La Jornada ciencia.
Londres, 11 de febero. Charles Darwin descansa en una tumba de la abadía de Westminster, en Londres, algo inconcebible para muchos, pues fue quien refutó la teoría bíblica de la creación. Pero en el momento de su muerte hasta la Iglesia tuvo que reconocer la importancia de un hombre calificado de “hereje” y “mono” por su teoría de la evolución. leer más.
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