Nubes de tormenta sobre Irán
Noam Chomsky
Miembros de la fuerza aérea de Irán rezan en la Gran Mezquita de Zehedan, ayer en Teherán Foto Reuters
La funesta amenaza de Irán es la crisis de política exterior más grave que enfrenta el gobierno del presidente Barack Obama. El Congreso acaba de reforzar las sanciones contra Irán, con penas incluso más severas contra las compañías extranjeras que hagan negocios ahí.
El gobierno de Estados Unidos ha extendido rápidamente la capacidad ofensiva estadunidense en la isla africana de Diego García, reclamada por Gran Bretaña, que había expulsado a la población para que Estados Unidos pudiera construir allí una enorme base para atacar a Medio Oriente y Asia central.
La armada de Estados Unidos informa del envío de un barco de aprovisionamiento de submarinos hacia la isla para dar servicio a submarinos nucleares armados con misiles Tomahawk, que pueden portar ojivas nucleares.
Según un manifiesto de carga de la armada estadunidense obtenido por el Sunday Herald (Glasgow), la entrega de equipo militar a Diego García incluye 387 “destructores de búnkers” para hacer volar estructuras subterráneas reforzadas.
“Se están preparando totalmente para la destrucción de Irán”, dijo al Sunday Herald Dan Plesch, director del Centro para Estudios Internacionales y Diplomacia en la Universidad de Londres. “Los bombarderos estadunidenses y los misiles de largo alcance están listos ahora para destruir 10 mil blancos en Irán en unas cuantas horas”.
La prensa árabe informa que una flotilla estadunidense (con una embarcación israelí) acaba de pasar a través del canal de Suez en camino al golfo Pérsico, donde su tarea es “poner en práctica las sanciones contra Irán y supervisar los barcos que van y vienen de Irán”.
Medios británicos e israelíes informan que Arabia Saudita está ofreciendo un corredor para el bombardeo israelí contra Irán (lo cual niega Arabia Saudita).
A su regreso de Afganistán para tranquilizar a los aliados de la OTAN tras el cambio de mando después de la renuncia del general Stanley A. McChrystal, el almirante Michael Mullen, presidente del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, visitó Israel para reunirse con el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel, Gabi Ashkenazi, continuando así un diálogo estratégico anual.
La reunión se enfocó “en la preparación de parte de Israel y Estados Unidos para la posibilidad de un Irán con capacidad nuclear”, según el diario Haaretz, que informa además que Mullen enfatizó: “Siempre trato de ver los desafíos desde la perspectiva israelí”.
Algunos analistas respetados describen la amenaza iraní en términos apocalípticos. Amitai Etzioni advierte: “Estados Unidos tendrá que enfrentar a Irán o renunciar a Medio Oriente”. Si el programa nuclear de Irán sigue adelante, afirma, Turquía, Arabia Saudita y otros estados “se volverán hacia” la nueva “superpotencia” iraní. En una retórica menos febril, podría tomar forma una alianza regional independiente de Estados Unidos.
En Military Review, publicación del ejército de Estados Unidos, Etzioni exhorta a un ataque estadunidense que tenga como blanco no sólo las instalaciones nucleares de Irán sino también sus activos militares no nucleares, incluida la infraestructura, lo que significa la sociedad civil. “Este tipo de acción militar es similar a las sanciones: causar ‘dolor’ para cambiar el comportamiento, aunque por medios mucho mas poderosos”, escribe.
Un análisis autorizado de la amenaza iraní es ofrecido por un informe del Departamento de Defensa de Estados Unidos presentado al Congreso en abril (en forma clasificada y no clasificada).
El gasto militar de Irán es “relativamente bajo comparado con el resto de la región”, sostiene el informe. La doctrina militar de Irán es estrictamente “defensiva... diseñada para frenar una invasión y forzar una solución diplomática a las hostilidades”. Con respecto a la opción atómica, “el programa nuclear de Irán y su disposición a mantener abierta la posibilidad de desarrollar armas nucleares (son) una parte central de su estrategia disuasiva”.
Para Washington, la capacidad disuasiva iraní es un ejercicio ilegítimo de soberanía que interfiere con los planes globales estadunidenses. Específicamente, amenaza el control estadunidense de los recursos energéticos de Medio Oriente.
Pero la amenaza de Irán va mas allá de la disuasión. Irán también está buscando ampliar su influencia en la región, lo cual es visto como “desestabilizador”, presumiblemente en comparación con las “estabilizadoras” invasión y ocupación militar estadunidenses de los vecinos de Irán.
Más allá de estos delitos, continúa el estudio, Irán también está apoyando el terrorismo al respaldar a Hezbollah y Hamas, las principales fuerzas políticas en Líbano y Palestina (si cuentan las elecciones).
El modelo para la democracia en el mundo musulmán, pese a graves defectos, es Turquía, que tiene elecciones relativamente libres.
El gobierno de Obama se enfureció cuando Turquía se unió a Brasil para concertar con Irán sobre la restricción de su enriquecimiento de uranio. Estados Unidos rápidamente socavó el acuerdo forzando una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU con nuevas sanciones contra Irán que eran tan poco significativas que China alegremente se unió –reconociendo que cuando mucho las sanciones impedirían que los intereses occidentales compitieran con China por los recursos de Irán.
No sorprendentemente, Turquía (junto con Brasil) votó contra la moción de sanciones de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad. El otro miembro regional, Líbano, se abstuvo.
Estas acciones despertaron consternación adicional en Washington. Philip Gordon, el máximo diplomático sobre asuntos europeos del gobierno de Obama, advirtió a Turquía que sus acciones no son comprendidas en Estados Unidos y que debe “demostrar su compromiso con la asociación con Occidente”, informó la agencia noticiosa Associated Press, “...una rara reprimenda a un aliado crucial de la OTAN”.
La clase política también lo comprende. Steven A. Cook, experto del Consejo sobre Relaciones Exteriores, observó que la cuestión crítica ahora es “cómo mantenemos a los turcos encarrilados”, siguiendo órdenes como buenos demócratas.
No hay indicios de que otros países en la región favorezcan las sanciones estadunidenses más que Turquía. Pakistán e Irán, reunidos en Turquía, firmaron recientemente un acuerdo para un nuevo oleoducto. Lo más preocupante para Estados Unidos es que el oleoducto pudiera extenderse hasta India.
El tratado de 2008 de Estados Unidos con India en apoyo de sus programas nucleares tenía como intención impedir que India se uniera al oleoducto, según Moeed Yusuf, un asesor sobre el sur asiático del Instituto de la Paz de Estados Unidos, que expresa una interpretación común.
India y Pakistán son dos de las tres potencias nucleares que se han negado a firmar el Tratado de No Proliferación, y el tercero es Israel. Todos han desarrollado armas nucleares con apoyo estadunidense, y lo siguen haciendo.
Nadie quiere que Irán, o cualquier nación, desarrolle armas nucleares. Una forma obvia de mitigar o eliminar esta amenaza es establecer una zona libre de armas nucleares en Medio Oriente.
El tema surgió (de nuevo) en la conferencia del Tratado de No Proliferación en la sede de Naciones Unidas a principios de mayo. Egipto, como presidente de las 118 naciones del Movimiento No Alineado, propuso que la conferencia regresara a un plan que demandaba el comienzo de negociaciones en 2011 sobre una Zona Libre de Armas Nucleares en Medio Oriente, como había sido acordado por Occidente, incluido Estados Unidos, en la conferencia de revisión de 1995 sobre el Tratado de No Proliferación.
Washington formalmente continúa estando de acuerdo, pero insiste en que se exente a Israel; y no ha dado indicio de permitir que esas estipulaciones apliquen a Estados Unidos.
En vez de adoptar medidas prácticas para la reducción de la amenaza de pesadilla de la proliferación de armas nucleares en Irán u otra parte, Estados Unidos está avanzando hacia el reforzamiento del control de las vitales regiones productoras de petróleo en Medio Oriente, a través de la violencia si otros medios no tienen éxito.
(El nuevo libro de Noam Chomsky, recientemente publicado, es Hopes and Prospects. Chomsky es profesor emérito de Lingüística y Filosofía en el Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Cambridge, Mass.)
Fuente: La Jornada
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