La tesis central: desigualdad y violencia, producto de las decisiones tomadas desde el poder
Ofrece datos sobre el saqueo salinista y lo contrasta con la fallida estrategia de combate a la pobreza
Jaime Avilés
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de junio de 2010, p. 13
Andrés Manuel López Obrador durante la asamblea informativa en Ecatepec, en abril del año pasado Foto José Carlo González
¿Cómo se apoderó un pequeño grupo de políticos y empresarios de los más importantes bienes de la nación? ¿Por qué en los últimos 28 años se dio una redistribución tan injusta de la riqueza, que favoreció a unos cuantos y perjudicó a decenas de millones de mexicanos? Andrés Manuel López Obrador lo expone, paso a paso, en su nuevo libro, La mafia que se adueñó de México... y el 2012, que empezará a circular la semana próxima.
La tesis central de la obra es que la desigualdad, la descomposición, la degradación y la violencia que actualmente dominan nuestra vida cotidiana son producto de un conjunto de decisiones políticas que se aplicaron, desde la cúpula del poder, durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, aunque habían comenzado a impulsarse desde el mandato de Miguel de la Madrid.
“Salinas no sólo se propuso entregar –a particulares– empresas y bancos propiedad de la nación a cambio de acciones o sobornos para él y su familia, sino que pensó en crear un grupo compacto con los beneficiados por el remate de estos bienes públicos, que le ayudara, económica y políticamente, a sustentar su poder sexenal”, escribe el máximo dirigente opositor del país en las páginas iniciales de su relato.
A lo largo del primer capítulo, el ex candidato presidencial ofrece datos en verdad escalofriantes, que documentan el saqueo salinista y lo contrastan con las llamadas políticas de “combate a la pobreza”, que discurrieron paralelamente en aquella época, con el supuesto fin de mantener un equilibrio social que a la postre resultó insostenible y se tradujo en la debacle de hoy.
La repartición
Tras la repartición de los bancos entre los miembros del primer círculo de empresarios salinistas sobrevino lo inevitable: los beneficiarios del remate de instituciones de crédito a precios irrisorios no sabían manejarlas y únicamente las usaron para su enriquecimiento personal, con lo cual las quebraron y entonces, inevitablemente, debieron ser rescatados por el gobierno, lo que ocurrió a principios del sexenio de Ernesto Zedillo.
En 1999, detalla López Obrador, “el City Bank recibió del presupuesto de egresos de la Federación 6 mil 465 millones de pesos; el Banco Santander Mexicano, 5 mil 507 millones; Promex, 5 mil 153 millones”, y otras cantidades similares, mientras “la UNAM obtuvo 7 mil 500 millones, el Politécnico 3 mil 583 millones, la UAM mil 326 millones y la Universidad Pedagógica Nacional 245 millones”.
Añade el político tabasqueño: “mientras los banqueros tuvieron, en 1999, todo un festín presupuestal, el gasto en salud para la mayoría de los mexicanos fue verdaderamente raquítico: el Hospital General recibió 772 millones; el Juárez, 245; el Instituto Nacional de Cardiología, 258; el de Nutrición, 320; el de Pediatría, 338; el Infantil, 331”.
Además, continúa, “en ese 1999 al programa de combate a la pobreza, conocido entonces como Progresa, se le destinaron 8 mil millones de pesos, mientras el rescate del banco Serfin costaba 77 mil millones de pesos, casi 10 veces más. Un solo banco recibió más presupuesto que estados como Tlaxcala, Nayarit, Zacatecas, Aguascalientes, Colima, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Querétaro o Baja California Sur”, entre otros.
La mafia que se adueñó de México... y el 2012 es el noveno libro de López Obrador, quien a lo largo de su carrera en la vida pública ha dejado un testimonio escrito de los avatares, las experiencias y las reflexiones acumuladas en cada etapa, primero como dirigente popular en Tabasco, donde fue dos veces candidato a gobernador; más tarde como líder nacional del PRD, cuando ese organismo político alcanzó la votación más alta de su historia; después, como jefe del Gobierno del Distrito Federal, luego como candidato presidencial y ahora como máxima figura opositora al grupo político-empresarial dominante.
Luego de publicar, siendo aún muy joven, dos ensayos históricos sobre el Tabasco del siglo XIX, dio a la imprenta el primer trabajo que circuló por todo el país bajo el sello de una editorial reconocida: Entre la historia y la esperanza. Ese fue el inicio de una cadena productiva que incluye seis volúmenes más acerca, entre otros temas, del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), su proyecto alternativo de nación, el fraude electoral de 2006 y la defensa de la industria petrolera en 2008.
La mafia que se adueñó de México... y el 2012 recupera, asimismo, las crónicas de sus visitas a los 2 mil 400 municipios que hay en el país, tanto los de régimen de partido como los de usos y costumbres en Oaxaca, mismas que La Jornada difundió en 2009.
El capítulo final de esta nueva obra adelanta su postura ante las elecciones presidenciales previstas dentro de dos años, tema que será sin duda una de las razones por las que sus simpatizantes, y desde luego también sus detractores, leerán la obra, que el Grupo Grijalbo-Mondadori sacará a la venta con un tiraje inicial de 60 mil ejemplares.
La presentación del libro, el jueves de la semana entrante, se llevará a cabo en un auditorio al que asistirán por lo menos 3 mil personas, la mayoría de éstas representantes de los comités municipales del “gobierno legítimo” en el país.
El acto abrirá un compás de espera, que se prolongará hasta el 25 de julio, día en que López Obrador planea encabezar un mitin en el Zócalo, en el que dará a conocer las conclusiones de un grupo de trabajo multidisciplinario acerca de los problemas de más urgente resolución en México.
Después de ese encuentro comenzará una nueva etapa de discusión y movilizaciones, rumbo a la lucha electoral de 2012 que, han reiterado los más cercanos colaboradores del tabasqueño, no tiene como finalidad la toma del poder por la vía pacífica, sino la transformación del país.
Ofrece datos sobre el saqueo salinista y lo contrasta con la fallida estrategia de combate a la pobreza
Jaime Avilés
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de junio de 2010, p. 13
Andrés Manuel López Obrador durante la asamblea informativa en Ecatepec, en abril del año pasado Foto José Carlo González
¿Cómo se apoderó un pequeño grupo de políticos y empresarios de los más importantes bienes de la nación? ¿Por qué en los últimos 28 años se dio una redistribución tan injusta de la riqueza, que favoreció a unos cuantos y perjudicó a decenas de millones de mexicanos? Andrés Manuel López Obrador lo expone, paso a paso, en su nuevo libro, La mafia que se adueñó de México... y el 2012, que empezará a circular la semana próxima.
La tesis central de la obra es que la desigualdad, la descomposición, la degradación y la violencia que actualmente dominan nuestra vida cotidiana son producto de un conjunto de decisiones políticas que se aplicaron, desde la cúpula del poder, durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, aunque habían comenzado a impulsarse desde el mandato de Miguel de la Madrid.
“Salinas no sólo se propuso entregar –a particulares– empresas y bancos propiedad de la nación a cambio de acciones o sobornos para él y su familia, sino que pensó en crear un grupo compacto con los beneficiados por el remate de estos bienes públicos, que le ayudara, económica y políticamente, a sustentar su poder sexenal”, escribe el máximo dirigente opositor del país en las páginas iniciales de su relato.
A lo largo del primer capítulo, el ex candidato presidencial ofrece datos en verdad escalofriantes, que documentan el saqueo salinista y lo contrastan con las llamadas políticas de “combate a la pobreza”, que discurrieron paralelamente en aquella época, con el supuesto fin de mantener un equilibrio social que a la postre resultó insostenible y se tradujo en la debacle de hoy.
La repartición
Tras la repartición de los bancos entre los miembros del primer círculo de empresarios salinistas sobrevino lo inevitable: los beneficiarios del remate de instituciones de crédito a precios irrisorios no sabían manejarlas y únicamente las usaron para su enriquecimiento personal, con lo cual las quebraron y entonces, inevitablemente, debieron ser rescatados por el gobierno, lo que ocurrió a principios del sexenio de Ernesto Zedillo.
En 1999, detalla López Obrador, “el City Bank recibió del presupuesto de egresos de la Federación 6 mil 465 millones de pesos; el Banco Santander Mexicano, 5 mil 507 millones; Promex, 5 mil 153 millones”, y otras cantidades similares, mientras “la UNAM obtuvo 7 mil 500 millones, el Politécnico 3 mil 583 millones, la UAM mil 326 millones y la Universidad Pedagógica Nacional 245 millones”.
Añade el político tabasqueño: “mientras los banqueros tuvieron, en 1999, todo un festín presupuestal, el gasto en salud para la mayoría de los mexicanos fue verdaderamente raquítico: el Hospital General recibió 772 millones; el Juárez, 245; el Instituto Nacional de Cardiología, 258; el de Nutrición, 320; el de Pediatría, 338; el Infantil, 331”.
Además, continúa, “en ese 1999 al programa de combate a la pobreza, conocido entonces como Progresa, se le destinaron 8 mil millones de pesos, mientras el rescate del banco Serfin costaba 77 mil millones de pesos, casi 10 veces más. Un solo banco recibió más presupuesto que estados como Tlaxcala, Nayarit, Zacatecas, Aguascalientes, Colima, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Querétaro o Baja California Sur”, entre otros.
La mafia que se adueñó de México... y el 2012 es el noveno libro de López Obrador, quien a lo largo de su carrera en la vida pública ha dejado un testimonio escrito de los avatares, las experiencias y las reflexiones acumuladas en cada etapa, primero como dirigente popular en Tabasco, donde fue dos veces candidato a gobernador; más tarde como líder nacional del PRD, cuando ese organismo político alcanzó la votación más alta de su historia; después, como jefe del Gobierno del Distrito Federal, luego como candidato presidencial y ahora como máxima figura opositora al grupo político-empresarial dominante.
Luego de publicar, siendo aún muy joven, dos ensayos históricos sobre el Tabasco del siglo XIX, dio a la imprenta el primer trabajo que circuló por todo el país bajo el sello de una editorial reconocida: Entre la historia y la esperanza. Ese fue el inicio de una cadena productiva que incluye seis volúmenes más acerca, entre otros temas, del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), su proyecto alternativo de nación, el fraude electoral de 2006 y la defensa de la industria petrolera en 2008.
La mafia que se adueñó de México... y el 2012 recupera, asimismo, las crónicas de sus visitas a los 2 mil 400 municipios que hay en el país, tanto los de régimen de partido como los de usos y costumbres en Oaxaca, mismas que La Jornada difundió en 2009.
El capítulo final de esta nueva obra adelanta su postura ante las elecciones presidenciales previstas dentro de dos años, tema que será sin duda una de las razones por las que sus simpatizantes, y desde luego también sus detractores, leerán la obra, que el Grupo Grijalbo-Mondadori sacará a la venta con un tiraje inicial de 60 mil ejemplares.
La presentación del libro, el jueves de la semana entrante, se llevará a cabo en un auditorio al que asistirán por lo menos 3 mil personas, la mayoría de éstas representantes de los comités municipales del “gobierno legítimo” en el país.
El acto abrirá un compás de espera, que se prolongará hasta el 25 de julio, día en que López Obrador planea encabezar un mitin en el Zócalo, en el que dará a conocer las conclusiones de un grupo de trabajo multidisciplinario acerca de los problemas de más urgente resolución en México.
Después de ese encuentro comenzará una nueva etapa de discusión y movilizaciones, rumbo a la lucha electoral de 2012 que, han reiterado los más cercanos colaboradores del tabasqueño, no tiene como finalidad la toma del poder por la vía pacífica, sino la transformación del país.
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