miércoles, 4 de agosto de 2010

Cumbre del Mercosur rechaza el bloqueo de EU a Cuba y repudia ley racista de Arizona

Los presidentes de América del Sur condenan el ataque israelí a la flotilla de la libertad

Cumbre del Mercosur rechaza el bloqueo de EU a Cuba y repudia ley racista de Arizona

Aprueban los países miembros y asociados un código aduanero para el Mercado Común del Sur


Los presidentes Sebastián Piñera, de Chile; José Mujica, de Uruguay; Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil; Cristina Fernández, de Argentina; Fernando Lugo, de Paraguay, y Evo Morales, de Bolivia, posan para la fotografía oficial de la 39 cumbre del Mercosur. A la derecha, el ministro de Justicia de Ecuador, Freddy Pavón, y a su lado el canciller venezolano Nicolás MaduroFoto Reuters
Stella Calloni
Corresponsal
Periódico La Jornada

Miércoles 4 de agosto de 2010, p. 22
Buenos Aires, 3 de agosto. Con un rechazo al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y a la racista ley SB 1070 de Arizona, la condena al ataque israelí a la flotilla de la libertad y un llamado a democratizar la Organización de Naciones Unidas (ONU) concluyó hoy la 39 cumbre presidencial del Mercado Común del Sur (Mercosur) y sus asociados, encuentro en el cual se aprobó un código aduanero.

En la reunión celebrada en la ciudad de San Juan, a más de mil kilómetros al noreste de esta capital, los gobernantes del mecanismo regional y sus asociados destacaron el compromiso con la profundización de la dimensión política y social de la integración, con los valores democráticos y el estado de derecho.

Además, ratificaron que América del Sur es una zona de paz y cooperación y que son condiciones esenciales “el apego a los principios de soberanía, la no injerencia en los asuntos internos, la resolución de las controversias exclusivamente por medios pacíficos” y el respeto irrestricto de los derechos humanos.

Participaron los jefes de Estado de los socios fundadores y miembros del Mercosur: Cristina Fernández de Kirchner, de Argentina; Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil; Fernando Lugo, de Paraguay, y José Mujica, de Uruguay.

Los mandatarios de Bolivia, Evo Morales, y de Chile, Sebastián Piñera, naciones que mantienen el estatuto de asociadas, asistieron también a la cumbre.

Por Venezuela, en proceso de incorporación al mecanismo, lo que se pidió acelerar, participó su canciller, Nicolás Maduro.

El logro más importante destacado aquí es el código aduanero, un pase hacia una unidad aduanera sudamericana que favorecerá en forma rápida el comercio intrarregional, superando trabas que atrasaban los beneficios de la integración y además un acuerdo de los países del Mercosur con Egipto, y otras decisiones que abarcan a diversos campos.

Entre los más avanzados puntos en política el documento conjunto adoptado al concluir la cumbre destaca el compromiso del Mercosur con el fortalecimiento del multilateralismo, un llamado a una mayor participación de la región a ocupar un papel más relevante en escena global, la reforma integral de Naciones Unidas “y la democratización de las instancias decisorias internacionales”.

También la importancia de profundizar los esfuerzos “para promover la necesaria reforma del Consejo de Seguridad de la ONU”, con el fin de transformarlo en un órgano más democrático, representativo y transparente.

Rechazaron el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba hace casi 50 años, reclamaron su cese inmediato, y consideraron que se trata de una medida contraria a los principios de la Carta de la ONU ya “que contraviene los principios del derecho internacional”, al demandar dejar sin efecto todas las leyes y disposiciones contrarias a éste que impidan el libre comercio y la libre navegación.

Condenaron la ley SB 1070 de Arizona, Estados Unidos, que –subrayó la declaración– “tipifica como delito tanto la condición migratoria irregular como transportar y dar empleo a inmigrantes indocumentados”.

Reclamaron por los derechos de los migrantes y exigieron “asegurar el respeto y la promoción de los derechos humanos de los migrantes y sus familias, con independencia de su condición migratoria, nacionalidad, origen étnico, género, edad o cualquier otra consideración discriminatoria”.

Sobre el ataque israelí contra la flotilla de la libertad, que en mayo pasado dejó nueve pacifistas muertos, el Mercosur y sus asociados rechazaron “enérgicamente el uso de la fuerza por parte de las fuerzas israelíes contra buques mercantes ocurridos en aguas internacionales, que causó la muerte y heridas a numerosos civiles, cuando se dirigían a la franja de Gaza con ayuda humanitaria”, y exhortaron a las autoridades de Israel a permitir el ingreso y la entrega de asistencia y ayuda humanitaria al territorio palestino.

Apoyaron el llamado del Consejo de Seguridad para realizar una investigación que sea “pronta, imparcial, creíble y transparente, conforme al derecho internacional”, al recordar que de acuerdo a éste “las embarcaciones civiles no pueden ser atacadas ni siquiera por las partes que podrían estar en conflicto en tiempos de guerra y menos aún en aguas internacionales”, y que apoyan los esfuerzos por la paz palestino-israelí.

Los países miembros y asociados reiteraron el “reclamo legítimo” de soberanía de Argentina en las islas Malvinas, ocupadas por Gran Bretaña, y advirtieron que la “adopción de medidas unilaterales no resulta compatible con lo resuelto por la ONU”.

Reiteraron además que la pretensión de considerar las Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur como países y territorios a los que puedan aplicarse la cuarta parte del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, y las decisiones de Asociación de Ultramar, “resulta incompatible con la existencia de una disputa de soberanía en tales archipiélagos”.

Ante las catástrofes en Brasil, Chile, Perú y Haití destacaron la necesidad de coordinar esfuerzos regionales en materia de asistencia humanitaria, valorando avances en reuniones sobre el tema y advirtiendo sobre soluciones urgentes para la situación haitiana.

En otro de los puntos que abarcaron acuerdos sociales, culturales, de medio ambiente, entre otros temas, los presidente ratificaron su compromiso en la lucha contra el terrorismo en “todas sus formas y manifestaciones y en la cooperación para la prevención y evitar la impunidad a quienes los cometan, además de proteger a las víctimas de dichos actos”.

Pero aclararon que el combate contra este flagelo “se desarrollará de conformidad con el derecho interno y las normas del derecho internacional –con pleno respeto a la soberanía e integridad territorial de los estados–, el derecho internacional humanitario, el derecho internacional de los refugiados y el derecho internacional de los derechos humanos, así como con los compromisos emanados de los convenios e instrumentos internacionales sobre la materia, las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de la ONU.

De la misma manera reiteraron su compromiso con el desarme y la no proliferación de armas de destrucción masiva y valoraron los avances logrados en materia de utilización pacífica de la energía nuclear y objetivos de desarme para asegurar la paz.

El documento señala que se promovió “una concertación política inédita entre los socios” fortaleciendo lazos históricos y culturales, coordinando iniciativas regionales e internacionales conjuntas y además diseñar políticas públicas regionales en los diversos ámbitos de la integración.

La canciller mexicana Patricia Espinosa, quien asistió a la conferencia, se llevó la promesa de la región de trabajar por alcanzar “logros ambiciosos” en la Conferencia sobre Cambio Climático, que comenzará en noviembre en Cancún, México.

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