jueves, 11 de diciembre de 2008

Taxco en resistencia recomienda "El principito"



Autor: Antoine de Saint-Exupéry

Título original:Le Petit Prince

País: Francia
Género: Cuento

Fecha de publicación 1943. Traducido a 180 lenguas y dialectos.



El Principito, clásico de la literatura universal. En esta obra se revela la delicada relación que crean la amistad y el amor, y se nos muestra el poder de la verdadera sabiduría, esa que tiene sus orígenes en lo más simple, de lo que se observa desde el corazón.

Su autor Saint- Exupéry , aviador además de escritor. Recreo una historia imaginando un aterrizaje forzoso en el desierto de Sahara. Allí aparece un niño, que se siente a gusto, se siente feliz en medio de la soledad. El joven príncipe, único habitante de un diminuto planeta, llega desde muy lejos. El príncipe enamorado de una rosa que, engreída de su belleza, se considera única en el mundo.

El princípe recorre varios planetas y en cada uno conoce diferentes tipos de personas: Un rey “…vestido de púrpura y armiño, estaba sentado sobre un trono muy sencillo y, sin embargo, majestuoso” ; un vanidoso - “¡ah!, ¡ah!¡un admirador viene a visitarme! Gritó el vanidoso al divisar a lo lejos al principito”; un bebedor en donde fue una vista muy corta, pues hundió al principito en una gran melancolía; un hombre de negocios esta parte es muy divertida; un farolero, “el principito no lograba explicarse para que servirían allí, en el cielo, en un planeta sin casas y sin población un farol y un faroleros”; un anciano que escribía grandes libros. Finalmente, en la tierra encuentra un jardín lleno de rosas, que lo hace sentirse desgraciado. Su rosa, entonces ¿no era la única? ...


"Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos".


Fragmento

La Tierra no es un planeta cualquiera! Se cuentan en él ciento once reyes (sin olvidar, naturalmente, los reyes negros) , siete mil geógrafos, novecientos mil hombres de negocios, siete millones y medio de borrachos, trescientos once millones de vanidosos, es decir, alrededor de dos mil millones de personas mayores

Para darles una idea de las dimensiones de la Tierra yo les diría que antes de la invención de la electricidad había que mantener sobre el conjunto de los seis continentes un verdadero ejército de cuatrocientos sesenta y dos mil quinientos once faroleros.

Vistos desde lejos, hacían un espléndido efecto. Los movimientos de este ejército estaban regulados como los de un ballet de ópera. Primero venía el turno de los faroleros de Nueva Zelandia y de Australia. Encendían sus faroles y se iban a dormir. Después tocaba el turno en la danza a los faroleros de China y Siberia, que a su vez se perdían entre bastidores. Luego seguían los faroleros de Rusia y la India, después los de Africa y Europa y finalmente, los de América del Sur y América del Norte. Nunca se equivocaban en su orden de entrada en escena. Era grandioso.

Solamente el farolero del único farol del polo norte y su colega del único farol del polo sur, llevaban una vida de ociosidad y descanso. No trabajaban más que dos veces al año.

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