miércoles, 22 de julio de 2009

Minería en AL, daños a cielo abierto

Minería en AL, daños a cielo abierto

Las mineras dejan magros beneficios a las comunidades y a los estados donde se instalan, que en cambio deben lidiar con un legado de contaminación.

Tlalpujahua. Mariana Rangel se llena de nostalgia cuando mira las instalaciones abandonadas de la mina Dos Estrellas, donde trabajó seis años como secretaria. "Eran tiempos prósperos y hoy sólo queda esto", dice la mujer mientras señala el área donde se ubicaba el antiguo hospital.

La comunidad de Tlalpujahua, un pueblo de estilo colonial a 160 kilómetros de la capital de México, bien puede ser símbolo de la grandeza ilusoria y los daños reales de la minería en este país. Entre 1905 y 1913 fue una de las mayores productoras de oro del mundo, y en 1959 fue liquidada por el gobierno por su escasa rentabilidad.

En un lapso de ocho años, de ese yacimiento que fue propiedad del belga François Joseph Fournier, se extrajeron 45 mil kilogramos de oro y 400 mil kilogramos de plata mediante las más modernas técnicas de la época.

Un siglo después del cenit de esta localidad de 8 mil habitantes, la minería de socavón, pero sobre todo la practicada a cielo abierto son objeto de una fuerte polémica, por los magros beneficios que dejan a las comunidades e incluso a los estados, que en cambio deben lidiar con su legado de contaminación.

Organizaciones no gubernamentales de diferentes lugares del mundo establecieron que este miércoles 22 de julio se conmemore el Día Internacional contra la Minería a Cielo Abierto.

El caso más emblemático en México es la lucha de una década del movimiento no gubernamental Pro San Luis Ecológico contra la empresa Minera San Xavier, de capitales canadienses, y su explotación del Cerro San Pedro en el central estado de San Luis Potosí, a unos 400 kilómetros de la capital mexicana.

El movimiento de ecologistas y pobladores acusa a la compañía, filial de la canadiense New Gold (fusionada el año pasado con Metallica Resources) de contaminar los mantos acuíferos con cianuro empleado para separar el oro y la plata de la roca, de extraer agua en forma desmedida y de operar en una zona ecológica.

La minería ha sido parte fundamental de la historia de esa región. Los habitantes no se oponen a la explotación subterránea, que se practicó durante siglos. Pero rechazan la minería a cielo abierto, que consiste en abrir literalmente un enorme cráter en la montaña, de varios cientos de metros de profundidad, desplazando millones de toneladas de rocas luego tratadas con cianuro y agua.

Más detalle.

No hay comentarios: