Peter Popham
The Independent
L’Aquila, 9 de abril. Ataviado con un traje azul oscuro y un casco amarillo, Maurizio Galleti es una estampa incongruente. Mientras recorre la devastada ciudad medieval de L’Aquila, su atención no está en las víctimas aún bajo los escombros, sino en los tesoros culturales abatidos por el terremoto de esta semana.
Nota completa: La Jornada
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