Fox se queda solo
En un hecho insólito, tras una larga sesión de más de cuatro horas, el pleno de la Cámara de Diputados rechazó por mayoría los dictámentes de la Cuenta Pública correspondientes a los años 2002 y 2003, en lo que constituyó un acto de repudio legislativo hacia la administración de Vicente Fox. La discusión estuvo contextualizada por los persistentes embates de los legisladores de oposición en contra de la primera presidencia panista –a la que acusaron de incurrir en corrupción y opacidad–, así como por la ausencia de un número importante de miembros de la bancada del blanquiazul, circunstancia, esta última, que influyó en el resultado final de la votación.
Editorial completa: La Jornada
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