Sábado 9 de abril de 2011, p. 5

Acapulco, Gro., 8 de abril. Parte de la violencia que ocurre ahora en México tiene su origen en la cantidad de años en que los más pobres fueron tratados sin atención, aseguró este viernes Luiz Inacio Lula da Silva, ex presidente de Brasil, al pronunciar una conferencia magistral en la 74 convención bancaria.

El problema que vemos hoy en día en el mundo es la falta de decisión política, no es un problema económico, es decisión política, aseguró Lula, quien dejó la presidencia de Brasil en enero pasado, después de ocho años al frente del gobierno.

Lula afirmó, con base en su experiencia en la oposición y al frente del gobierno, que el político necesita un compromiso con su origen y con el pueblo. Eso sí forma a un político: saber para quién va a gobernar.

Ustedes que son hombres de negocios, que trabajan en bancos, en la industria y en el comercio saben que parte de la violencia que vive México no ha surgido ahora, tiene su origen en la cantidad de años en que los más pobres fueron tratados sin atención aquí, en Brasil, en Honduras y en un montón de países, afirmó Lula, cuya conferencia fue interrumpida en varias ocasiones por aplausos.

Abundó: Me parece que eso debemos revertirlo y este es el momento. Tengo experiencia en Brasil, porque cuando veo que sólo en ocho años sacamos a 28 millones de personas de la pobreza extrema y elevamos 36 millones de personas a la clase media del país, puedo decirles que sí es totalmente posible cambiar la cara de nuestros países.

Lula abordó, de forma extensa, la necesidad de elevar los salarios de los trabajadores y de mejorar la distribución de la riqueza que producen los países, así como levantar la autoestima del pueblo. Ninguna nación será grande y respetada si su pueblo no tiene esperanza, afirmó. Habló también de la reforma que realizó su gobierno a la estatal Petróleo Brasileiro (Petrobras).

Sobre los salarios, Lula relató que en su país era un tabú hablar de recuperación del poder de compra. Decían que era imposible aumentar los salarios sin que creciera la inflación al mismo tiempo. Nosotros rompimos ese tabú. Durante mi gobierno todos los trabajadores tuvieron un aumento real de sus salarios, subieron arriba de la inflación, aumentó prácticamente 60 por ciento, la inflación sigue controlada y el mercado interno sigue creciendo.

Al mismo tiempo que los salarios aumentaban, dijo a los banqueros reunidos en este foro, su gobierno logró impulsar una excelente distribución del ingreso. “En la década de 1970, cuando Brasil crecía a una tasa de 14.5 por ciento, los gobernantes decían así: ‘no podemos hacer distribución de ingresos en este momento, es necesario que el pastel crezca y cuando crezca bastante entonces lo distribuimos’. Y aquel pastel crecía y crecía y cuando los trabajadores querían comer un pedazo, simplemente ya se había acabado, sólo quedaban las bolitas de decoración”.

Lo que se hizo, explicó, fue demostrar que es posible crecer y distribuir mejor al mismo tiempo. El crecimiento de la actividad económica tiene sentido si la sociedad mejora su calidad de vida, principalmente los sectores más pobres, planteó ante banqueros como Roberto Hernández Ramírez, de Banamex; Carlos Gómez y Gómez, ex presidente de la ABM; Roberto González Barrera, de Banorte; Marco Antonio Slim, de Inbursa; Francisco Gil Díaz, presidente de la filial mexicana de Telefónica, además de directivos de instituciones de crédito privadas y de desarrollo del país.

Muchos me criticaron diciendo que era una política populista, proselitismo, que era asistencialismo, que yo debería hacer puentes, construir carreteras y ferrovías. Y yo realmente quería hacerlo, pero también quería que el segmento más pobre de la población pudiera comer las calorías y proteínas necesarias para la vida del ser humano; y que pudieran ellos construir esos puentes y esas carreteras que el país tanto necesita, añadió.

Impulsar el crecimiento

El ex mandatario consideró conveniente que Petróleos Mexicanos (Pemex) y Petrobras, empresa en la que el Estado brasileño posee 38 por ciento del capital accionario, formen alianzas estratégicas. Ambas compañías deben, sin temor, trabajar para impulsar el crecimiento económico en sus países.

Yo soñaba con que un día Petrobras y Pemex, sin renunciar a sus características y a su nacionalidad, pudieran unirse, quizá construir otra empresa para explorar otros mercados, apuntó.

El Estado, añadió, desempeña un papel importante en la actividad petrolera. Lo que el Estado no puede hacer es tener miedo de establecer alianzas con la iniciativa privada. Lo que es necesario es establecer reglas del juego que sean claras.

viernes, 8 de abril de 2011

John Berger, el anfitrión de la montaña

John Berger, el anfitrión de la montaña
7 February 2011

Desde hace más de 30 años John Berger –uno de los intelectuales más lúcidos y comprometidos de su generación– vive recluido en un pueblo de la Alta Saboya francesa. Hasta allí fue la escritora Angela Pradelli, junto con la fotógrafa Paulina Tercero Leyzaola, a compartir una jornada de charlas íntimas y confesiones regadas de buen vino y de poesía.
POR ANGELA PRADELLI
UN BRINDIS. “¿QUÉ HORA ES? –PREGUNTA BERGER–. PODRÍAMOS TOMAR UNA COPA DE VINO. ENTONCES SE LEVANTA Y CORTA PRIMERO UNAS RODAJAS DE PAN FRESCO Y LAS DISPONE SOBRE LA MESA. LUEGO TOMA DE LA ALACENA UNA BOTELLA DE VINO Y BUSCA LAS COPAS EN EL ARMARIO. –BRINDEMOS –ME DICE–.”


Hay varios pares de botas de goma y de zapatos en el porche de entrada a la casa. De hombre y de mujer, de distintos tamaños. En la pared lateral, ordenadas, las herramientas para trabajar en la tierra cuelgan a cierta altura. Las botas, los zapatos ahí, y obviamente las palas, los rastrillos y los zapines, tan a mano, hablan de los moradores de esta casa y dicen que acá la vida es fundamentalmente eso, hundir las manos en la tierra para sembrar, cuidar las verduras y las frutas, criar a sus animales. En la parte superior de la pared, una foto grande de un poeta palestino que falleció hace dos años. Así que la vida en esta casa también es amistad, poesía y memoria.

Esta tarde la luz del este de Francia es muy clara y mientras vamos viajando por la ruta esa luminosidad penetra los vidrios del auto y nos permite ver a mucha distancia sin dificultad. La claridad de esta luz hace pensar en que el aire está límpido y en el horizonte, aunque lejano, se ve una línea perfectamente definida. Tan diáfano todo, que los colores de siempre se ven más claros y transparentes. Habíamos salido de Ginebra un poco después de las tres de la tarde con Paulina Tercero Leyzaola. Paulina es hija de la escritora mexicana ya fallecida Margarita Leyzaola y por estos días está presentando en México y en Suiza En nombre de mi padre, el libro que Margarita escribió pero nunca pudo ver publicado y que lleva prólogo de Elena Poniatowska, la escritora que, en 2007, participó del homenaje a John Berger en La Jornada. A poco de salir de Ginebra nos damos cuenta de que no llevamos pasaportes, tendríamos que regresar a buscarlos pero desechamos rápido la idea y decidimos seguir para no demorar el encuentro. Tomamos el camino de la autopista. De frente, brillan los picos nevados de las montañas. Pero ¿qué vamos a decirles a los agentes de la aduana cuando nos pidan los documentos para cruzar legalmente?, ¿que la literatura nos basta para atravesar esta y todas las fronteras?

“La escritura, tal como la concibo, no tiene un territorio propio. El acto de escribir –dice el autor– no es más que el acto de aproximarse a la experiencia sobre la que se escribe; del mismo modo, se espera que el acto de leer el texto escrito sea otro acto de aproximación.” John Berger incluye este párrafo en Esa Belleza y también en Puerca tierra. En la claridad de esta tarde, mientras vamos hacia su casa en la Alta Saboya, vuelve a mí esta afirmación suya, tal vez porque los libros de John Berger siempre me hacen atravesar una experiencia de proximidad, al leerlo puedo oír el ir y venir de su respiración en la construcción de cada frase y, con sólo extender la mano, uno siente que puede tocar al autor detrás de cada una de sus palabras.

Llegamos a la aduana: hoy no hay controles así que avanzamos porque tenemos el pase libre. Pero unos metros más adelante, la muchacha que nos cobra en el puesto del peaje, cuando le preguntamos por el pueblo, nos dice no conocerlo y nos hace desviar. Tomamos por el camino que sube la montaña. Este camino es muy bello y enseguida, guiadas por la lectura de los carteles llegamos a Quincy. Ya en las calles del pueblo, nos detenemos a preguntarle a una mujer que lleva a un bebé dormido en su cochecito. La mujer habla bajo para no despertar al niño y se sonríe cuando le preguntamos si sabe cuál es la casa de John Berger.

–Soy su esposa –me dice– ¿Usted es la escritora argentina? –pregunta y enseguida juntamos nuestras manos.

Entramos las tres a la casa por el porche en donde están los zapatos de trabajar y las herramientas. El niño no, el niño queda en su coche, durmiendo bajo la frescura de un árbol. Antes de entrar a la casa, nos llama la atención una foto, un retrato. La foto es grande, tiene un marco ancho y está colgada sobre el umbral de la puerta. Pero no preguntamos nada y entramos. En la cocina grande John Berger saluda con un abrazo que se prolonga y enseguida prepara café. Apenas unas semanas atrás, nos habíamos cruzado en París sin vernos. Mejor, pienso ahora, de haberlo encontrado allí, no existiría esta tarde en Quincy. Hablamos de su operación de cataratas y cuando le digo que leí el texto que él escribió contando su experiencia se sorprende.

–¿En Ginebra? –me pregunta

–No –le contesto–, en Buenos Aires.

–¿Y qué le parecieron los dibujos –me pregunta– le gustaron?

–No los vi –le digo mientras distribuimos las tazas sobre la mesa amplia. Y comentamos el texto, uno de los mejores que leí en el último tiempo.

La luz que hace posible la vida y lo visible. Tal vez aquí toquemos la metafísica de la luz (Viajar a la velocidad de la luz significa dejar atrás la dimensión temporal). Al caer, no importa sobre qué, la luz otorga una cualidad de “primeridad” que lo vuelve prístino aunque en realidad puede ser una montaña o un mar de equis millones de años. La luz existe como un continuo comienzo interminable. La oscuridad, en cambio, no es, como suele suponerse, una finalidad sino un preludio. Es lo que me dice mi ojo izquierdo que apenas puede distinguir los contornos todavía.

–¿Cómo que no vio los dibujos? –me pregunta, y enseguida se levanta como un resorte, va a la habitación de al lado y regresa con el manuscrito–. Hice el pedido expreso de que no se publicara nada sobre la operación de cataratas sin las ilustraciones –me dice y me extiende los originales.

Berger tiene razón. Los dibujos del ilustrador turco tienen tanta fuerza como el texto.

Pasamos un buen tiempo mirando ese original. Doy vuelta las hojas con cuidado, con plena conciencia de tener una piedra preciosa entre las manos. Vincent ya ha despertado de su siesta y ahora está entre nosotros y mira también las ilustraciones. Nos detenemos en los dibujos, en algunas frases. Avanzamos y volvemos atrás. Pero por momentos me salgo del libro y, atraída por las manos de este escritor, sigo sus movimientos. Y entonces me digo que seguir sus manos quizás sea, de algún modo, otra manera de estar dentro de sus libros.

Cada par de ojos inevitablemente debe cargar con su propio horizonte. Pero este sentido ampliado de anchura y de lo lateral lo estimula a uno a imaginar (como ocurre en la infancia) una multitud de horizontes alternativos. La compuerta cayó desde arriba. Los horizontes se extienden en todas direcciones. Detrás de mi ojo derecho cuelga una arpillera; detrás de mi ojo izquierdo hay un espejo. Por supuesto no veo ni la arpillera ni el espejo. Sin embargo, lo que miro refleja ostentosamente su diferencia. Ante la arpillera, lo invisible permanece indiferente; ante el espejo comienza a jugar.

Berger me dice que ese libro se publicará en unos pocos meses y que le gustaría que los ejemplares se distribuyeran gratuitamente en todos los hospitales en los que se realizan operaciones de vista, que se regalara un libro a cada paciente porque nadie escribe sobre estas cosas, me dice, nadie habla sobre la experiencia de la operación.

Una intervención quirúrgica para extirpar las cataratas devuelve a los ojos buena parte de su talento perdido. Talento, no obstante, implica invariablemente cierta cantidad de esfuerzo y resistencia como también gracia y beneficio. Y por esa razón la nueva visibilidad representó para mí no sólo un don sino un logro. Principalmente, el logro de los médicos y las enfermeras que realizaron la intervención y también, en grado un poco menor, el logro de mi cuerpo.

El dolor me hizo tomar conciencia de eso.

–La relación médico-paciente ya no existe –dice Berger sin despegar los ojos de los dibujos del caricaturista turco a quien tanto admira–. Ya no se da ese lazo, no hay un vínculo, todo eso se cortó. Ahora los médicos son otra cosa.

Y entonces claro, recordamos a John Sassall, el médico inglés que ejercía su profesión en una comunidad rural y que Berger hizo protagonista de Un hombre afortunado, uno de sus primeros libros.

–Durante dos meses fui a vivir al pueblo rural donde él atendía, y, junto con el fotógrafo Jean Mohr, nos pegamos a él durante cada hora del día, fuimos su sombra, estuvimos en todas sus consultas, las visitas que hacía a sus pacientes, presenciamos todos los diálogos, las curaciones, y luego me llevó dos años escribir el libro.

El señor de la montaña

Berger cuenta que vive en esta casa desde que su hijo tenía la misma edad que su nieto ahora. Los dos permanecemos sentados en el banco largo pero ahora nos separamos todo lo que podemos, cada cual en un extremo para que Vincent, que está aprendiendo a caminar, practique. Paso tras paso, el niño va y viene desde él hasta mí y luego se da la vuelta y regresa. Hace ese camino entre nosotros, a veces más firme y otras tambaléandose, pero de algún modo u otro siempre llega a nosotros que, esta tarde, aquí, en Quincy, uno a cada extremo del banco, somos su destino.

–Me gusta vivir acá, pero claro, los inviernos a veces son muy largos. Hay un solo colectivo que sale a la mañana temprano para Suiza para llevar a la gente a su trabajo y regresa recién al caer la tarde. Hace 34 años que vivo acá pero si tuviera que decir por qué elegí venir a este pueblo de campesinos, no sé, es que las decisiones nunca son por una sola causa, a veces uno no sabe muy bien por qué, siempre hay más de una razón para hacer algo, pero yo no podría decir que ninguna haya sido suficiente para tomar una decisión. Lo que pasa es que después vienen los reportajes y los periodistas preguntan por qué vive aquí y como insisten con la pregunta uno va construyendo respuestas. Pero en la vida no todo tiene una causa clara para uno, sino que las cosas se dan, algo aparece en determinado momento y uno actúa.

Berger tenía 50 años cuando vino a vivir a Quincy entre los campesinos de montaña.

–Mi educación formal había concluido a los 16, pero entre estos campesinos de Quincy, aquí, entre las montañas, yo aprendí tanto como en una universidad.

Y de pronto aparece entre nosotros Páginas de la herida. De repente, así como aparece siempre la poesía. Se instala ahí como un suceso que hay que abordar. Buscamos un poema en especial, así que vamos y venimos por sus páginas, nos demoramos. Sus manos otra vez, esas manos. Cuando por fin lo encontramos, como ésta es una edición bilingüe, él lee una parte en inglés y luego yo sigo en español. Después Berger busca la exquisita edición de 1994, que incluye fotos y dibujos y afirma que leer un poema significa ser transportado pero no al futuro ni al pasado. Que sólo hay un aquí y ahora. Un tiempo y un lugar idénticos al de la lectura del poema y que lo incluye todo.

Berger hace también sus preguntas. Quiere saber por ejemplo qué enseño en la escuela, cuántos años tienen mis alumnos, cómo son las clases, qué escriben los estudiantes. Me cuenta que él escribe poemas desde los 12 pero no conserva ninguno de esa época. Me pregunta también por mis parientes en Italia, que conoce muy bien esa zona del norte, la comuna de Coli, me dice, y se dispone a escuchar las historias familiares. Quiere detalles y a veces vuelve a preguntar para que la respuesta sea más larga. Y entonces hablamos de la inmigración, de la hambruna de los pueblos, de la separación de las familias, los hermanos que no pudieron volver a verse nunca más, de las tristezas y de las fatigas, de las madres y los padres que fueron envejeciendo habiendo perdido para siempre todo contacto con sus hijos, de las guerras.

Parece que a Vincent la caminata sobre el banco le abrió el apetito.

–¿Qué hora es? –pregunta Berger–. Podríamos tomar una copa de vino.

Entonces se levanta y corta primero unas rodajas de pan fresco y las dispone sobre la mesa. Luego toma de la alacena una botella de vino y busca las copas en el armario. El ventanal de la cocina es grande y desde aquí se ven las tierras cultivadas y un recorte del pueblo. Se ven también, y parecen cercanos, los picos blancos de los Alpes y el modo en que la nieve fulgura desde esa altura. Estamos parados frente a la mesada de la cocina. Muy cerca de nosotros hay un canasto lleno de nueces. Mientras él descorcha el vino, yo hundo mis brazos entre las nueces hasta tocar el fondo del canasto. Al oír el crujido de las cáscaras, Berger señala hacia afuera.
–Todas estas nueces son de ese mismo árbol –dice.

El nogal que se ve tras la ventana es una planta grande, fuerte.

Llenamos las copas.

–Brindemos –dice Berger, y cada uno a su turno elige para ese brindis sus propias palabras, que son deseos, y que quedan flotando sobre la mesa.
Insisto, hay que ver las manos de este poeta, manos que tienen las marcas del trabajo en la tierra, en la escritura, la pintura. Hay que ver estas manos.

Después miramos algunos libros de fotos y hablamos sobre las diferencias entre foto y escritura.

–No podría decir cuándo me inicié en la fotografía. Lo que sé es que siempre he reaccionado a las imágenes de cualquier tipo, no sólo a las fotográficas. Y cuando publiqué poemas que incluían fotos mi intención no era que la fotografía fuera una ilustración, no, no me gusta esa idea. Yo quiero que la foto sea un texto del mismo nivel que el poema. Muchas veces incluso primero surgía la imagen y recién después escribía el poema.

El perfume del vino es dulce pero también huele a maderas y, como los deseos del brindis, queda en el aire, sobre la mesa, entre nosotros.

–Una foto –dice Berger– es una instantánea. Un fotógrafo puede tomar muchas fotos, y descartarlas y volver a tomarlas y continuar así. Pero una imagen nunca está terminada. Un texto en cambio nos visita y luego nos abandona.

Salimos juntos de la casa. No bien pasamos la puerta, la imagen del poeta Mahmoud Darwish desde la gran foto que cuelga alta en la pared hace que nos detengamos allí frente a él.

–Era mi amigo –dice Berger– y está muerto. Luego, por unos segundos, en silencio, Berger se queda mirando el paisaje del otoño en Quincy. Las hojas amarillas de las plantas que se desprenden y caen livianas, las ramas de los árboles que empiezan a quedarse peladas.

Nos despedimos en el porche. Por alguna razón, su abrazo tan fuerte me recuerda el nogal cargado de frutos en el jardín. Habíamos pasado la tarde leyendo poesía, hablando de la tierra y los lugares, de las lenguas. Habíamos tomado vino e imaginado otras vidas en otros tiempos. Nos contamos historias familiares y hablamos de los fracasos y los sueños.

En la última imagen que tengo de este encuentro, una imagen que es también una poesía, lo veo a Berger parado en el medio de la calle. Nos sigue con su mirada celeste y levanta el brazo bien alto para saludarnos mientras nosotras empezamos a bajar por el camino entre montañas. Con la distancia el poeta debería verse más pequeño a medida que nos alejamos. Pero no.

–Ya no nos volveremos por la autopista –me dice Paulina mientras andamos todavía por las calles de Quincy.

–¿Y por dónde entonces? –le pregunto.

–Por adentro –me contesta–, volveremos por adentro y así atravesaremos los pueblos.

Y eso hacemos, vamos pasando uno a uno todos los pequeños poblados y los nombramos exagerando la pronunciación en francés. Ya casi termina la tarde cuando llegamos a la frontera con Suiza. Pero hay algo raro. Aun cuando el aire empieza a oscurecerse cada vez más porque el sol ya está poniéndose detrás de las montañas nevadas nosotras nos volvemos de ese encuentro como quien regresa de una iluminación que, en su brevedad, durará sin embargo para siempre y traerá una y otra vez la misma imagen. Nos abrazamos en el porche para despedirnos, después John Berger nos acompaña con su mirada celeste, se para en el medio de la calle, siempre grande y tan fuerte como un nogal, nosotras nos alejamos, él levanta el brazo bien alto y nos saluda agitando su mano.

publicado primero aquí: Clarín

miércoles, 6 de abril de 2011

LISTA DE MARCHAS SIMULTANEAS PROGRAMADAS CONTRA LA VIOLENCIA EN LA REPUBLICA MEXICANA Y EN EL EXTRANJERO



1- CUERNAVACA, Morelos Monumento de la Paloma de la Paz para llegar al Palacio de Gobierno

2- AGUASCALIENTES, Aguascalientes. Café La Mandrágora, Nieto esq. Matamoros19.00hrs

3-CANCÚN, Quintana Roo del Ceviche a la Plaza de la Reforma. 17.00hrs.

4-COLIMA, Colima. del Jardín Núñez al Jardín de la Libertad. 17.00hrs.

5-CD JUAREZ, Chihuahua, en la Fiscalía Zona Norte de Eje Juan Gabriel y Aserraderos, Sub-procuraduría 18.00hrs

6-CHIHUAHUA, Chihuahua, Palacio de Gobierno 17:00hrs

7 -DISTRITO FEDERAL. Del Palacio de Bellas Artes al Zócalo.-COYOACAN Distrito federal, Kiosko de Coyoacán, Se pondrá una ofrenda de luz y flores. 17hrs

8-ENSENADA, Baja California, Av. Reforma frente al Instituto Mexicano del Seguro Social, 17hrs.

9-HERMOSILLO, Sonora, de Plaza E Zubeldia a Palacios, 17hrs
10- GUADALAJARA, Jalisco Monumento a los Niños Héroes (Chapultepec y Niños Héroes) 18hrs.

11- GUANAJUATO, Guanajuato; Plaza de la Paz (Guanajuato Capital) 19hrs

12-LA PAZ Baja California Sur, Kiosko del Malecón 18hrs

13- MANZANILLO, Colima; Jardín Municipal del Centro de Manzanillo “Benito Juárez” 19hrs

14-MAZATLAN, Sinaloa, Kiosko de la Plazuela Machado 18.30hrs

15-MERIDA, Yucatán, del Parque de Santa Ana a la Plaza Grande, Paseo de Montejo 17hrs

16- MONTERREY, Nuevo Léon Explanada de los Héroes, frente al Palacio de Gobierno en Monterrey, 17hrs

17 -OAXACA, Oaxaca.De el Zócalo a Sto Domingo.18hrs

18-PACHUCA de Soto, Hidalgo, Plaza Juárez 17 horas,

19-PATZCUARO, Michoacán, Plaza Gertrudis Bocanegra (Plaza chica) a la Plaza Vasco de Quiroga 17hrs

20-PUERTO VALLARTA, Jalisco, inicia Parque Hidalgo 17hrs.

21-PUEBLA. Puebla, Plaza de la Democracia, 17:00hrs

22-QUERETARO, Queretaro. Plaza de Armas, 17.00hrs

23-REYNOSA, Tamaulipas, La Trinchera, Av de los Virreyes y Retorno 8 a Soriana Rivereña, 17.30hrs

24-SAN LUIS POTOSÍ. SanLuis Potosí De la Caja de Agua a la Plaza de Armas, 17.00hrs.

25- SALTILLO, Coahuila; Plaza de Armas (Frente al Palacio de Gobierno de Coahuila) 17hrs

26-TLAXCALA, Tlaxcala. plaza Xicotencatl 17.00hrs

27-TUXTLA GUTIÉRREZ, Chiapas. Afuera del Centro Cultural Jaime Sabines. 17.00 hrs

28-TORREÓN, Coahuila, Fuente del pensador, la Alameda 17.00 hrs

29-VERACRUZ PUERTO, Veracruz. En el Hasta Bandera, Partiendo del Blvd Ávila Camacho. 17.00 hrs

30-VILLAHERMOSA, Tabasco, entrada principal Tomás Garrido,Miercoles 6, 16.30
hrs

31- XALAPA, Veracruz, en Parque Lerdo frente a Catedral, saldra de la UV Facultada de Economía

EN EL EXTERIOR DE MÉXICO

1-NUEVA YORK, EUA Consulado General de México a las 12.30-14.30hrs

2-PARIS, Francia, Plaza Trocadero,18.00, 20:00hrs, plaza Trocadero, para escribir con tierra: “Mexique: 35000 morts”

3-BUENOS AIRES, Argentina, Embajada de México, 17:00hrs

4- BARCELONA, España,Plaza Sant Jaume , Miercoles 16 17 horas

5- CANADA: TORONTO,6-VANCOUVER, 7-CALGARY, 8-OTTAWWA
Consulado General de México en Toronto (199 Bay Street, suite 4440. Commerce Court West)

Consulado General de México en Vancouver (411 – 1177 West Hastings St.)

Consulado General de México en Calgary (Suite 1100-833 4th Avenue SW)

Embajada de México en Canadá (45 O’Connor, Suite 1000, Ottawwa)
Miércoles 6, 16 horas (mismo horario en todas las sedes)

9-COPENHAGUE, Dinamarca, en el Instituto Cultural de México,en Gammel Vartov Vej 18, 2900 Hellerup, Miércoles 6 de abril, 18 horas,

10-SAN ANTONIO TEXAS, EUA frente al Consulado General de México,127 Navarro St.
15:30 horas

11-LA HAYA, Holanda,Embajada de México ante los Paises Bajos, Nassauplein 28, 2585 EC La Haya
Miércoles 6, 17 horas

12-LOS ANGELES California, EUA , frente al Consulado de México,
2401 W. 6th Street, LA CA 90057, Miércoles 6, 10 am

13-SAN SEBASTIAN DONOSTIA, España, Palacio del Ayuntamiento,Miércoles 18,00 horas

martes, 5 de abril de 2011

Hasta la madre. Pedro Miguel.

Hasta la madre
Pedro Miguel
La Jornada.

Juan Francisco Sicilia Ortega no es ni más ni menos importante que cualquier otro muerto de esta guerra estúpida. Puede representar a todos ellos. Dependerá de nosotros, deudos de una nación ensangrentada y desarticulada, que así sea. Dependerá de nosotros que la náusea y la ira tomen un rumbo preciso de acción para detener el baño de sangre que padecemos por obra de los intereses imperiales y de sus socios y ejecutores locales: las mafias políticas, empresariales y mediáticas que en 2006 se vieron ante la disyuntiva de perder el poder o destruir al país, y que optaron por lo segundo.

Treinta o 40 mil muertos después, el saqueo regular a la población y al erario, el terror de Estado, la entrega de regiones a grupos paramilitares, la plena disolución de la seguridad pública y los ejercicios de simulación de normalidad democrática han tenido efectos catastróficos en la sociedad: la desarticulación y el desaliento son evidentes y empieza a proliferar una suerte de resignación ciudadana ante el achicamiento, el enrarecimiento y el deterioro generalizados en todos los espacios de la vida, especialmente en el ingreso, la educación, la calle, la salud y la seguridad. Los saldos de 30 o 40 muertos diarios son un trago cotidiano amargo, pero cada vez más familiar. Si hace unos años era exasperante la proliferación de asaltos, hoy esos episodios delictivos ya ni escandalizan, porque se han instalado en nuestras posibilidades adversas el levantón, el tránsito súbito a la condición de “baja colateral”, la decapitación y el desmembramiento.

Ni el miedo, ni la desesperanza ni el cinismo han disipado la exasperación y la rabia de vastos sectores de la población ante la destrucción programada del país. Pero, hasta ahora, ninguna de las masacres, ninguno de los robos, ninguno de los atropellos ha logrado congregar el hartazgo nacional ante la administración corrupta, irresponsable, entreguista y cruenta. No lo consiguieron, por diversas razones, los llamados de empresarios prominentes que sufrieron secuestro y asesinato de un pariente cercano, ni los homicidios múltiples en Ciudad Juárez, ni el desprecio oficial por la vida de los niños que murieron quemados en la Guardería ABC, ni el uso faccioso de los aparatos de justicia, ni la cesión a mineras transnacionales de buena parte del territorio nacional, ni el brutal despido de 40 mil electricistas, ni las muestras de connivencia entre el poder público y las organizaciones delictivas a las que dice combatir.

El asesinato de siete personas en Temixco, perpetrado la semana pasada por un grupo de la delincuencia organizada, incrustado o no, con vínculos o no, en alguna corporación de seguridad pública, podría ser el detonante para que la sociedad exprese, de manera masiva, inequívoca e indiscutible, el enojo contenido por tantos agravios. El llamado a tomar las calles formulado por Javier Sicilia, padre de una de las víctimas, ha prendido. Mañana, en una decena de ciudades del país, un número incierto de ciudadanos se reunirá para exigir que el gobierno federal ponga un alto al baño de sangre. Ya no es tiempo de experimentos, y nunca debió serlo, porque la materia de experimentación ha sido la vida humana. Ya no debe haber margen de condescendencia o tolerancia ante un régimen que declara una guerra, por ocurrencia propia o por imposición gringa, y que después no sabe cómo perderla, mucho menos cómo ganarla, y que termina diciendo: “yo no fui”.

Que no se equivoquen: la responsabilidad política por las entre 30 y 40 mil vidas destruidas –sin contar las de las viudas, los viudos, las y los huérfanos, las madres y los padres– recae en el jefe nominal del régimen; el mismo que, en la hora de la carnicería, se sube a jugar a un avión de la Fuerza Aérea Mexicana y lanza una broma pueril y disociada: “¡Disparen misiles!”

La ciudadanía no tiene por qué dirigirse a la delincuencia no gubernamental ni exigirle nada, ni hacerse justicia por propia mano, ni ir a comprar armas de fuego; para eso mantiene –y a qué precio– un aparato gubernamental legal y constitucionalmente encargado de prevenir el delito, procurar justicia y velar por las seguridades pública y nacional. Para eso tiene carretadas de dinero nuestro, para eso detenta el monopolio de la violencia legítima, para eso paga –se supone– un enjambre de sesudos asesores.

El llamado es para mañana, miércoles, a las cinco de la tarde. En varias ciudades. En la capital el encuentro será en la explanada de Bellas Artes para partir rumbo al Zócalo. De la ciudadanía depende que el llamado fructifique y que pueda enviarse al calderonato un mensaje civil inocultable y masivo: arreglen como puedan esta idiotez sangrienta o quítense de ahí. Estamos hasta la madre.

navegaciones@yahoo.com - http://navegaciones.blogspot.com - http://Twitter.com/Navegaciones

lunes, 4 de abril de 2011

2006: El fraude oculto


2006: El fraude oculto
Editorial de la Jornada

Hace cinco años, cuando la ciudadanía mexicana se enfrentaba a la decisión de dar un sentido a su sufragio con base en las propuestas políticas de las organizaciones partidarias y de sus candidatos, no sospechaba el grado de descomposición interna en que se encontraban el PRI y el PAN. Tampoco tenía elementos para conocer las intrigas, los golpes bajos y las negociaciones bajo la mesa que tenían lugar durante ese primer semestre de 2006 y que desvirtuaban, de hecho, el sentido de la inminente elección, porque el poder público no se dirimía entre partidos, sino entre alianzas faccionales que pasaban por encima de las siglas, de las ideologías y de los programas. Mientras el abanderado presidencial priísta, Roberto Madrazo, era abandonado a su suerte por muchos de los que en público lo respaldaban, la candidatura del panista Felipe Calderón recibía el respaldo furtivo de una coalición de facto entre panistas, priístas y Nueva Alianza.


Tal es el panorama que presenta el conjunto de cables de Wikileaks que hoy se reseña en esta edición: un trasiego de votos manejado en las trastiendas de las cúpulas partidistas en atropello al espíritu democrático, a la transparencia y al régimen de partidos; fracturas enconadas entre los candidatos y las dirigencias de sus respectivos partidos, y la determinación inescrupulosa de “obtener votos donde sea posible” y de “aliarse hasta con el diablo”, atribuida por el entonces diputado federal Germán Martínez –según las transcripciones del ex embajador estadunidense Tony Garza– a Manuel Espino, a la sazón presidente nacional del PAN, aunque tales intenciones resultaran igualmente aplicables al propio Martínez, quien contaba con conseguir para Acción Nacional el respaldo de Enrique Peña Nieto, Eduardo Bours, Eugenio Martínez y otros miembros “jóvenes y progresistas” del PRI. Uno de los documentos refiere un acuerdo entre Espino y Madrazo –informado por el primero de ellos al ex embajador Garza– orientado a “enfocar sus respectivas energías para erosionar el apoyo a Andrés Manuel López Obrador”.


En síntesis, quienes emitieron su voto en favor de Acción Nacional lo hicieron sin saber que ese partido corría en alianza secreta con estamentos del priísmo y de Nueva Alianza; quienes creyeron en ésta como opción de poder ignoraban que, con su sufragio, fortalecían la candidatura presidencial panista, como lo hacían quienes sufragaron por el PRI en diversas entidades. En los hechos, pues, y al margen de si fue real o no el fraude electoral que en su momento alegó la Coalición por el Bien de Todos, los reportes diplomáticos estadunidenses indican que innumerables ciudadanos resultaron defraudados por los propios partidos con los cuales simpatizaban; por ejemplo, quienes emitieron su voto por el tricolor para poner un alto a la escandalosa opacidad del gobierno foxista, quienes votaron por el candidato blanquiazul con la esperanza de poner un alto a la impunidad de funcionarios priístas como Mario Marín o Ulises Ruiz, o quienes tacharon en la boleta electoral el logotipo de Nueva Alianza con la idea de buscar una alternativa al PRI y al PAN. A espaldas de esos conjuntos de ciudadanos, el sufragio había sido desvirtuado de antemano por los arreglos cupulares entre partidos y facciones.


Los documentos referidos y los contextos de descomposición política que permiten observar aportan nuevas claves para comprender el déficit de legitimidad que viene arrastrando desde su origen la administración calderonista, la crisis de representatividad que experimenta el país en su conjunto, así como los vínculos entre tales fenómenos y la pérdida de soberanía y de control territorial por parte del Estado.


Si se proyectan tales vicios al futuro inmediato, es claro que, en tanto la clase política no corrija las graves distorsiones en las que ha incurrido, los mecanismos democráticos en general y las elecciones en particular no lograrán sus cometidos de resolver y conciliar diferencias entre los distintos sectores de la sociedad y de otorgar legitimidad a los poderes públicos y a quienes los ejercen.

domingo, 3 de abril de 2011

Quien toca a los islamistas de Turquía, se quema

EFE.
adn.es Internacional

"¡Quien la toca se quema!", gritó el periodista Ahmet Sik mientras lo detenía la policía. Se refería a la cofradía de Fethullah Gülen, un imán turco exiliado en EEUU cercano al gobierno islamista moderado de Recep Tayyip Erdogan.

Sik había escrito el borrador del libro "Imamin Ordusu" (El ejército del Imán), que relata la infiltración de la cofradía de Gülen en la policía turca, y ahora se encuentra encarcelado.

El periodista está acusado de pertenecer a la red ultranacionalista y golpista Ergenekon, que según la Fiscalía, es formada por militares, académicos, políticos y periodistas cuyo objetivo sería derribar el gobierno de Erdogan.

La detención de Sik y de otro importante periodista de investigación, Nedim Sener, ha sido recibida con desconcierto por la opinión pública turca, ya que, a lo largo de su carrera, se han destacado por la denuncia de los abusos del Estado, los asesinatos extrajudiciales y los planes golpistas.

La encarcelación de los periodistas y el secuestro del libro -que fue extraído y borrado del ordenador del autor, de una editorial y un diario- están llenas de "irregularidades", denunciaron los abogados defensores.

Para el secuestro del libro, la Fiscalía arguyó que "ofrece incentivos a los miembros de la organización terrorista Ergenekon", una motivación que el abogado Fikret Ilkiz considera "ilegal" pues el libro ni siquiera ha sido publicado.

A los abogados no se les ha permitido consultar los documentos por los cuales la Fiscalía justifica su decisión ya que ésta alegó el secreto de sumario.

Además, según se desprende de los interrogatorios hechos a Sik y Sener, las conversaciones telefónicas de los periodistas estaban pinchadas por la policía y se les investigaba desde hace meses.

De acuerdo al borrador del libro al que tuvo acceso EFE, Ahmet Sik investigaba la adquisición de armamento pesado por parte de la policía, algo que se inscribiría en la estrategia de reforzar a dicho cuerpo frente al ejército, una táctica que comenzó en los 90, pero que se habría reforzado desde la llegada al poder de Erdogan.

En cambio, a Sener se le acusa de haber redactado parte de un libro escrito por el jefe de policía Hanefi Avci en el que se investiga la infiltración de la cofradía de Gülen en las instituciones del Estado.

"Los fiscales aseguran que esta alegación -que tanto Nedim como Avci han negado- es la prueba de que ambos son miembros de Ergenekon. Sin embargo el libro de Avci se vende aún en todas las librerías y no se ha ordenado su incautación", explicó Yücel Dösemeci, abogado de Sener.

Avci fue arrestado en septiembre por presunta colaboración con el grupo armado ultraizquierdista Devrimci Karargah (Cuartel Revolucionario) y Sener en marzo por Ergenekon.

"Se trata de dos organizaciones con objetivos completamente diferentes. Sólo un día después de que nos quejásemos sobre esto, Avci fue encausado en el proceso contra Ergenekon", añadió Dösemeci.

"Conozco a Ahmet Sik desde hace muchos años. Es una persona que, a través de su obra, ha luchado siempre contra el golpismo", dijo Ertugrul Mavioglu, periodista que ha escrito otro libro sobre Ergenekon junto a Sik por el que ambos están siendo juzgados por revelar secretos de la investigación.

"Sener criticaba a Ergenekon y le acusaba del asesinato (del periodista turco-armenio) Hrant Dink. ¿Cómo puede ser miembro de la misma organización a la que acusaba", preguntó Mavioglu.

Este periodista denunció que tras estas detenciones hay un intento del gobierno de Erdogan de utilizar el proceso contra Ergenekon para librarse de "las voces disidentes" y de los "opositores".

"Estamos asustados, pero es un sacrificio que debemos llevar a cabo por nuestra profesión y nuestros amigos", aseguró Ragip Duran.

El libro de Ahmet Sik ahora circula por internet y al menos 120.000 personas ya se lo han descargado, por lo que la gente se pregunta: ¿imputarán a todos ellos como miembros de Ergenekon? EFE