viernes, 16 de octubre de 2009

...Y AMLO en la retaguardia

...Y AMLO en la retaguardia
ALEJANDRO SALDíVAR
PROCESO
MEXICO, DF, 15 de octubre (apro).- La espalda le duele. Las consignas se le mezclan. Tantos héroes. Tantos años viviendo historias. Alfredo Ara es un vendedor con una tina de refrescos a cuestas. Tiene 60 años y hace cuatro que simpatiza con el movimiento lopezobradorista, y está seguro de que logrará algo. No le importa ir en la retaguardia porque, dice, "hay gente que merece pelear al frente y esta vez no le tocó a nuestro presidente."

Andrés Manuel López Obrador llegó a recibir con abrazos a sus compañeros. Los estrujó y los palmeó uno por uno, levantó el puño ligeramente, besó a un bebé en sus brazos, se tomó fotos. No dirigió discursos, pero dejó escapar declaraciones, según él, "es una infamia dejar sin trabajo, en tiempos de crisis, a 50 mil trabajadores, es una injusticia, es inhumano".

Y en cumplimiento a su promesa de no caer en protagonismos, murmuró: "Las acciones las decidirá el sindicato".

—Desde 2006, con el desafuero no se veía tanta gente —susurra una pareja. Ana Nicholson, estudiante de periodismo, sigue a López Obrador desde el desafuero y se solidariza "contra los fascistas que quieren privatizar Luz y Fuerza del Centro".

También está convencida de que con Andrés Manuel en la retaguardia, "quita el protagonismo de López Obrador y le da fuerza a Martín Esparza", secretario general del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).

En un camión con bocinas y con la actriz Jesusa Rodríguez al micrófono, se denostó a los "poderosos" y se hizo hincapié en las supuestas "mentiras que buscan manipular a los televidentes".

Los sombreros ya volaban de las cabezas y Magdalena Vázquez, una Adelita, sonríe con la idea de que López Obrador encabeza la marcha, "cómo no la va encabezar, allá va, viene con sus Adelitas. No es su manifestación, pero apoyamos al SME".

Azael García se enciende cada que pronuncia "O-bra-dor", enumera de memoria las cifras positivas del sindicato, está convencido de que hace falta una cuarta Revolución "para que la gente reaccione"; él cree en el SME porque "la gente tiene prestaciones".

Los puestos de dulces ya están iluminados por las velas. Tiritan con el viento, pero el pensamiento de Enrique, un vendedor ambulante, es firme.

—¿Te levantarías en armas?

—Pues sí, la justicia no hace nada, Calderón tiene poca madre, vamos a tener que vivir con velas y, por defender al pueblo, tomo lo que sea.

A unos pasos de él, otra vendedora expresa: "La luz es de todos, no de Calderón. Es más, la luz es de Dios y nadie más", dice preocupada Guadalupe, de 67 años.

Cuando los lopezobradoristas llegaron a Bucareli, las palabras ya estaban secas en la garganta. El político tabasqueño se aclaraba la tos y les hacía a sus compañeros un ademán de despedida.

Algunos le devuelven el saludo y otros desaparecen. Era hora de suspender la historia, de olvidar la revolución y partir rumbo a Bucareli, donde las vallas cambiaron su ruta. mÁS DETALLES.

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