jueves, 7 de junio de 2012

Difunden segunda traducción de The Guardian revelando el apoyo de Televisa a EPN. Traducción de Sergio Varela Hernández (Twitter @sergivar)

Documentos electrónicos ligan sucios negocios de la TV al favorito a la presidencia en México. Se presume que la cadena de TV vendió cobertura favorable a importantes políticos Jo Tuckman Martes 7 de junio de 2012. Documentos vistos por The Guardian aparentemente demuestran que la cadena de televisión más grande México le vendió a importantes políticos coberturas favorables en sus noticieros y shows de entretenimiento estelares y usaron los mismos programas para difamar al popular líder de la izquierda. 
Los documentos (docenas de archivos electrónicos) salen a la luz sólo semanas antes de las elecciones presidenciales del 1º de julio y coinciden con el surgimiento de un enérgico movimiento de protesta que acusa a Televisa de manipular su cobertura a favor del candidato puntero, Enrique Peña Nieto (EPN). Los documentos, los cuales parecen haber sido creados hace varios años, incluyen: 
 • Un estimado de tarifas aparentemente cobradas para aumentar el perfil a nivel nacional de EPN cuando era gobernador del Estado de México. 
• Una estrategia mediática detallada y explícitamente diseñada para atacar la anterior campaña electoral de Andrés Manuel López Obrador, quien es actualmente el más cercano rival de EPN. 
 • Arreglos de pagos que sugieren que la oficina del anterior presidente Vicente Fox ocultó exorbitantes pagos con dinero público para promocionarse en medios. 
A la par de que no ha sido posible confirmar la autenticidad de los documentos –que fueron entregados a The Guardian por una fuente que trabajó en Televisa- exhaustivas comprobaciones han demostrado que los nombres, fechas y situaciones mencionadas coinciden ampliamente con los eventos. También hay evidencia que las acciones sí sucedieron. 
Las pruebas llegan en un momento crucial para EPN, el candidato del ideológicamente nebuloso Partido Revolucionario Institucional: recientes encuestas de opinión demuestran que su importante ventaja se ha erosionado mientras el papel de Televisa como un jugador relevante se ha convertido en un asunto principal para su campaña. En un país en el que los lectores de periódicos son pocos y el alcance del Internet y la TV de cable está limitada a las clases medias, Televisa –y TV Azteca- ejercen una poderosa influencia sobre la política nacional. Televisa, el consorcio mediático más grande del mundo de habla hispana, controla cerca de dos tercios de la programación de la televisión mexicana. 
Los documentos parecen haber sido desarrollados por Radar Servicios Especializados, una compañía de marketing dirigida por el vicepresidente de Televisa, Alejandro Quintero. Contactada por The Guardian, Televisa declinó clarificar la relación entre Radar y la compañía o el rol de Quintero en las dos empresas sin antes ver los documentos. Un vocero rehusó comentar acerca de las pruebas sin ver dichos documentos. “No podemos dar una opinión acerca de información y/o documentos que no conocemos”, dijo. Muchos de los documentos electrónicos vistos por The Guardian fueron guardados bajo el nombre de Yessica de Lamadrid, quien en esa época trabajaba para Radar y era amante de Peña Nieto. De Lamadrid dijo a The Guardian que ella cree que los documentos son falsos. Dijo que los proyectos de promoción en los que trabajó para políticos nunca fueron puestos a la venta. Uno de los documentos es una presentación Power Point la cual explícitamente señala el objetivo de asegurar que “López Obrador no gane las elecciones de 2006”. Esa cerrada elección vio al candidato izquierdista perder una ventaja y terminar con un reclamo de su parte argumentando que había existido fraude. 
Este documento fue creado presuntamente justo después de la medianoche del 4 de abril de 2005, horas antes de que el presidente Fox se entrevistó con los dueños de Televisa y TV Azteca. Fox estaba siendo cada vez más criticado por buscar el desafuero del entonces Jefe de Gobierno del DF, López Obrador, por un asunto menor. El documento perfila las medidas de corto plazo para controlar la reacción ante el desafuero, tales como la declaración de un periodo de luto nacional por la reciente muerte del papa Juan Pablo II para distraer la atención del creciente rechazo. Un día después, Fox hizo tal declaración de duelo. Estrategias de mayor alcance proponían “desmantelar la percepción pública que López Obrador es un mártir/salvador”, incrementando el número de noticias del crimen en la Ciudad de México y reeditando viejos casos de corrupción que involucraban a sus colaboradores. El plan también preveía “la promoción de historias personales de celebridades de la farándula que hubiesen sido víctimas del crimen” y “obligando a los participantes del Big Brother a que hicieran lo mismo”. Algunas celebridades de Televisa lo hicieron, tanto en los programas de entretenimiento como el programa del Big Brother. El documento también aconseja que los guionistas del popular programa semanal llamado El Privilegio de Mandar debería hacer que el personaje representando a AMLO pareciera “torpe” e “inepto”. El episodio final del show, transmitido inmediatamente después de las elecciones de 2006 –cuando los resultados aún estaban pendientes- terminó con un discurso nada humorístico de un actor llamando a AMLO a aceptar la derrota. Un ex empleado de Televisa, quien no es la fuente de los documentos, dijo a The Guardian que asistió a reuniones en la compañía en las que la estrategia anti-AMLO fue discutida. “Existió una estrategia y había un cliente que pagó mucho dinero”, dijo la fuente. La mayor parte de los otros documentos son estrategias y presupuestos asociados con el objetivo de promocionar clientes políticos a través de anuncios televisivos y programas. Estos documentos incluyen tres hojas Excel intituladas “Enrique Peña Nieto: Presupuesto 2005-2006”, aparentemente creada al inicio de su gobierno en el Estado de México. Las tres hojas detallan cerca de 200 reportes en noticieros, entrevistas y presentaciones. La más reciente versión incluye el costo total de estos servicios en $346,326,750 pesos. El último incluye una “reducción del 50%”. Un documento en papel que contiene las mismas cifras visto por The Guardian fue citado por López Obrador durante el debate presidencial el último mes, durante el cual AMLO repitió sus alegatos de que EPN es un producto televisivo. EPN y Televisa sugirieron que el documento- inicialmente publicado en la revista Proceso en 2005, era falso. El documento fue obtenido por el reportero Jenaro Villamil quien ha rehusado decir el nombre de su fuente. En el pasado, Televisa ha acusado a Villamil de tener como misión ensuciar el nombre de la compañía. Interrogado si en alguna ocasión el Estado de México pago cobertura a Televisa, el equipo de campaña de EPN se negó a contestar la pregunta. 
En una respuesta escrita, David López, quien es el jefe de comunicación social de EPN y anteriormente tenía el mismo cargo en el gobierno del estado, dijo: “Durante el gobierno de EPN (2005-2011) no existió ningún contrato de ese tipo”. López añadió que “toda los contratos y actividades de publicidad y comunicación del gobierno y sus montos han sido transparentes y puestos en Internet”. Los políticos mexicanos han sido criticados por sus puntosos gastos en promocionar sus logros durante sus administraciones, en medio de sospechas de contabilidades ingeniosas que encubren los costos reales al público. 
 El experto en medios, Raúl Trejo Delabre, dijo que este tipo de prácticas detalladas en el documento no son ilegales en la ley mexicana, pero, de ser ciertas, serían poco éticas. El único documento que detalla los servicios aparentemente otorgados se refieren a una campaña de TV para el quinto informe de gobierno del expresidentes Fox, en 2005. El documento describe una “cuota acordada” de 60 millones de pesos para cubrir la producción de seis anuncios de TV en los que Fox era presentado e incluía el entrenamiento para la aparición en medios de cinco secretarios y una serie de entrevistas con ellos. 
La sección más controvertida se refiere a los arreglos para el pago de estos servicios, la cual sugiere una manipulación deliberada para ocultar los verdaderos costos. El documento dice que “como ha quedado acordado” a la oficina de la presidencia se le han cargado sólo 3 millones de pesos, añadiendo las facturas de los restantes 57 millones “cuando dicha oficina nos diga a qué otras partes del gobierno se les debe cargar”. Los archivos también contienen propuestas, presupuestos y material promocional que involucra otros políticos, incluyendo al ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, acusado por una fiscalía estadounidense de lavado de dinero para un cartel de drogas. El abogado de Yarrington ha negado la acusación. Otro político mencionado en los documentos es el ex senador Demetrio Sodi, quien dice que no tiene conocimiento de una estrategia de promoción hecha por Radar poco antes de su fracasada candidatura para la Jefatura de Gobierno del DF. Sodi dijo que es poco probable que el documento fuese falso, pero insistió en que él nunca pagó favores por cobertura televisiva. Sugirió que el documento podría haberse originado entre persona que, desconocidas por él, querían apoyar su candidatura. Ninguno de los políticos mencionados en los documentos quiso hablar con The Guardian. 
La actual ola de protesta en contra de los sucios juegos de los medios se detonó el 10 de mayo cuando Televisa ignoró las protestas estudiantiles anti EPN en una universidad privada, mientras éste daba un discurso de campaña –y que después le dieron amplia cobertura a las acusaciones de que las protestas eran provocadas por buscapleitos no estudiantiles. Un manifestante recientemente llevaba una pancarta que decía: “Ni mi madre me manipula tanto como Televisa”. Mientras los manifestantes aducen distorsión, Televisa ha intentado probar que su cobertura es balanceada. Ahora cubre las protestas detalladamente y sus periodistas estrellas recientemente entrevistaron duramente a EPN.
 La cadena ha anunciado que también transmitirá el próximo debate del 10 de junio en su canal más popular, el cual transmitió durante el primer debate un programa de talentos. El ex empleado de Televisa dijo que mientras la cadena estaba feliz de promocionar a EPN cuando “él era su mejor producto”, esto no necesariamente se traduce en un compromiso de largo plazo. La fuente apuntó que antes de la campaña negra en su contra, López Obrador se encontraba en buenos términos con la cadena. “Nunca se debe perder de vista el hecho de que esto es un negocio. La lealtad es a la posición, no a la persona”.
 Traducción de Sergio Varela Hernández (Twitter @sergivar) Del original: http://www.guardian.co.uk/world/2012/jun/07/mexico-presidency-tv-dirty-tricks

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