viernes, 23 de enero de 2009

La línea de madera

XV

La línea de madera

Yo soy un carpintero ciego, sin manos
He vivido
bajo las aguas, consumiendo el frío,
sin construir las cajas fragantes, moradas
que cedro a cedro elevan la grandeza,
pero mi canto fue buscando hilos del bosque,
secretas fibras, ceras delicadas,
y fue cortando ramas, perfumando
la soledad con labios de madera.

Amé cada materia. cada gota
de púrpura o metal, agua y espiga
y entré en espesas capas resguardadas
por espacio y arena temblorosa,
hasta cantar con la boca destruida,
como un muerto, en las uvas de la tierra.

Arcilla, barro, vino me cubrieron,
enloquecí tocando las caderas
de la piel cuya flor fue sostenida
como un incendio bajo mi garganta,
y en la piedra paseraon mis sentidos
invadiendo cerradas cicatrices.

Cómo cambié sin ser, desconociendo
mi oficio antes de ser,
la metalurgia.
que estaba destinada a mi dureza,
o los aserraderos olfateados
por las cabalgaduras en invierno?
todo se ternura y manantiales
y no serví sino para nocturno. (394)

Canto General. Pablo Neruda

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